miércoles, 12 de enero de 2011

EE.UU. negó haber disuadido a Arabia Saudita en la mediación con Siria


Una fuente diplomática norteamericana, negó que EE.UU. haya desanimado a Arabia Saudita para continuar con sus esfuerzos, junto a Siria, en un intento de contener a los sectores políticos de Líbano y en cambio culpó a Hezbollah de alimentar la actual crisis.

La fuente diplomática acusó a Hezbollah y sus aliados de la Coalición 08 de Marzo de fabricar una crisis política en Líbano y del peligroso aumento de las tensiones políticas en el país.

La misma fuente, sostuvo que el Hezbollah y sus aliados había ofreciendo eliminar los problemas que ellos mismos crearon a cambio de la subversión del Estado de Derecho en el Líbano. Esta situación fue calificada de chantaje por parte de la Secretaria de Estado, Hilary Clinton, ya que Líbano no debía ser forzado a elegir entre la justicia o la estabilidad.

La fuente dijo que las autoridades sauditas han informado a la administración Obama que Arabia Saudita estaba absolutamente comprometida a ayudar a fomentar una relación positiva entre Siria y el Líbano sobre la base de respeto mutuo y el principio de no injerencia en los asuntos internos de los demás.

Esta enfática defensa de la mediación sirio-saudita por parte de EE.UU. son en respuesta a declaraciones que realizó el parlamentario Fneish, de la Coalición 8 de Marzo, donde se culpaba a los Estados Unidos de de obstruir los intentos de Riad y Damasco para encontrar una solución.

Hilary Clinton - que se encuentra de gira por el Golfo Pérsico - mantuvo consultas con líderes de Omán y el Primer Ministro de Qatar, Hamad bin Jassim Al-Thani. Al finalizar la reunión, las partes manifestaron que confiaban en la figura del Rey Abdullah para alcanzar una solución a la situación.

La declaración del líder del bloque parlamentario Cambio y Reforma, Michel Aoun, anunciando que la iniciativa sirio-saudita había llegado a un callejón sin salida, tomó por sorpresa al propio embajador saudita en Beirut, Awad Osseiri, quien afirmó no había fracaso porque no había una iniciativa. Osseiri sostiene que Arabia Saudita no había presentado una iniciativa formal, y que se estaba trabajando para salvar la distancia entre los puntos de vista de los diferentes dirigentes libaneses y arribar a una solución libanesa del asunto.

El Portavoz del Departamento de Estado, PJ Crowley, envió una señal clara sobre posición norteamericana cuando remarcó que la administración Obama no tenía planes de cortar los fondos de asistencia a las Fuerzas Armadas Libanesas que y los EE.UU. ofrecen su firme apoyo a Hariri.

Esta medida política por parte de Hezbollah puede ser considerada como un movimiento preventivo y de presión para el gobierno de Hariri, desgastándolo tanto como le sea posible antes de que el Tribunal Especial eleve las acusaciones. Acciones violentas paralizarían a Beirut, pero pondrían en riesgo la reputación de Hezbollah y confirmaría las sospechas previas - lo que dañaría su imagen y prestigio en Líbano – y es por ello que se limitado a retirar los ministros del gabinete pero no los ha enviado a las calles como en 2008.

Por otro lado, la administración Obama nombró como embajador en Siria a Robert S. Ford y se espera que llegue a Damasco en la semana que viene. Esta situación marca un cambio en la posición norteamericana, que ahora se verá fortalecida ya que una de las prioridades de Ford será el reforzamiento de la influencia de Washington con Siria en la crisis libanesa.

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