Robert Watkins, Coordinador Interino Especial de las Naciones Unidas para Líbano, discutió Ammar Musawi, Jefe de RREE de Hezbollah, la Resolución 1701; aprobada en agosto de 2006 e insta a un cese de hostilidades entre Líbano e Israel luego del conflicto entre Israel y Hezbollah. En un comunicado difundido tras la reunión con Musawi, Watkins señaló que se tuvo una discusión muy buena sobre la situación en Líbano, en particular relacionadas con la aplicación de la resolución 1701 y los requisitos que aún se deben cumplir para poder ser capaces de pasar de el actual cese de las hostilidades a un alto el fuego permanente.
Watkins informó a Musawi sobre los preparativos para el próximo informe de la ONU sobre la aplicación de la resolución 1701, tras la visita de Ban Ki-moon a Líbano; se espera que el informe sea presentado al Consejo de Seguridad a finales de febrero. El Coordinador también reiteró la esperanza de ONU que Líbano continuará procurando la protección de su estabilidad y seguridad, particularmente a la luz de los acontecimientos en el mundo árabe.
El líder de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, rechazó el llamado de las Naciones Unidas para desarmar a la resistencia, afirmando que estaba decidido a mantener una capacidad militar para defender al Líbano; burlándose de la demanda del Secretario General, Ban Ki-moon, sobre que las armas de Hezbollah eran un motivo de preocupación Nasrallah dijo que la preocupación Ban los tranquilizaba pero lo que les importaba era que EE.UU. e Israel estuviesen preocupados.
Hezbollah, que combatió con una asombrosa capacidad durante un mes con Israel en 2006, no solo ha rechazado la resolución que exige la entrega de su arsenal militar -como lo hicieron los otros libaneses al final de la guerra civil de 1975-1990- sino que el movimiento se ha vuelto a armar después, del conflicto de 2006, con sistemas misilísticos antiaéreos y nuevos cohetes de largo alcance.
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