El líder de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, dijo que dos miembros del grupo fueron reclutados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) - a quienes describió como de bajo nivel había estado en contacto con diplomáticos de la Embajada de EE.UU. en Beirut- y un tercer miembro tenía vínculos con un servicio de Inteligencia extranjero aún por determinar.
Nasrallah señaló que, debido a que Israel no pudo infiltrarse en el Partido, Hezbollah, pidió la ayuda de la CIA; Nasrallah describió la Embajada de EE.UU. en el Líbano, como un centro de espionaje al servicio de los intereses de Israel en el Líbano.
A principios de esta semana un diario kuwaití informó de que Hezbollah había descubierto un grupo de espías, pero Hezbollah negó las acusaciones; el miércoles, Hezbollah anunció que había arrestado a más de diez de sus miembros -entre ellos altas personalidades- bajo la sospecha de espiar para los servicios de Inteligencia de Israel. Nasrallah aseguró que ninguno de los espías ha sido capaz de obtener información confidencial de Inteligencia que podría dañar el movimiento de resistencia.
Nasrallah remarcó que el primero de los detenidos confesó que fue contratado hace cinco meses, mientras que el segundo confesó que había sido reclutado incluso antes de eso y agregó que los reclutadores de la CIA se hacen pasar por agentes diplomáticos en la embajada de EE.UU. en Beirut.
La Embajada de EE.UU., en Beirut, negó las acusaciones de Nasrallah, sobre la denuncia que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) había reclutado a dos miembros del grupo. El portavoz de la Embajada calificó a las acusaciones como vacías y similares a las del pasado y añadió que cada vez que Hezbollah tenía un problema interno, culpaba a los demás.
El líder de Hezbollah también se refirió, en su discurso televisado por la cadena afiliada a la resistencia, que el último ejercicio de defensa de Israel -“Punto de Inflexión 5"- demostró que el Estado judío ya no era capaz de protegerse a sí mismo e Israel ha reconocido ahora que todo su territorio está en peligro de un ataque con misiles; ello esto significa que Israel ha perdido la capacidad de proteger a su frente interno militar.
Durante su discurso de una hora, Nasrallah dijo sólo unas pocas palabras acerca de la situación del Tribunal Especial para Líbano, que en estos momentos se encuentra en un impasse pero es uno de los temas calientes a debatir la semana que viene en el seno del nuevo gabinete.
Por ello y teniendo en cuenta la reputación de la seguridad interna de Hezbollah y lo celoso que es la resistencia respecto de las infiltraciones de Inteligencia, no sería descabellado que se considera a esta denuncia como una maniobra de Hezbollah en momentos en que los debates sobre la declaración de política del Gabinete están en su punto más álgido; además Hezbollah ha condenado en el pasado las actuaciones del Tribunal calificándolo de un instrumento americano-israelí que pretendía atacar a la resistencia y se repite aquí nuevamente dicha acusación.
Mientras se aguarda la declaración de política, este nuevo elemento suma más presión al estancamiento ya existente debido a la incapacidad de los distintos partes en el nuevo Gabinete, para cerrar la brecha sobre el Tribunal.
Nasrallah señaló que, debido a que Israel no pudo infiltrarse en el Partido, Hezbollah, pidió la ayuda de la CIA; Nasrallah describió la Embajada de EE.UU. en el Líbano, como un centro de espionaje al servicio de los intereses de Israel en el Líbano.
A principios de esta semana un diario kuwaití informó de que Hezbollah había descubierto un grupo de espías, pero Hezbollah negó las acusaciones; el miércoles, Hezbollah anunció que había arrestado a más de diez de sus miembros -entre ellos altas personalidades- bajo la sospecha de espiar para los servicios de Inteligencia de Israel. Nasrallah aseguró que ninguno de los espías ha sido capaz de obtener información confidencial de Inteligencia que podría dañar el movimiento de resistencia.
Nasrallah remarcó que el primero de los detenidos confesó que fue contratado hace cinco meses, mientras que el segundo confesó que había sido reclutado incluso antes de eso y agregó que los reclutadores de la CIA se hacen pasar por agentes diplomáticos en la embajada de EE.UU. en Beirut.
La Embajada de EE.UU., en Beirut, negó las acusaciones de Nasrallah, sobre la denuncia que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) había reclutado a dos miembros del grupo. El portavoz de la Embajada calificó a las acusaciones como vacías y similares a las del pasado y añadió que cada vez que Hezbollah tenía un problema interno, culpaba a los demás.
El líder de Hezbollah también se refirió, en su discurso televisado por la cadena afiliada a la resistencia, que el último ejercicio de defensa de Israel -“Punto de Inflexión 5"- demostró que el Estado judío ya no era capaz de protegerse a sí mismo e Israel ha reconocido ahora que todo su territorio está en peligro de un ataque con misiles; ello esto significa que Israel ha perdido la capacidad de proteger a su frente interno militar.
Durante su discurso de una hora, Nasrallah dijo sólo unas pocas palabras acerca de la situación del Tribunal Especial para Líbano, que en estos momentos se encuentra en un impasse pero es uno de los temas calientes a debatir la semana que viene en el seno del nuevo gabinete.
Por ello y teniendo en cuenta la reputación de la seguridad interna de Hezbollah y lo celoso que es la resistencia respecto de las infiltraciones de Inteligencia, no sería descabellado que se considera a esta denuncia como una maniobra de Hezbollah en momentos en que los debates sobre la declaración de política del Gabinete están en su punto más álgido; además Hezbollah ha condenado en el pasado las actuaciones del Tribunal calificándolo de un instrumento americano-israelí que pretendía atacar a la resistencia y se repite aquí nuevamente dicha acusación.
Mientras se aguarda la declaración de política, este nuevo elemento suma más presión al estancamiento ya existente debido a la incapacidad de los distintos partes en el nuevo Gabinete, para cerrar la brecha sobre el Tribunal.
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