viernes, 26 de noviembre de 2010

Primer Ministro de Líbano visita Irán


El Primer Ministro libanés, Saad al-Hariri, llegará a Irán el sábado para su primera visita oficial de dos días, durante la cual buscará ayuda para evitar las tensiones políticas o un giro violento, si es que el Tribunal Especial acusa a miembros de Hezbollah por el asesinato de su padre. Funcionarios libaneses esperan que la iniciativa de de Arabia Saudita y Siria, ayude a evitar cualquier escalada; pero reconocen que el respaldo de Irán es vital para su éxito.

La visita de Hariri se produce a mes del viaje a Líbano por parte del presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, quien destacó el apoyo a todos los libaneses y realizó una gira por los bastiones de Hezbollah, destacando la influencia como aliado de Teherán. Para Hariri, Irán tiene un papel natural en la región, especialmente en la resolución de la crisis y para reforzar la estabilidad en Líbano.

Pero el apoyo de Irán tiene un precio. Analistas libaneses coinciden en que si Irán ayuda en la contención de la potencial reacción de Hezbollah luego de su posible acusación, debe tener algo a cambio y eso es desconocer la acusación de Hariri. El premier libanés ha mantenido el apoyo al Tribunal, llevando a un enfrentamiento con Hezbollah que ha dejado a Líbano con un gobierno débil y que necesita del consenso para llevar adelante reformas económicas.

Otro de los pedidos iraníes sería el apoyo libanés al desarrollo de su programa nuclear para fines civiles y pacíficos.

Irán ha dejado en claro que comparte la oposición de Hezbollah sobre el Tribunal
, pero Teherán también quiere evitar un enfrentamiento en Beirut. Un sitio web de noticias iraní cercano a diplomáticos reformistas, dijo que Hezbollah e Irán estaban buscando a un acuerdo para aliviar las tensiones, lo que permitiría que las acusaciones que se publiquen y sean abordadas con toda tranquilidad en Beirut.

El viaje de Hariri a Teherán, podría no ser mirado con beneplácito en los EE.UU., ya que desde esta visión sólo resultaría para su propio beneficio, es decir, la visita a Irán es la garantía de protección de Hariri sobre Hezbollah. EE.UU. desea que Irán no tenga un rol activo dentro del Medio Oriente y mucho menos que sea considerado como un garante de la estabilidad de un Estado vecino de Israel.

Por su parte, Israel considera que el Líbano se está convirtiendo en un satélite iraní, esta preocupación llevó al Primer Ministro Netanyahu a convocar una reunión de gabinete el miércoles pasado para discutir la situación. Si bien no se emitió ninguna declaración sobre el contenido de la misma, una fuente gubernamental señaló que estaba clara la expansión iraní en Líbano cuando el presidente Ahmadinejad lo visitó el mes pasado.

El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, señaló que Israel tenía que ser consciente y estar preparado para la eventualidad de que alguien tratase de desviar la tensión en Líbano hacia Israel. Barak explicó que la decisión del gabinete de seguridad – tomada a principios de este mes - de retirarse de la mitad norte de Ghajar, fue considerada como un intento de reforzar la situación del gobierno en Beirut en su lucha contra Hezbollah.

Hariri continúa desarrollando su estrategia de trasladar el problema del Tribunal Especial hacia la comunidad internacional. Ante la falta de apoyo político interno, ha conseguido que los Estados involucrados – directa o indirectamente en el conflicto – consideren apoyar a su gobierno como la mejor opción para evitar un profundo deterioro de la situación interna, que podría extenderse por la región, con resultados y alcances inciertos.

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