jueves, 8 de diciembre de 2011

Líbano y el realismo político


El ex primer ministro, Saad Hariri, dijo que "abiertamente y con orgullo" apoya el levantamiento del pueblo sirio, un día después de que el líder de Hezbollah Sayyed Hassan Nasrallah, reiteró su apoyo al régimen sirio. "Si Hezbolá apoya abiertamente al régimen sirio de manera abierta y son fieles a la revolución de Siria y el pueblo sirio", dijo Hariri a sus seguidores de Twitter.

Mientras tanto, los legisladores del bloque Futuro de Hariri coincidieron en que el discurso de Nasrallah y su aparición en público estuvo destinada a impulsar la moral en baja de sus seguidores ya sus aliados regionales "están cayendo" sumada a la financiación del Tribunal Especial para Líbano, algo a lo que la resistencia islámica se había opuesto fervientemente.

Ello coincide con el envío de una carta de la Secretaria de Estado Hillary Clinton al Primer Ministro Najib Mikati, donde le expresa su alegría la decisión de ésta de transferencia de acciones del Líbano de los fondos al TEL; el miércoles Mikati transfirió los fondos por u$s 32 millones -el 49 % de la financiación del TEL- luego de una fuerte tensión política en Líbano.

Mohammad Safadi, ministro de Finanzas, dijo que el papel de Hezbollah como una resistencia armada en la Defensa de Líbano sería discutible si el ejército estuviese totalmente equipado y entrenado. Los comentarios de Safadi se produjeron durante una reunión -en su visita oficial a Washington- con miembros de la Cámara de Representantes; luego del la Subsecretaria de Estado adjunto para Asuntos del Cercano Oriente, Elizabeth Dibble, Safadi reiteró la solicitud libanesa a EE.UU. de equipar al ejército.

EE.UU. ha proporcionado alrededor de u$s 100 millones anuales en ayuda militar a Líbano desde 2005, aunque los fondos fueron puestos temporalmente en suspenso en agosto pasado, debido al creciente temor que las armas suministradas fuesen a manos de Hezbollah que lidera la gobernante Coalición 8 de Marzo. Este temor ha sido supuestamente superado ya que la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, prometió al Primer Ministro Najib Mikati que EE.UU. continuará con su ayuda al ejército libanés y -por otra parte- el comandante del Ejército libanés, General Jean Kahwagi, viajó a los EE.UU. en octubre en una visita oficial para solicitar la prórroga del programa de ayuda militar.

El primer ministro Najib Mikati dijo tras su reunión con su homólogo ucraniano, Mykola Azarov, que "no se puede aislar el Líbano."

Y aquí parece radicar la explicación de este aparente cambio de política por parte de Mikati. La cuota libanesa al TEL era una cuestión más simbólica que practica, ya que el pago o no de los u$s 32 millones no iba a impedir la continuidad del TEL, por otra parte ceder a la presión de Hezbollah le enviaría un mensaje duro a la comunidad internacional que viene presionando a su vecino sirio y a Irán.

Este cambio también se explica desde los reacomodamientos que hay en la región. Turquía junto a la UE y EE.UU. están delineando las nuevas alianzas regionales y frente a la inestabilidad siria sumado el aislamiento internacional sufrido por Irán, el ajuste libanés era una cuestión de tiempo. La presencia de funcionarios americanos en Beirut y el resurgimiento de los sectores afines –por caso Hariri- son indicadores de las disputas entre los intereses chiitas –contenidos por la situación iraní- y sunitas –favorecidos por la situación siria- dentro de Líbano.

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