La embajadora de EE.UU. en Líbano, Maura Connelly, señaló que el presidente Bashar Al-Assad tiene la culpa de la violencia que amenaza con extenderse desde Siria a sus vecinos, asimismo Connelly expresó la profunda preocupación de su país por el continuado bombardeo y las incursiones sirias en la región fronteriza libanesa y reiteró que EE.UU. espera que el gobierno de Siria respete la soberanía de Líbano y su integridad territorial. Connelly también abordó el Primer Ministro Najib Mikati el reciente viaje del premier libanés a Nueva York donde asistió a la Asamblea General de ONU.
Connelly también se reunió con el ministro libanés de Asuntos Sociales, Wael Abu Faour, a la salida del encuentro elogió la generosidad del pueblo libanés y los esfuerzos del gobierno en conjunto con organizaciones internacionales, para proporcionar asistencia humanitaria al creciente número de refugiados sirios y libaneses las comunidades afectadas; además la funcionaria norteamericana destacó además la importancia de proteger a todos los refugiados en el Líbano, incluso los disidentes y desertores que han rechazado la violencia, de conformidad con las obligaciones internacionales."
Por su parte, Nabih Berri, presidente del parlamento libanés, recibió al embajador sirio en Líbano Ali Abdel Karim Ali, en la ocasión se discutieron los últimos acontecimientos, especialmente en Siria; tras la reunión, Ali dijo a la prensa que, además de la crisis siria, se abordaron cuestiones relacionadas a las relaciones bilaterales y la situación en la frontera. Ali dijo sostuvo que las "tragedias que han ocurrido en Siria se deben a la participación de "fuerzas internacionales, regionales y árabes” en el conflicto sirio; sin embargo, añadió que Siria “con su liderazgo y el ejército confrontarán esta guerra de agresión y la salida de la crisis siria sería a través del diálogo y la reforma, y reforzar la unidad".
Mikati expresó su satisfacción por el apoyo al ejercito libanes recibido en el marco de la Asamblea General de ONU y reiteró el interés del Estado para dirigir el apoyo internacional para proporcionarle fondos al plan del Gabinete dotar al ejército con armas y equipos adecuados. La semana pasada, el gabinete aprobó un plan de cinco años para proveer al ejército con u$s 1.600 millones para aumentar sus capacidades, dicho plan entrará en vigencia en 2013.
La reacción de Turquía a los ataques de morteros sirios, que dejaron un saldo lamentable de una madre y sus tres hijos muertos al impactar sobre la vivienda que habitaban en la ciudad fronteriza de Akcakale, fue la gota que rebalsó la paciencia de Ankara. El Primer Ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, conocido el incidente de Akcakale que sus FFAA en la región fronteriza respondieron de inmediato “a este ataque abominable de acuerdo con sus reglas de enfrentamiento, los objetivos fueron alcanzados por el fuego de artillería contra los lugares en Siria identificados por radar", más tarde Erdogan enfatizó que "Turquía nunca dejará sin respuesta tal tipo de provocación por parte del régimen sirio contra nuestra seguridad nacional".
El Parlamento turco ya tenía sido previsto votar hoy la ampliación de una autorización de cinco años para operaciones militares extranjeras, un acuerdo destinado originalmente para permitir los ataques contra las bases de los kurdos del PKK en el norte de Irak, pero el memorando firmado por Erdogan y enviado al parlamento anoche –luego del incidente de Akcakale- indicaba que a pesar de las repetidas advertencias y las iniciativas diplomáticas, el ejército sirio había lanzado una acción agresiva contra el territorio turco, presentando una amenaza grave por lo que pedía una extensión del mandato del parlamento sobre la frontera siria.
El Parlamento turco votó 320-129 a favor del proyecto de ley que autoriza a los militares a realizar operaciones transfronterizas en Siria, aunque según el Vice PM, Besir Atalay "El proyecto de ley no es para la guerra, tiene cualidades disuasorias": el proyecto de ley es del 20 de septiembre, lo que indica que el gobierno turco tenía previsto solicitar la autorización para desplegar tropas unilateralmente en Siria desde hace dos semanas. Lo cierto es que los legisladores votaron el jueves a favor de la ley que otorga al gobierno turco las facultades, por un año, para enviar tropas o aviones de guerra para atacar objetivos sirios siempre que lo considere necesario y Turquía reanudó los disparos contra objetivos sirios hoy temprano matando a varios soldados sirios.
La reacción turca en defensa y protección de sus ciudadanos es un claro contrapunto con la política libanesa de desvinculación de los acontecimientos en Siria. El régimen de Al-Assad ha disparado en repetidas oportunidades con artillería que golpeó a las aldeas fronterizas libanesas, las tropas sirias entraron a Líbano matando ciudadanos libaneses e inclusive aviones de combate sirios han bombardeado aldeas libanesas; el gobierno libanés se ha limitado a llamar al embajador sirio en Beirut al Ministerio de RREE para entregarle una carta de queja al respecto sin mencionar la posibilidad de declararlo persona no grata o más grave aún, plantear su expulsión del país.
Turquía recibió el apoyo de la OTAN, luego de una reunión de emergencia, respaldando la demanda sobre una respuesta armada frente a la muerte de civiles turcos; la presente respuesta se contrasta drásticamente frente a la moderación con que fue tomado el derribo del avión de combate turco por las defensas antiaéreas sirias.
Líbano no tiene por detrás el apoyo de la OTAN ni el poderío de Turquía –que posee el 2do. ejército de la OTAN- solo dispone de medios limitados que han sido dispuestos en la frontera como una instancia de control, pero que no son una fuente de disuasión para Siria como los turcos. Por otra parte, el caso Samaha y los documentos que demuestran que las muertes de los clérigos sunitas Ahmad Abdel Wahid Mohammed Merheb no fue un accidente, son claros indicadores que el interés del régimen sirio supera el plano militar y existe un marcado deseo por desestabilizar a Líbano.
A lo ya citado se debe agregar que la aparición de comandantes de Hezbollah en zonas de combates sirias, con el agravante que la resistencia no es un partido más, sino que es una parte importante del actual gobierno libanés. Los funerales en Baalbeck de los combatientes caídos en Siria, son una prueba irrefutable que Hezbollah está colaborando con el régimen sirio y que Damasco está activamente haciendo todo lo posible para crear el caos y fomentar la tensión sectaria en Líbano.
Mientras tanto, el gobierno libanés mantiene su política de disociación del conflicto sirio. La pregunta es si la misma es una respuesta estratégica o una señal de la impotencia del Estado libanés.
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