El Primer Ministro designado, Najib Mikati, prometió el martes para formar un nuevo gobierno para mantener la unidad nacional, ofreció a cooperar con todas las partes para hacer frente a grandes desafíos que enfrenta el país, incluyendo el tema del Tribunal Especial para el Líbano, que está investigando la 2005 asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri. Cuando se le preguntó cómo iba a tratar el tema Tribunal, Mikati adelantó que es un tema de división entre los libaneses que sólo puede resolverse mediante el diálogo y dentro de los límites de las instituciones constitucionales.
Una de las primeras acciones de gobierno de Mikati será iniciar el diálogo para formar un gobierno a partir de este miércoles con la realización de las tradicionales llamadas a los ex Primeros Ministros, incluyendo Hariri. Mikati se negó a dar detalles sobre la estructura del nuevo gobierno, que podría incluir tanto a los tecnócratas como políticos o una combinación de ambos tecnócratas y políticos.
El líder de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, dijo que el nombramiento de Mikati para formar un nuevo gabinete proporciona "una oportunidad real" para la pugna entre las diferentes partes libanesas para cerrar filas y formar un gobierno de salvación nacional. Rechazó las acusaciones de la Coalición 14 de Marzo de que Mikati fue el candidato de Hezbollah y que su gobierno sería controlado por el partido.
Mikati también rechazó los intentos de calificarlo como "hombre de Hezbollah". "Digo con toda sinceridad que mi nombramiento por parte de Hezbollah no quiere decir que estoy obligado por cualquiera de sus posiciones políticas, excepto en lo referente a la protección de la resistencia nacional" dijo Mikati.
El Vocero del Parlamento, Nabil Berri, señaló que era demasiado pronto para hablar de la forma del nuevo gobierno, pero él esperaba que fuera más pequeño que el actual de 30 miembros. Hizo un llamamiento para la formación de un gobierno de salvación nacional o un gobierno de alianza, con una oposición constructiva.
Ciertamente, Najib Mikati, no es un hombre de Hezbollah y mucho menos responde a Irán. De hecho, es amigo personal del Presidente sirio Bashar Assad, Arabia Saudita no se ha pronunciado en contra de Mikati y Francia también propuso a Mikati para el cargo, después de que la iniciativa de Arabia Saudita y Siria habían sido rechazadas. Si Mikati cuenta con el apoyo de Arabia Saudita, Siria y Francia, solo Estados Unidos se opondrían a él.
Mikati sirvió en el gobierno del Primer Ministro Rafik Hariri, en el que fue responsable de los servicios públicos y transporte, y fue Primer Ministro interino tras el asesinato de Hariri en 2005, cargo que ocupo durante 90 días en los que estabilizó al país y lo preparó para las próximas elecciones. Por otro lado, durante la última campaña electoral que llevó a Saad Hariri al poder, Mikati estuvo a su lado; estas situaciones deberían acercar a Hariri al gobierno de Mikati ya que contaría con el apoyo de Siria y Arabia Saudita para hacerlo.
Si bien el Bloque Futuro de Hariri ha declarado que no participará en el próximo gobierno, es muy pronto para este tipo de afirmaciones ya que no ha habido reuniones y negociaciones al respecto; además Mikati gobernará con o sin ministros de Hariri. La posibilidad de que representantes de Hariri se sumen al gabinete de Mikati se ve fortalecida debido a que ambos líderes han manifestado su compromiso con el proceso democrático, el derecho y el rechazo a todas las formas de violencia política.
Aunque no lo ha mencionado públicamente, Mikate deberá elegir entre eliminar la amenaza de que el Tribunal Especial – como lo desea Hezbollah – o suspender los vínculos del gobierno libanés con el mismo; lo que en la práctica implicaría finalizar con la financiación del Tribunal y que los jueces libaneses abandonen el Tribunal.
Líbano está viviendo un nuevo tipo de proceso democrático de cambio de poder pacífico, en el que el accionar del Consejo de Ministros fue juzgado sobre la base la constitución y fue disuelto con el retiro de los ministros de la opositora Coalición 8 de Marzo. Ahora con la Coalición 14 de marzo, ocupando el rol de la oposición, el escenario político adquiriría una movilidad necesaria para todo sistema democrático; todo ello dentro del marco de las normas constitucionales y legales, dejando de lado los históricos enfrentamientos entre rivales a modo de venganza.
Una de las primeras acciones de gobierno de Mikati será iniciar el diálogo para formar un gobierno a partir de este miércoles con la realización de las tradicionales llamadas a los ex Primeros Ministros, incluyendo Hariri. Mikati se negó a dar detalles sobre la estructura del nuevo gobierno, que podría incluir tanto a los tecnócratas como políticos o una combinación de ambos tecnócratas y políticos.
El líder de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, dijo que el nombramiento de Mikati para formar un nuevo gabinete proporciona "una oportunidad real" para la pugna entre las diferentes partes libanesas para cerrar filas y formar un gobierno de salvación nacional. Rechazó las acusaciones de la Coalición 14 de Marzo de que Mikati fue el candidato de Hezbollah y que su gobierno sería controlado por el partido.
Mikati también rechazó los intentos de calificarlo como "hombre de Hezbollah". "Digo con toda sinceridad que mi nombramiento por parte de Hezbollah no quiere decir que estoy obligado por cualquiera de sus posiciones políticas, excepto en lo referente a la protección de la resistencia nacional" dijo Mikati.
El Vocero del Parlamento, Nabil Berri, señaló que era demasiado pronto para hablar de la forma del nuevo gobierno, pero él esperaba que fuera más pequeño que el actual de 30 miembros. Hizo un llamamiento para la formación de un gobierno de salvación nacional o un gobierno de alianza, con una oposición constructiva.
Ciertamente, Najib Mikati, no es un hombre de Hezbollah y mucho menos responde a Irán. De hecho, es amigo personal del Presidente sirio Bashar Assad, Arabia Saudita no se ha pronunciado en contra de Mikati y Francia también propuso a Mikati para el cargo, después de que la iniciativa de Arabia Saudita y Siria habían sido rechazadas. Si Mikati cuenta con el apoyo de Arabia Saudita, Siria y Francia, solo Estados Unidos se opondrían a él.
Mikati sirvió en el gobierno del Primer Ministro Rafik Hariri, en el que fue responsable de los servicios públicos y transporte, y fue Primer Ministro interino tras el asesinato de Hariri en 2005, cargo que ocupo durante 90 días en los que estabilizó al país y lo preparó para las próximas elecciones. Por otro lado, durante la última campaña electoral que llevó a Saad Hariri al poder, Mikati estuvo a su lado; estas situaciones deberían acercar a Hariri al gobierno de Mikati ya que contaría con el apoyo de Siria y Arabia Saudita para hacerlo.
Si bien el Bloque Futuro de Hariri ha declarado que no participará en el próximo gobierno, es muy pronto para este tipo de afirmaciones ya que no ha habido reuniones y negociaciones al respecto; además Mikati gobernará con o sin ministros de Hariri. La posibilidad de que representantes de Hariri se sumen al gabinete de Mikati se ve fortalecida debido a que ambos líderes han manifestado su compromiso con el proceso democrático, el derecho y el rechazo a todas las formas de violencia política.
Aunque no lo ha mencionado públicamente, Mikate deberá elegir entre eliminar la amenaza de que el Tribunal Especial – como lo desea Hezbollah – o suspender los vínculos del gobierno libanés con el mismo; lo que en la práctica implicaría finalizar con la financiación del Tribunal y que los jueces libaneses abandonen el Tribunal.
Líbano está viviendo un nuevo tipo de proceso democrático de cambio de poder pacífico, en el que el accionar del Consejo de Ministros fue juzgado sobre la base la constitución y fue disuelto con el retiro de los ministros de la opositora Coalición 8 de Marzo. Ahora con la Coalición 14 de marzo, ocupando el rol de la oposición, el escenario político adquiriría una movilidad necesaria para todo sistema democrático; todo ello dentro del marco de las normas constitucionales y legales, dejando de lado los históricos enfrentamientos entre rivales a modo de venganza.
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