lunes, 5 de diciembre de 2011

Líbano y el corredor económico para Siria


Líbano e Irak están a punto de darle corredores económicos a Siria, que se encuentra profundamente afectada por la crisis -sin violar las restricciones de forma explícita- y ello le aportaría cierto alivio a Damasco. La Liga Árabe aprobó la semana pasada una serie de sanciones contra el gobierno sirio, éstas medidas son la primera vez que el bloque de estados árabes aplica sanciones punitivas de tal magnitud contra uno de sus miembros, entre las que se destacan la congelación de sus activos en los países árabes, la suspensión de las transacciones con el Banco Central Sirio, la prohibición inmediata de las transacciones con Damasco y la suspensión de los vuelos a los Estados árabes.

Siria se esfuerza por absorber las sanciones de la UE, EE.UU., Turquía y ahora de la Liga Árabe con una política exterior activa hacia los pocos gobiernos regionales que no se han vuelto contra Damasco; las recientes sanciones han dañado la confianza de la libra siria en relación al dólar y ello se suma a las pérdidas en los ingresos estatales por el turismo, petróleo y comercio internacional.

Una delegación de empresarios iraquíes llegaron a Siria con el objetivo de "mejorar las relaciones comerciales y de inversión entre Siria e Irak", de acuerdo a la agencia de noticias estatal siria (SANA). En momentos en que otros países árabes están llamando sus embajadores, Irak envío a más de 100 hombres de negocios de Siria en un esfuerzo por impulsar el comercio bilateral; la visita de una semana produjo un pacto diseñado para impulsar el creciente comercio bilateral que ya supera los u$s 2 mil millones. También es una señal de la influencia iraní sobre el gobierno iraquí que ha presionado a Bagdad para que ayude a Damasco.

No está claro cómo afectarán las sanciones al sector bancario de Líbano. Los bancos libaneses mantienen estrechos vínculos con Siria, pero también están bajo el escrutinio internacional y existe el miedo un riesgo reputacional; los banqueros libaneses se enfrentan a señales contradictorias y confusión sobre si sobre cómo las sanciones se llevarán a cabo: mientras el ministro de Relaciones Exteriores dice que Líbano no aplicará esas normas, Nicolas Nahas -ministro de Economía- dijo que lo haría, y Riad Salameh - Gobernador del Banco Central de Líbano- señala que no son necesarias esas medidas porque las instituciones libanesas no tienen depósitos sirios.

Desde el sector bancario libanés, se han incrementado las precauciones adicionales para permitirle a los sirios que abran cuentas corrientes o cajas de ahorro y han endurecido la supervisión de las transacciones; aunque todo parece indicar que el flujo de capitales sirios aterrizarían en Beirut dándole un beneficio a la economía local, ello no sería tan directo ya que los depósitos de empresarios sirios en bancos libaneses –aun por medio de ciudadanos libaneses- acarrearía una violación clara de las sanciones sin embargo que sólo traerá más presión y dolores de cabeza a Líbano.

Sin embargo, Salameh reconoció que los trastornos políticos en muchos países árabes han tenido efectos graves en la mayoría de las economías de Oriente Medio, incluido en la de Líbano. El PIB de Líbano creció 7,5 % anualmente entre 2007 y 2010, sin embargo, las últimas previsiones de crecimiento del país se han reducido de un máximo del 7 % a un mínimo del 1,1 %; por otra parte Salameh también negó los informes de flujo de ilegales de Damasco hacia Beirut y señaló que los depósitos rondaron un 5,4 % en los primeros ocho meses de 2011, en comparación con el 7,3 % en los primeros ocho meses de 2010.

El volumen de comercio entre el Líbano y Siria no es significativo, ya que las exportaciones sirias a Líbano son relativamente pequeñas en comparación con otros países de la región; sin embargo, los agricultores y los industriales están obligados a trasladar la mayoría de sus productos a través de Siria, ya que el costo de transportar estos productos por vía aérea aumentará los costos.

El Ministro libanés de Economía, Nicolás Nahhas, dijo que un gran volumen de las exportaciones de Líbano van a través de Siria, ya que es única vía terrestre que posee erra sólo para Líbano -Israel está técnicamente en guerra con Líbano- y el comercio bilateral ronda el 60% de exportaciones libanesas a Siria y ello no tendría un gran impacto directo sobre Líbano. El problema surge con el tema del transporte, ya que Líbano depende del turismo vía Siria, procedente de los países árabes o de la propia Siria; esta actividad se ha reducido enormemente con una reducción del 25% y ello afecta también a otros países árabes.

Ciertamente, Líbano no sufrirá a causa de las sanciones hacia Siria, pero si se comenzará a ver un distanciamiento entre los partidos políticos locales sobre la crisis de Siria y ello provocará un realineamiento de los diferentes actores políticos libanes; la ayuda de sectores políticos libaneses a la economía del régimen sirio supondrá un impacto directo en la propia economía libanesa que depende las inversiones de los países sunitas del Golfo, Turquía, EE.UU. y la UE coincidentemente los principales adversarios de Siria.

El hecho que Líbano sea un paso para el contrabando de la mercadería siria o que nacionales libaneses sean utilizados como intermediarios para depositar los fondos de empresarios sirio en Beirut no significa que la economía libanesa se verá beneficiada.

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