El ministro de Energía libanés, Gebran Bassil, luego de una reunión con el Primer Ministro, Najib Mikati, dijo que llevaría a cabo una conferencia de prensa previa a la sesión de Consejo de Ministros para discutir el tema de la electricidad. Bassil, negó que sus conversaciones con Mikati estuviesen destinadas a examinar la cuestión para evitar una nueva división dentro del gabinete de gobierno; Bassil señaló que Mikati y él están trabajando para encontrar una solución conjunta antes de la sesión del gabinete del miércoles. Los ministros de la comisión encargada de estudiar las diferentes opciones para ayudar a aumentar la producción de electricidad en el país también son parte dentro de las opciones a implementarse.
Mikati dijo que el tema de la electricidad era "técnico" y no "político". El tema de la energía eléctrica ha provocado una controversia ya que el Primer Ministro Mikati tenía sus reservas sobre la propuesta de ministro de Energía Bassil de alquilar barcos de generación de energía; Mikati sostiene que el tema de la electricidad necesita una solución permanente y no una temporal.
Contrapropuesta al arrendamiento de naves de producción de electricidad, Mikati desea licitar la construcción de plantas de energía que son más eficaces en costo-beneficio y seguirán siendo propiedad del Estado. Después de consultas con las empresas internacionales, se demostró que el costo de construir una nueva central eléctrica para producir 500 MW (ciclo único) costaría unos u$s 480 millones y demoraría un máximo de un año desde la aprobación a la generación mientras que tendría una vida útil de 25 años.
Líbano produce menos de 1.400 MW de electricidad, pero sus necesidades de energía son superiores a los 2.500 MW. En el informe citado por Mikati, el costo de construir una nueva central eléctrica se contrasta con el alquiler de barcos a partir de dos compañías extranjeras: los informes dicen que costaría u$s 429 millones el alquiler del buque Karadeniz o el Marine Waller -que producen cada uno 180 MW durante 5 años-.
El infome de factibilidad sostiene que el Karadeniz se conectará a la planta de energía de Zouk durante un período de cuatro meses, a un costo de u$s 0,0653 por kWh para transferir el poder, para ello el consumo de un promedio de 214 g / kWh hay que añadir el acuerdo del gobierno de consumir un mínimo de 8.100 horas de electricidad al año. Por lo tanto, sólo el alquiler de los equipos -sin incluir el costo del fuel-oil pesado- durante un período de cinco años costaría u$s 429 millones.
Bassil ha advertido que si el gobierno no llega a soluciones, tanto a corto como a largo plazo, para la producción de electricidad del país la mayor parte de Líbano podría sufrir casi 12 horas de cortes de electricidad al día; el déficit del consumo de 2400MW frente a los 1500 MW producidos se acentuará en el verano donde el consumo alcanza sus picos máximos.
En un país políticamente volátil por los acontecimientos en Siria, cualquier excusa podría iniciar una disputa. Por el momento solo se mantiene en plano de las acusaciones cruzadas, tal como la efectuada por Boutros Harb, de la Coalición 14 de Marzo, que denunció la falta de idoneidad del ministro Bassil por su solución de alquilar los barcos sin pensar en el gasto público.
Mikati, sin lugar a dudas, desea evitar todo tipo de confrontación dentro de su gabinete ya que sería el principio de una fragmentación mayor, pero el tema de la electricidad está al tope de la agenda cotidiana de los libaneses por lo que deberá darle algún tipo de solución concreta y no una mera declaración politica.
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