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lunes, 14 de julio de 2014

Líbano, atrapado en el fuego cruzado


El Ejército de Israel respondió con fuego de artillería después que 3 cohetes disparados desde Líbano alcanzaron el territorio israelí el sábado y, fuentes de seguridad libanesas y militar de Israel dijeron que era el segundo incidente de este tipo en dos días. Los informes iniciales indican que al menos dos cohetes disparados desde Líbano alcanzaron áreas abiertas al Norte de Nahariya y no hay daños ni heridos hasta el momento. Funcionarios militares dijeron que creían que el ataque fue llevado a cabo por un pequeño grupo palestino, en solidaridad con los militantes del movimiento Hamas en Gaza, que se están enfrentando al ejército israelí desde la semana pasada.

El Ejército israelí dijo que un cohete lanzado desde el Líbano cayó cerca de la ciudad norteña de Metula, el viernes por la mañana, e Israel devolvió el fuego. No estaba claro quién disparó el cohete, pero el Ejército israelí dijo que hay temor sobre la posibilidad que los grupos militantes en Líbano pudieran unirse a los de Gaza para atacar Israel. Los ataques desde Líbano coincidieron con una ofensiva israelí en la Franja de Gaza que, según los funcionarios palestinos, ha dejado un saldo de al menos a 160 personas; las principales facciones palestinas en Líbano, al igual que los funcionarios de las Brigadas Izz Al-Deen Al-Qassam -brazo armado de Hamas- han negado que su participación en los ataques.

Las Fuerzas de Seguridad libanesas arrestaron el viernes a un hombre sospechoso de lanzar los cohetes disparados en el primero de los tres ataques; se sabe que es libanés y miembro de uno de los "grupos fundamentalistas", sin nombrar a que grupo. En agosto de 2013, las Brigadas de Abdullah Azzam, una organización vinculada a Al Qaeda, reivindicó una andanada de cohetes a Israel desde Líbano.

El presidente del Parlamento, Nabih Berri, dijo que el lanzamiento de cohetes contra Israel no sirve a la causa palestina, sino que más bien eran un intento de involucrar a Líbano en el conflicto y destacó que "Nuestra posición es bien conocida; apoyamos a Palestina y su causa y que hemos luchado contra el enemigo israelí (…) Sin embargo, el lanzamiento de cohetes desde el Sur de Líbano no tiene sentido y no sirve a la lucha contra Israel y está destinado a involucrar a Líbano". Mientras tanto, el Primer Ministro, Tammam Salam, no llamará a una sesión del gabinete esta semana debido a las persistentes diferencias entre los ministros sobre cuestiones clave.

Los enfrentamientos entre los rebeldes sirios y Hezbollah, en la frontera con Líbano, dejaron al menos a 7 combatientes de Hezbollah y a 16 rebeldes muertos. Los enfrentamientos comenzaron el sábado en una zona demarcada de la frontera entre Qalamoun y Arsal, que es a menudo utilizada por los contrabandistas, los refugiados y combatientes; Arsal y el área a su alrededor son de mayoría sunita y los locales simpatizan con la rebelión siria contra el presidente sirio, Bashar Al-Assad. 

En abril de 2014, las fuerzas sirias apoyadas por Hezbollah, volvieron a tomar el control de la mayor parte de la región montañosa de Qalamoun. Pero los activistas sirios dicen que cientos de combatientes de la oposición se han refugiado en las cuevas y colinas en la zona, usándola como una base de retaguardia desde donde lanzan ataques dentro de Siria. El mes pasado, el Ejército libanés llevó a cabo redadas en el área, focalizada sobre los militantes con vínculos con "grupos terroristas", dijo el Ejército en un comunicado en ese momento.

El dato del día: una serie de proyectiles de mortero disparados desde las Alturas del Golán, Siria, golpearon a Israel. En el pasado, Israel respondió con fuego de artillería e incursiones aéreas, la pregunta es ¿Tel Aviv abrirá ahora un nuevo frente en Siria?

La situación de Líbano es preocupante (nunca dejó de serlo). En los Estados vecinos, Irán ha blindado a los gobiernos chiitas y en Líbano ha potenciado el rol de la resistencia de Hezbollah de local a regional. En este proceso, la aparición del Estado Islámico de Iraq y Al-Sham (ISIS), hace que los sectores sunitas se vean acorralados: por un lado iniciativa en la calle está en manos de los chiitas de Hezbollah o de los radicales sunitas del ISIS, mientras los líderes sunitas están en el exilio. Este panorama se agrava con la presencia de los refugiados –tanto sirios como palestinos- que se inclinan hacia uno y otro bando, de acuerdo a su propia agenda.

Este escenario solo hace más notoria la fractura sectaria entre sunitas, chiitas y cristianos dentro de Líbano, que ahora se comienzan a preocupar su propia preservación. Las posiciones hegemónicas exacerbadas por los radicales, tanto sunitas como chiitas, hacen que la única opción viable sea la fuerza en un contexto carente de seguridad, representatividad o estabilidad económica.



jueves, 21 de noviembre de 2013

¿La yihad llega a Beirut?


El Fiscal Militar, Saqr Saqr, informó que 2 atacantes suicidas que atacaron la Embajada de Irán en Beirut se alojaron en el lujoso hotel Sheraton Four Points, en el área cerca de la UNESCO. Según el funcionario judicial, se están examinando vídeos de cámaras de seguridad presentadas por el hotel y las huellas dactilares encontradas en la habitación; fuentes de seguridad señalaron que un nacional palestino fue uno de los dos terroristas suicidas y que los investigadores aún estaban tratando de identificar al segundo atacante.

Sin embargo, los informes de los medios de comunicación locales son contradictorios ya que dijeron que los asesinos se habían quedado una noche en el hotel, mientras que otros dijeron que se quedaron durante cuatro días. Según Saqr "Hallamos dos tarjetas de identidad libanesa, pero eran falsos () Inteligencia del Ejército libanés había buscado en la habitación de hotel a los terroristas y encontraron otros artículos”; el canal de televisión LBCI dijo que los documentos de identidad falsos identificó a uno de los bombarderos como residente de Beirut y al otro de la provincia de Iqlim Al-Kharroub, al sureste de Beirut.

El Secretario General de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, discutió hoy con el viceministro iraní de Relaciones Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, y el Embajador de Irán en Líbano, Ghazanfar Ruknabadi, el reciente ataque contra la embajada iraní en Beirut. Adicionalmente, Amir- Abdollahian se reunió con varios funcionarios libaneses y dijo que "No vamos a permitir de ninguna manera que las fuerzas Takfiris terroristas y extremistas, dirigida por la entidad sionista, extiendan sus manos criminales y se metan con la seguridad y los recursos naturales de todos los Estados de amigos y aliados, en especial la hermana República del Líbano (…) A pesar de este cobarde crimen, afirmamos nuestro apoyo al eje de la resistencia y la disuasión. Continuaremos nuestra cooperación y las consultas con todos los Estados de la región para hacer frente a la ideología Takfiri extremista. La seguridad del Líbano se entrelaza con la seguridad de la República Islámica de Irán”.

En una declaración emitida hoy por el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, se señala que el terrorismo sólo dará como resultado el aislamiento de Israel y los grupos extremistas. Ayer, la embajada iraní en Beirut emitió una declaración donde condenó los ataques terroristas del martes y destacó además que muchos altos funcionarios libaneses y figuras han condenado el ataque y han subrayado el pedido de un rápido esclarecimiento del incidente.

El ataque parece estar vinculado a los combates en Siria. Las Brigadas de Abdullah Azzam están involucradas, de acuerdo con sus declaraciones, en los enfrentamientos en Siria, pero también tenían una presencia en la región antes de la revuelta en Siria y están ligados a Al-Qaeda. Y Al- Qaeda se ha asociado a un sector de los rebeldes sirios que se ha vuelto cada vez más influyente y poderoso en el control de algunas partes del Norte de Siria. Por lo tanto, muchas personas ven esto como otro desbordamiento de la guerra en Siria; pero la comunidad sunita en Líbano -que es en general favorable a la revuelta siria- con algunos elementos más radicalizados que tienen vínculos con las facciones yihadistas sirias, se ha mostrado adversa a la participación abierta de Hezbollah en Siria, donde el régimen alawita lucha contra los sunitas.

En cuanto a las acusaciones formuladas por la vocera de la cancillería iraní, que Israel estaba detrás del atentado, Irán y Hezbollah a menudo culpan a Israel en este tipo de situaciones; ellos no quieren acusar a los radicales sunitas de estar detrás de esas acciones, aunque sea obvio que lo hicieron. Irán ha tenido la ambición de dirigir a todo el mundo islámico, que es 80% sunita, mientras que Hezbollah -después de la guerra de 2006- fue extremadamente popular y Nasrallah era la persona más popular en el mundo árabe. Ahora, han perdido casi toda esa popularidad, pero siempre cuidando de minimizar los conflictos con el mundo sunita y es por ellos que tratan de forma automática para desviar la tensión a través de Israel.

En este contexto tienen lógica las declaraciones del jeque Naim Qassem, segundo de Hezbollah, quien precisó que "La solución a este enfrentamiento comienza políticamente. Luego están la seguridad y las medidas militares por parte de las autoridades de Líbano, además de los intentos de calmar el escenario y reducir la transmisión de venenos sectarios." Sin embargo Qassem no especificó qué medidas de seguridad y militares eran necesarios; el funcionario de Hezbollah desestimó los temores de los libaneses que “el ataque a la embajada iraní presagiaba más violencia, incluidos los ataques suicidas, que son mucho más comunes en Irak y Siria. Líbano ha todavía no ha alcanzado el punto en el que se puede comparar a Irak”.

Las explosiones en Beirut son una señal de la desmoralización y la furia de los radicales sobre la participación de Hezbollah e Irán en el lado del régimen sirio y del papel decisivo que esa participación ha tenido en la guerra ayudando a las tropas de Assad para avanzar hacia Damasco y Aleppo. Al-Qaeda ha sido el rival regional sunita de Hezbollah y ha tratado de aprovechar cualquier vacío de poder se genere dentro de los países islámicos; adicionalmente, estos rebeldes yihadistas son apoyados por los países del Golfo -principalmente Arabia Saudita y Qatar- rivales regionales de Irán, principal apoyo de Hezbollah.

La ruptura entre sunitas y chiitas en Líbano es profunda, violenta y debe llamar a la reflexión. El aspecto más peligroso de este fenómeno es el hecho de que se ha hecho muy extendido entre los grupos de jóvenes de ambas sectas y los ha convertido en enemigos o militantes luchando hasta la muerte; ambas sectas constituyen casi dos tercios de los ciudadanos del país y cargan con los sentimientos más duros y violentos, aun más que en los mayores. Y el otro problema está vinculada a los sirios desplazados en Líbano: más de 1,2 millones de sirios desplazados viven actualmente en Líbano, en junio de 2012 eran 25.000, pero en diciembre de 2012, la cifra se había multiplicado a 175.000. Durante el mismo período, en junio de 2013, el número se había triplicado a 525.000; según informes, 10.000 niños sirios han nacido en Líbano pero no están legalmente registradas y no tienen documentos de identidad o incluso registros de nacimiento. 1 de 4 habitantes de Líbano ya no es libanés.






viernes, 23 de agosto de 2013

Líbano: campo de batalla de Irán vs Arabia Saudita


Un extraño bombardeo a Israel con cohetes desde Líbano, profundizó la preocupación sobre la posibilidad que grupos militantes islamistas vinculados a Al-Qaeda, estén abriendo un nuevo frente de confrontación con Israel en Líbano. El Ejército israelí dijo que de 4 cohetes fueron disparados desde el sur del Líbano, 2 golpearon comunidades israelíes sin causar víctimas, un tercero fue interceptado por el escudo antimisiles "Cúpula de Hierro" y el cuarto cayó fuera del territorio israelí.

SITE, un grupo norteamericano que vigila los grupos militantes islamistas, informó que las Brigadas Abdullah Azzam -una organización vinculada a Al-Qaeda- se atribuyó el ataque con cohetes; Sirajuddin Zurayqat, un funcionario del grupo, publicó en su cuenta de Twitter que los Batallones Ziad Jarrah estaban detrás del lanzamiento de los cuatro cohetes. El lugar desde fueron lanzados los cohetes es sur de Líbano, un bastión de Hezbollah, por ello es preocupante que un grupo rival del partido chiita haya podido efectuar los disparos.

La Fuerza Aérea de Israel  llevó a cabo en la madrugada del viernes un extraño ataque en una zona al sur de Beirut, cerca de una base perteneciente al Frente Palestino para la Liberación de Palestina - Comando General (FPLP-CG) -liderado por Ahmad Jibril, un firme partidario del presidente sirio Bashar Al-Assad- un día después que los cohetes fueron disparados desde el sur de Líbano. El Ejército libanes, en un comunicado, dijo que un avión militar israelí violó la soberanía de Líbano, disparando un misil a nivel del mar "en dirección a los túneles en Naameh, donde se encuentra una base perteneciente a una organización palestina que dejó una grieta de cinco metros, sin pérdidas de vidas o daños materiales”.

El propósito de Israel fue enviar dos mensajes: el primero, aunque las cuevas de Wadi Naameh se encuentran a varios kilómetros de Beirut y la explosión se oyó claramente en el palacio presidencial; y segundo, está muy lejos de zonas pobladas y está construido para soportar un intenso fuego, por tanto, el sitio fue seleccionado por su capacidad de permitir a Israel enviarle un mensaje al gobierno libanés y Hezbollah, y no al Frente Popular que había disparado los cohetes contra Israel. ¿Por qué Israel no ataca a los propios lanzadores de cohetes? Porque son una célula de 3 a 4 terroristas que ponen los cohetes y luego desaparecen, además Israel se defiende tratando de prevenir un desbordamiento de los conflictos intra-árabes sin importarle quienes lo hicieron materialmente.

Dos coches bombas explotaron fuera de 2 mezquitas de la ciudad de Trípoli, matando al menos a 42 personas e hirieron a más de 400, según fuentes de seguridad libanesas. Una de las explosiones sucedió fuera de la mezquita Taqwa, que fue seguida por otra también fuera de la mezquita de Salam, mientras los fieles terminaban las oraciones del viernes. Ambos incidentes ponen de relieve el marcado deterioro de la seguridad en Trípoli y la influencia directa que tienen en Líbano los acontecimientos derivados de la guerra civil siria.

Fuentes de seguridad precisaron que la primera explosión se produjo cerca de la mezquita de Taqwa a 13:50 hs donde el jeque salafista, Salem Al-Rafei -firme opositor del presidente sirio Bashar Al-Assad- estaba dando un sermón. El coche bomba estaba en la calle Maarad -cerca de la mezquita Salam- se produjo momentos después de la primera explosión. El sermón en la mezquita Salam, había sido dado por Bilal Baroudi, también un predicador salafista. Baroudi y Rafei, que resultaron ilesos en los atentados, se reunieron más tarde en el día con  figuras y los legisladores de Trípoli.

Las explosiones aparentemente coordinadas, son el mayor y más mortífero atentado en Trípoli desde el fin de la guerra civil libanesa, y motivaron que los funcionarios  libaneses llamaran a la calma en una ciudad ha visto algunos de los peores hechos de violencia entre grupos armados sunitas que se han enfrentado con los combatientes de la minoría alawita - rama del Islam chiita a la que pertenece la familia Al-Asad- residente en Tripoli.  El ex jefe de Seguridad Interna, Ashraf Rifi, cuya casa fue dañada por la segunda explosión, advirtió que Líbano se enfrenta a una amenaza creciente y que "Todavía estamos en el comienzo de la tormenta y tenemos que ser conscientes y tratar de proteger a esta nación. Esta tormenta se ha convertido en un enorme y grave peligro."

Las autoridades locales le pidieron al gobierno central que refuerce la seguridad en la ciudad. Mohammed Kabara, el miembro del parlamento que leyó el comunicado, acusó al gobierno sirio de llevar a cabo en Beirut y en Trípoli bombardeos para crear conflictos en Líbano; por su parte, el prominente jeque salafista, Dai al-Islam Shahhal, también culpó al gobierno sirio para bombas en Trípoli y dijo que era "puro terrorismo".

La mayoría de la población en Trípoli, como gran parte de la sociedad libanesa, espera más violencia sectaria donde el escenario nacional estará dominado por la confrontación entre sunitas y chiitas. Hezbollah negó la responsabilidad y condenó los atentados, en un comunicado dijo que "Estas dos explosiones terroristas vienen de una trama criminal que busca sembrar las semillas de la discordia entre los libaneses y arrastrar al país a una lucha interna mediante el sectarismo y las diferencias religiosas"; además, Hezbollah acusó a fuerzas extranjeras no identificadas de respaldar a los ataques ya que “se benefician del caos y es parte del plan internacional regional del mal que quiere romper nuestra región y ahogarnos en océanos de sangre y fuego."

El Bloque parlamentario de Hezbollah, Lealtad a la Resistencia, dijo ayer en un comunicado que el reciente atentado en el suburbio sur de Beirut “fue obra de grupos Takfiris empleados por las agencias de Inteligencia regionales, que se benefician de la situación política y que es alimentada por algunas fuerzas de la Coalición 14 de Marzo." En ese mismo comunicado se acusa a la Coalición 14 de Marzo de intentar imponer un camino estratégico y autoritario para Líbano "que sirven a los intereses del eje regional sionista-americano"; el bloque parlamentario de Hezbollah advirtió que los grupos Takfiris estaban entrando en el Líbano después de no pueden alcanzar sus objetivos en Siria y que la decisión de Hezbollah les obliga a enfrentarse con los Takfiris ya “que la supervivencia de Líbano depende que Hezbollah se enfrente a los grupos yihadistas”.

El mayor temor dentro de la escalada es que la guerra cruzará las fronteras actuales y no se limitará exclusivamente a los ataques recíprocos entre Hezbollah y los salafistas regionales. El ataque al suburbio de Hezbollah de Ruwais es un indicador que el conflicto en Líbano se encamina hacia el modelo iraquí en Siria: operaciones militares de golpe y retirada acompañadas por coches bombas; en Irak, la naturaleza de la guerra entre sunitas y chiitas se caracteriza por su aleatoriedad y destrucción, ambos bandos se dirigen a las ciudades y barrios rivales y los atacan con bombas. Las explosiones en Trípoli, a 70 kilómetros de Beirut, se produjeron una semana después del incidente con un coche bomba que mató al menos a 24 personas, en una zona de Beirut controlada por Hezbollah. Los grupos salafistas que operan en Siria señalaron que el atentado fue en represalias por la participación del grupo chiita en los enfrentamientos en Siria.

Con la decisión de Hezbollah de apoyar al presidente sirio Al-Assad –en su papel de milicia iraní regional- contra las fuerzas rebeldes sirias apoyadas por los sunitas Estados del Golfo, Arabia Saudita ha decidido tratar al partido chiita como un "enemigo" y es uno de los objetivos más importantes de Riad en su guerra con Teherán dentro del Levante: los sauditas intentan aislar internamente a Hezbollah, mientras más aumente la presión sobre los rebeldes en Siria. El aspecto más peligroso de la “guerra fría” entre Teherán y Riad es que parecen haber elegido al Levante como campo de batalla, salvaguardando al Golfo de posibles repercusiones que dañarían los intereses geopolíticos, de seguridad y económicos.

La seguridad interna y la situación política ya sugieren que Líbano no puede eludir las consecuencias derivadas de los eventos regionales. Líbano ya no es sólo golpeado por la crisis de Siria sino que también comienza a serlo por la lucha sectaria en Irak -que está conectada al conflicto sirio- y este enfrentamiento, entre Irán vs. Arabia Saudita, a veces es discreto pero muchas otras veces es abierto y adquiere la forma de un coche bomba o grupos militantes que se enfrentan en las calles.




lunes, 19 de marzo de 2012

¿Siria entrena a Hezbollah?


Cientos de combatientes de Hezbollah han estado recibiendo formación en el uso de avanzadas armas antiaéreas de Siria e Irán en los últimos meses, lo que pondría en riego la supremacía aérea del Estado judío, según lo informó el diario Haaretz, luego de entrevistar a un oficial de alto rango del Comando del Norte de Israel. Oficiales de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) están preocupados por dos acontecimientos relacionados con Siria y Hezbollah que podrían cambiar el equilibrio de poder en la región. El primero es la transferencia de grandes cantidades de misiles tierra-aire, y el segundo, la transferencia de armas químicas y biológicas.

Israel cree que el uso de avanzados misiles antiaéreos por parte de Hezbollah podría poner en peligro la supremacía aérea israelí, el potencial de una escalada en Líbano es enorme mientras que Hezbollah continúa fortaleciéndose con armamento de largo alcance y posibles “sorpresas en el campo de batalla" que forzarían a encontrar nuevas respuestas la política israelí de represalia, debido a la transferencia de armamento antiaéreo y armas químicas y biológica desde Siria e Irán. De acuerdo con informes anteriores no verificados, Israel ha considerado en varias ocasiones que atacan los convoyes de armas desde Siria al Líbano, la participación iraní en Líbano se ha transformado de una "huella digital" a "una huella enorme", de acuerdo a oficiales israelíes.

El funcionario militar israelí señaló, en el reportaje, que las armas están siendo transferidas a Hezbollah desde Siria e incluyen aviones no tripulados y misiles tierra-buque. Las transferencias de armas desde Siria a Hezbollah comenzaron hace poco menos de un año, cuando las manifestaciones contra el régimen sirio entraron en erupción y se desconocía la suerte del mismo; frente a la posible caída, se comenzaron a transferir armas sirias a Hezbollah aumentando su capacidad frente a Israel.

El ejército israelí no especificó el tipo exacto del armamento antiaéreo de mediano alcance pero se estima que sería el ruso Buk M1 y M2 (OTAN SA-11 Grizzly Gadfly/SA-17) podría ser uno de los sistemas en cuestión; este sistema necesita de una sólida preparación de los operadores, de allí que la transferencia sea con el entrenamiento. El sistema cuenta con un alcance máximo superior a los 30 kilómetros, además el sistema realiza el seguimiento y la adquisición del blanco; por lo menos tres batallones sirios operan el sistema de SA-17 Grizzly y la Fuerza Aérea israelí ya ha modificado algunas de sus operaciones de combate "en la frontera norte por temor a los misiles tierra-aire".

La situación en Líbano se ha enrarecido en las últimas semanas con una serie de hechos y denuncias tales como el posible envío de armas antiaéreas desde Siria a Hezbollah o el descubrimiento de una célula de Al-Qaeda en las filas del Ejército libanés. Las FFAA libanesas reforzaron hoy su presencia junto a la policía antidisturbios en Ain Al-Hilweh –un campo de refugiados palestinos cerca de Sidón- en respuesta a las protestas de unos 300 palestinos en el campamento en reclamo a las estrictas medidas introducidas por el ejército libanés en el campamento, a raíz de la búsqueda de Tawfiq Taha, quien está acusado de liderar la célula subversiva y que se sospecha está refugiado en el campamento.

Aunque las Brigadas de Abdullah Azzam negaron algún vínculo con la red de Tawfiq Taha en Ain Al-Hilweh, pero la oficina de Inteligencia del Ejército en el Sur exigió a las facciones palestinas y a los partidos islámicos en el campo de refugiados que entreguen a los prófugos a la justicia libanesa; el viernes, la Inteligencia arrestó a Mohammed Ismail Fayyad, el jefe de la banda que había secuestrado a un gerente de la empresa de productos lácteos Liban Lait en la ciudad de la Bekaa Britel el 30 de noviembre, que también estuvo detrás de varios otros secuestros por lo que ahora se estaba enfocando en Tawfiq Taha.

La posibilidad que las diferentes facciones islámicas hagan de Líbano un escenario de lucha, para saldar sus diferencias, es una posibilidad latente. La influencia de Siria dentro de la capacidad de Hezbollah hace que sea un adversario temible, inclusive para Israel, pero no importan las cantidades de misiles que los chiitas puedan recibir de Damasco para comenzar una lucha contra los salafistas; las posturas más ortodoxa –por caso Al-Qaeda- son un peligro dentro de un Estado que vive en permanente ebullición y que se altera al más mínimo cambio.