miércoles, 3 de octubre de 2012

¿Hezbollah coloca a Líbano del lado equivocado?


Ayer el presidente libanés, Michel Sleiman, dijo que las armas de Hezbollah se utilizarían bajo el mando del Ejército para defender al Líbano contra la agresión israelí, dentro de una doctrina de Defensa Nacional, de acuerdo con una solicitud del Ejército en caso de agresión y por decisión de la autoridad política. El Comité del Dialogo Nacional, integrado por líderes políticos del Líbano está revisando la estrategia de Defensa propuesta por Sleiman mientras que el mes pasado, el Consejo de Ministros aprobó un plan de u$s 1.600l millones para dotar de armamento y equipo al Ejército libanés durante los próximos cinco años.

Según la propuesta, Hezbollah no entregaría sus armas al Ejército, según lo exigido por la Coalición 14 de Marzo liderada por Saad Hariri, ni habría un comando separado de la resistencia y el ejército, la estrategia de defensa que respalda Hezbollah. Pero mientras los políticos que forman parte del Dialogo Nacional deciden qué tipo de estrategia de Defensa Nacional adoptarán, Hezbollah mantiene intacto su poder de fuego y por ende su capacidad de influir en la política exterior libanesa.

El comandante de Hezbollah, Ali Hussein Nassif, también conocido como Abu Abbas, y otros reconocidos de Hezbollah murieron en un ataque perpetrado por el Ejército Libre Sirio en Homs; este hecho fue confirmado por Ibrahim Mousaawi, vocero de Hezbollah, pero no proporcionó más detalles aunque fuentes rebeldes sostienen que Nassif estaba conduciendo cerca de Homs, cuando los rebeldes detonaron una bomba en la carretera en un hecho fortuito ya que se desconocían las identidades de los muertos.

Este incidente motivó que miembros libaneses del Parlamento liderados por Mohammad Kabbara, del partido de Bloque Futuro y simpatizante del Ejercito Libre Sirio (ELS), le reclamasen al gobierno libanés una "condena" por la interferencia de Hezbollah en la política siria, ya que va en contra de lo política oficial de Líbano de no implicación en la crisis. Incluso si Hezbollah no ha enviado sus tropas a la batalla en contra del ELS, los parlamentarios opositores sostienen que su apoyo evidente y abierto a Al-Assad no es correcto; dentro de este esquema de interferencias, el tema de la provisión de armas es crucial tanto para el régimen sirio como para la supervivencia de Hezbollah.

Además del malestar de los dirigentes libaneses opositores, los rebeldes sirios advirtieron a Hezbollah sobre una "represalia grave y trascendental", después de que la resistencia reconoció un comandante y varios combatientes suyos perdieron la vida en el interior de Siria. Los rebeldes del ELS prometieron que "no tendrá piedad de nadie que directa o indirectamente contribuyen a la muerte o la opresión de nuestro pueblo revolucionario, firmes, tanto si pertenecen a bandas de Al-Assad y Shabiha o milicias de Irán -Guardia Revolucionaria, Hezbollah, Ejército Mahdi y otros".

En otro pasaje del comunicado el ELS hace “Un llamado a nuestros hermanos libaneses -que pertenecen a una comunidad religiosa determinada y que se han desviado y se creen las mentiras del diablo, el agente de Khamenei en Líbano- para volver al camino de la derecha antes de que sea demasiado tarde y no dejar que sus hermanos a ser el combustible de una guerra de la que no forman parte". En el comunicado del ELS también prometió al Secretario General de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, "sorpresas que le privarán del sueño."

Una explosión en un depósito de municiones alrededor del mediodía en un edificio de cuatro pisos en Nabi Sheet, Baalbek, mató al menos a tres personas e hirió a otros cuatro combatientes de Hezbollah, señaló Hezbollah en un comunicado; fuentes de seguridad dijeron que el edificio, que perteneció a un hombre identificado como Mohammad Adnan Mussawi, que se derrumbó como consecuencia de la magnitud de la explosión y que funcionarios de Hezbollah acordonaron el lugar poco después de la explosión. En su comunicado, Hezbollah dijo que la explosión de Nabi, se produjo en un depósito de municiones antiguas y de artefactos del bombardeo israelí de 2006 en la zona que se reunieron y depositaron allí". Nabi Sheet se encuentra a 80 kilómetros de Beirut y es la ciudad natal del ex Secretario General de Hezbollah Abbas Sayyed Al-Mussawi

Otra fuente señala que la explosión fue en un edificio en construcción, en una zona no residencial entre pueblos de Nabichit y Khodr, perteneciente a Musawi Muhammad Adnan, en una zona conocida por ser el lugar de lanzadores de cohetes utilizados contra Israel en la guerra de 2006. Kamel Rifai, parlamentario de Hezbollah, negó que su organización almacene armas en zonas residenciales y resaltó que el área donde la explosión fue reportada tuvo lugar es una zona industrial y agrícola, por lo que podría haber sido cualquier cosa; tanto Hamas como Hezbollah han tenido incidentes relacionados con una mala manipulación en el almacenamiento de armas, pero la amenaza del ELS hace posible cualquier explicación, inclusive un golpe de los rebeldes.

La caída del régimen de Al-Assad sería un escenario terrible para Hezbollah ya que cualquier nuevo régimen encabezado por sunitas de Siria sería mucho menos condesciende e incluso abiertamente hostil hacia los chiitas de Hezbollah. Irán, aliado del régimen sirio, sigue siendo el principal soporte de Hezbollah y esa ayuda llega a Líbano por territorio sirio; la resistencia perdería el apoyo de un aliado como Al-Assad y las rutas de abastecimiento de armas y dinero.

Este cuadro de situación explicaría porque Hezbollah está tratando de mantener un perfil bajo dentro del conflicto sirio al mismo tiempo que profundiza su participación en el proceso de modificación de la ley electoral en vista a las elecciones parlamentarias de 2013. Hezbollah, más que nunca, está comprometido con la paz interna en Líbano y busca preservar su imagen y la credibilidad ya que ahora es parte del gobierno y el desgaste de la función de gobierno sumada a la participación en el conflicto sirio es demasiada exposición. Mientras tanto, Hezbollah sigue ejecutando su propia política exterior, independientemente de las decisiones del Estado libanés.






No hay comentarios: