Esta mañana, el ministro de Cultura y Orientación Islámica de Irán, Sayyed Mohammad Ali Hosseini se reunió con el líder de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah. Al ser consultado sobre la situación en Siria, Hosseini dijo que el panorama es diferente y que ve a Siria y a Líbano en la misma trinchera, en la confrontación contra Israel y EE.UU., además señaló que las reformas en Siria han comenzado.
Hosseini culpó a EE.UU. por los disturbios en Siria, pero elogió el cambio político en Túnez, Egipto y Libia a los que calificó como el resultado de levantamientos populares. Hosseini recorrió varias ciudades y aldeas libanesas cerca de la frontera con Israel e incluyó una visita al museo de Hezbollah en el pueblo de Mlita y la Puerta de Fátima, en la localidad de Kfar Kila; acompañado por el jeque Nabil Qaouk, jefe adjunto del Consejo Ejecutivo de Hezbollah, Hosseini también visitó la prisión de Jiam, un antiguo centro de detención dirigido por Israel durante la ocupación israelí del sur del Líbano.
Hosseini señaló que Teherán está dispuesto a comprometerse en actividades culturales conjuntas, como la producción de películas y la celebración de semanas culturales en ambos países, pero el mayor interés iraní radica en la posición de poder que ocupa Hezbollah dentro del gobierno libanés. A partir de 2011, el gobierno libanés está dominado por Hezbollah y sus aliados de la Coalición 8 de Marzo bloque, hecho que ha profundizado los lazos económicos y políticos entre Irán y Líbano en los últimos años; desde 2009 los funcionarios iraníes y libaneses han celebrado varias reuniones para analizar temas económicos de interés mutuo, recientemente se firmó un Memorando de Entendimiento de u$s 50 millones para aumentar la cooperación en el sector energético.
La visita de Hosseini se produce a días de la visita del Secretario General de ONU, Ban Ki-moon, y su renovada demanda de desarmar a Hezbollah al tiempo que la situación en Siria se ha deteriorado en las últimas semanas con la aparición de los rebeldes armados. Este fin de semana se conocerá el informe de la misión de observadores de la Liga Árabe sobre Siria, Qatar adelantó la posibilidad de enviar tropas árabes al terreno y los países occidentales han pedido que el informe sea elevado al Consejo de Seguridad para que ONU decida los pasos a seguir en Siria.
Dentro de este escenario, Hezbollah se vería amenazado si el régimen de Bashar Al-Assad cae o es vigilado por tropas extranjeras ya que las líneas logísticas de Teherán a Beirut que pasan por Siria se verían comprometidas; peor aún sería que frente a una eventual caída del régimen sirio, funcionarios iraníes le pidan a Hezbollah que colaboren con Al-Assad para sostenerse en el poder. Si Siria cae, Irán también vería reducida su área de injerencia dentro de la región.
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