martes, 31 de enero de 2012

Líbano y la aplicación de la política de desvinculación para Siria


El Consejo de Seguridad discutirá hoy un proyecto de resolución que condena la represión mortal del gobierno sirio contra los manifestantes, aunque Rusia ya ha manifestado que se opone al texto propuesto e insistió en la necesidad de mantener conversaciones informales con representantes de la oposición y el régimen; pero el opositor Consejo Nacional Sirio (CNS) adelantó que rechaza todo diálogo con el régimen sirio hasta que Al-Assad se retire del poder.

Líbano podría no apoyar la resolución de la ONU, que permitiría a la comunidad internacional una intervención directa en Siria, por temor a las repercusiones negativas que esto podría tener en el equilibrio político interno de Líbano debido a la delicada posición del gobierno de la Coalición 8 de Marzo. Los disturbios en Siria han dividido el panorama político libanés en dos bandos rivales que coinciden con los actuales sectores políticos: la Coalición 08 de Marzo -encabezada por Hezbollah- apoya al gobierno del presidente Bashar Al-Assad y la Coalición 14 de Marzo que ha mostrado su solidaridad con los manifestantes anti-régimen y es oposición del actual gobierno libanés.

El ministro libanés de Relaciones Exteriores, Adnan Mansour, adelantó que aún no ha determinado la posición del Estado libanés sobre la situación de Siria durante la reunión de ministros de Relaciones Exteriores árabes y subrayó que Líbano no será excluido de la decisión árabe, y agregó: "Tenemos que saber lo que la posición árabe es y si es en interés de Siria, ya que cualquier decisión que influirá en la estabilidad de Siria también influyen en Líbano”.

El embajador sirio en Líbano, Ali Abdel Karim Ali, afirmó que la mayor cantidad de armas de contrabando proviene de Líbano y que el contrabando de armas y hombres, el albergue de los desertores y mercenarios no responden a una política de desvinculación además los actos terroristas, nutridos por el contrabando de armas y la ayuda al Ejército Libre Sirio (ELS), perjudican las relaciones entre Líbano y Siria.

Mansour ha sido objeto de duras críticas desde la Coalición 14 de Marzo, respecto de su posición en las reuniones de la Liga Árabe, pero continúa defendiendo la política libanesa de desvincularse de los disturbios en Siria; Mansour sostiene que la política de disociación no es una innovación libanesa y no significa que una no-posición, sino que obliga a Líbano a cumplir con la posición adoptada. Para el Ministro de RREE libanés, las relaciones especiales entre Líbano y Siria llevan a tomar las decisiones en base a lo que es bueno para los intereses de Líbano, en primer lugar, y luego en relación a los lazos especiales existentes entre Líbano y Siria, en virtud de la situación geográfica, la historia familiar, la situación comercial y económica.

Siria es el último estado de la región sobre el cual Rusia tiene una influencia política e intereses geopolíticos –por caso la base naval de Tartus-; por lo que después de perder a Libia difícilmente ceda a favor de la intervención occidental sobre su último aliado en la región. Esto lleva a pensar que tipo de salida se podría alcanzar que satisfaga los intereses de Rusia y al mismo tiempo no altere el enfoque occidental de la situación en Siria, mientras es inevitable el periodo actual de punto muerto de la situación.

Para Siria, se trata de una guerra civil en el horizonte y la reconstrucción de su sistema de gobierno en un escenario con fragmentaciones étnico-religiosas. Pero para Líbano, que ya pasó por este periodo de guerra civil, se abre un nuevo escenario donde los países sunitas del Golfo van a comenzar a extender su influencia usando los ingresos del petróleo; la ecuación del poder libanés, con Siria fuera del juego, se verá afectada y los sectores chiitas liderados por Hezbollah no cederán sus logros frente a la avanzada sunita.

Hezbollah llevó al control del sistema parlamentario a los chiitas -si bien Najib Mikati es sunita- y había deslizado la posibilidad de revisar los Acuerdos de Taif sobre el reparto de los cargos políticos de acuerdo a los credos; por otra parte la resistencia islámica es un Estado dentro del Estado que cuenta con armas propias y un sistema de beneficencia aceitado. Una vez que Al-Assad caiga y los sectores pro-Hariri retomen el impulso, la puja por el poder con Hezbollah será inevitable.

No hay comentarios: