lunes, 29 de noviembre de 2010

Líbano e Irán: el apoyo necesario


El Primer Ministro libanés, Saad Hariri, sumó el respaldo de Irán a la iniciativa de Arabia Saudita y Siria para romper el punto muerto en el Líbano en un Tribunal internacional. Irán también se comprometió a apoyar al ejército libanés, el ministro de Defensa, Ahmad Vahid informó que existe la voluntad de cooperar con las FFAA de Líbano.

El líder del partido Tawhid, Wiam Wahhab, dio a conocer tres condiciones enumeradas por la Coalición 8 de Marzo a fin de acordar una solución al estancamiento político actual. En declaraciones a la televisora Al-Jadeed, Wahhab dijo que recortar los fondos al Tribunal Especial, la retirada de los jueces libaneses y congelar el acuerdo de cooperación entre el Líbano y el Tribunal Especial eran requisitos básicos para la Coalición 8 de Marzo para acordar una solución.

El líder de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, dijo en un discurso televisado el domingo que aún había esperanza para los esfuerzos de Arabia y Siria lograsen un avance. El vocero libanés, Nabih Berri, comentó que estaba realizando esfuerzos para sostener una reunión entre Hariri y Nasrallah; la reunión sería sin condiciones previas sobre.

El presidente Ahmadinejad, instó al gobierno libanés a unirse con el grupo militante Hezbollah contra Israel por el bien común. "Si el gobierno libanés y la resistencia (Hezbollah) se encuentran en uno de los frentes, el país podría seguir el camino de la dignidad y el desarrollo y no habría nada que el régimen sionista (Israel) y sus aliados podrían hacer más", dijo Ahmadinejad.

Por otro lado, Saad Hariri, afirmó que Líbano no iba a ser parte de cualquier esfuerzo internacional para ejercer presión sobre Irán. Hariri sostiene que Irán tiene derecho a llevar a delante un programa nuclear con fines pacíficos.

El beneplácito de Hariri ante los esfuerzos iraníes, sauditas y sirios para evitar una nueva crisis del Líbano es avance para destacar. El compromiso de Irán para la estabilidad significa mucho, dada la capacidad de este Estado, además Hariri sabe la influencia que Teherán ejerce sobre sus aliados libaneses de Hezbollah.

El alcance de los logros de este viaje no deben considerarse como el triunfo de un sector por sobre el otro; Líbano ha ganado estabilidad para su gobierno y su sistema político, pero no se debe olvidar que el mal histórico continúa: Líbano necesita de la intervención extranjera para solucionar sus problemas domésticos.

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