viernes, 16 de marzo de 2012

Líbano y el laberinto sirio


El portavoz del Movimiento Futuro, Ayman Jezzini, negó hoy cualquier vínculo con la “Brigada Mártir Rafik Hariri", un grupo que ha anunciado recientemente su formación en YouTube y que se componen de los desertores del ejército sirio de la provincia siria de Idlib. El video mostraba lo que parecía ser tres tanques del ejército sirio, que el grupo dijo que había confiscado durante la operación contra el puesto de control militar; uno de los hombres en el video se identificó como un ex teniente y "jefe de la Brigada de los Mártires de Rafik Hariri” del batallón de los mártires de Khan Shaykoun.

La aparición de supuestos lazos libaneses, concretamente de sectores cercanos al ex PM Saad Hariri, con la oposición siria no es algo nuevo pero si lo es que exista un grupo de los insurgentes con su nombre; si bien no se ha podido verificar por medios independientes la existencia del grupo o si es un montaje sirio para dañar la reputación de Hariri, es una señal que a la corta o la larga el conflicto sirio va a afectar a Líbano.

En el aniversario 35 del asesinato de Kamal Jumblatt, el fundador del Partido Socialista Progresista, su hijo Chouf Walid Yumblatt, saludó a los "mártires de la revolución siria", y llamó al diálogo nacional en Líbano. Kamal Jumblatt y sus compañeros Fawzi Shedid y Ghseini Hafez fueron muertos a tiros por hombres armados que interceptaron su coche en Chouf el 16 de marzo de 1977; Jumblatt fundó a finales de la PSP en 1949 y era el jefe del Movimiento Nacional, una coalición de facciones izquierdistas libaneses que lucharon junto a los militantes de la OLP contra los partidos cristianos durante 1975-1990 la guerra civil libanesa.

Previamente el viernes, Jumblatt colocó una bandera siria pre-Baa’th sobre la tumba de su padre, Kamal Jumblatt, durante una ceremonia conmemorativa en Mukhtara; dicha bandera es un símbolo de la insurrección en Siria por lo que la ceremonia tuvo una especial carga simbólica y que sirvió para dar el apoyo a la revolución siria. Por otra parte, Walid Jumblatt ha acusado en el pasado a la Inteligencia siria de estar detrás del asesinato de su padre; a pesar de una reconciliación cinco años más tarde, cuando visitó Damasco, Jumblatt dijo: "Yo perdono, pero no olvido."

Mientras los sucesos en Siria son seguidos con atención en Líbano, éste también tiene sus propios conflictos que aguardan a la vuelta de la esquina, como el Tribunal Especial para Líbano. El juez David Baragwanath fue reelecto por unanimidad para el cargo de presidente y magistrado de la Sala de Apelaciones del TEL, también se votó por unanimidad la reelección del juez libanés, Ralph Riachi, como vicepresidente ambos por 18 meses

Por otra parte, un juez de Instrucción del TEL se ha negado a ampliar los cargos contra los acusados, luego que los fiscales habían propuesto que se añada el cargo de de "asociación ilícita", delito tipificado en el código penal libanés; sin embargo, el juez de instrucción lo rechazó por "razones procesales". El viernes, en un comunicado publicado por el TEL, indicaba que la fiscalía había presentado una solicitud de confidencialidad -el 8 de febrero- tratando de incluir la "asociación ilícita" dentro de la acusación.

Pero antes que la Cámara se expidiese al respecto, el juez de Instrucción rechazó la solicitud de la fiscalía basándose en razones de procedimiento; según el Código Penal del Líbano -al cual el TEL adhiere- si dos o más personas establecen una asociación o entrar en un acuerdo escrito o verbal para cometer delitos contra las personas o para socavar la autoridad del Estado, entonces se castiga con trabajo forzado por un tiempo determinado.

Trípoli ha sido escenario de enfrentamientos entre alawitas y sunitas libaneses, debido en parte a la cercanía con Siria pero también por las profundas divisiones sectarias que subyacen históricamente y que muchas veces han sido resueltas con las armas. Los sunitas libaneses están aprovechando el momento y, aunque públicamente son los más contestatarios contra el régimen sirio, no han mostrado algún interés en involucrarse de manera directa; las acusaciones se mantienen en el plano de la retórica y son más para consumo del público libanés partidario que enunciados de política de Estado. La oposición sunita siria está fragmentada y divida por lo que es difícil que los grupos sunitas de otros países puedan dar un apoyo monetario, militar o político ya que compiten por entre ellos y por derrocar a Al-Assad.

Hezbollah, cabeza de los chiitas y aliado de Siria, mantiene su hegemonía militar con las armas que le provee Irán –otro aliado de Siria- y goza de una ventaja política en Líbano luego de la caída de Hariri. Por ello, Hezbollah mira los sucesos en Siria desde un punto de vista estratégico ya que las armas iraníes pasan por Damasco pero una participación directa en el conflicto –si bien aseguraría el lazo logístico- pondría a los sunitas libaneses en su contra y su prestigio entre los árabes se vendría abajo; además Hezbollah tiene su propia lucha contra el TEL que amenaza con convertirse en algo más que una piedra en el zapato.

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