jueves, 11 de noviembre de 2010

Líbano postergó la cuestión de los "testigos falsos"


La reunión de Gabinete prevista para el miércoles no llegó a un acuerdo sobre qué hacer con los supuestos testigos falsos en la investigación del asesinato en 2005 del ex primer ministro Rafiq Hariri. El ministro de Información Tarek Mitri, indicó después de la reunión de cuatro horas, que las discusiones se habían aplazado hasta la próxima semana.

Hezbollah quiere una votación sobre su demanda de una investigación por el máximo tribunal libanés sobre esta cuestión. La medida es vista como un intento socavar al Tribunal Especial para el Líbano (TEL). Hezbollah y sus aliados controlan un tercio de los votos en el gabinete del Primer Ministro, Saad Hariri.

El presidente Michel Sleiman ha instado a los partidos rivales para llegar a un acuerdo sin someterlo a votación. Aliados de Hariri han criticado solicitud de Hezbollah como un intento de desacreditar y hacer fracasar la TEL; las alianzas políticas han cambiado en el último año, el movimiento militante chiíta ahora podría empatar o incluso ganar una votación del gabinete contra la coalición de Hariri.

En un discurso durante la inauguración de la 14ª Reunión para Mecanismo de Coordinación Regional (MCR), celebrada por la Comisión Económica y Social para Asia Occidental, en Beirut, Hariri subrayó que la unidad nacional en Líbano seguirá siendo siempre inmune a todas las presiones y tensiones, ya que los libaneses son conscientes del riesgo de dañar la asociación nacional, que nos reúne en el marco del Acuerdo de Taif.

El Primer Ministro Hariri y el ministro de Telecomunicaciones, Charbel Nahhas, mantuvieron un duro cruce en la reunión de Gabinete cuando Nahhas acusó a la mayoría Coalición 14 de Marzo de sucumbir ante Washington e Israel, Hariri se comprometió a hacerle pagar muy caro esta acusación. Puntualmente Nahhas acusó a aquellos que evaden la votación de hacerlo bajo “la presión de EE.UU. e Israel"; Hariri dijo que esas declaraciones no eran aceptables ya que Israel ejerce presión sobre Nahhas y gente como él, pero no sobre Hariri y por ello no iba a aceptar lo que la oposición le impusiese un resultado, subrayó Hariri.

La disputa podría conducir al colapso del gobierno y A una repetición de la crisis política de 18 meses que degeneró en enfrentamientos internos en mayo de 2008. La alta fragmentación del sistema político y de la propia coalición de Hariri hace que cada votación o disputa de este tipo ponga al gobierno al borde de la disolución.

Por otra parte, las constantes crisis internas no le permiten al gobierno focalizarse en el abordaje de cuestiones que afectan la vida diaria de los libanes.

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