martes, 11 de octubre de 2011

Líbano mira a Siria y escucha a Irán


El embajador iraní, Ghadanfar Rukn Abadi, se reunió con su par libanés, Adnan Mansour; los temas abordados fueron varios pero principalmente el dialogo giró en torno a la situación en Siria y a la cuestión del armamento libanés.

Abadi sostuvo que el pueblo sirio conseguirá lo que demanda de su gobierno bajo el liderazgo del presidente Bashar Al-Assad y añadió que la situación en el país estaba mejorando. Irán ha expresado su escepticismo acerca de las protestas contra el gobierno en Siria -haciéndose eco de declaraciones de Al-Assad- que los levantamientos en el país son parte de una conspiración contra los dirigentes sirios.

Abadi también dijo que Irán estaba dispuesto a proporcionar ayuda militar a Líbano, en un intento por fortalecer los lazos militares entre los dos países, particularmente en términos de equipamiento para hacerle frente a la ocupación israelí. Consultado sobre si la ayuda militar de Irán entra en conflicto con el programa de ayuda militar de EE.UU. para Líbano, Abdai dijo que Irán trabaja sobre la base de principios y la creencia de apoyar a aquellos con derechos en cualquier lugar del mundo.

Ahmad Fatfat, parlamentario del Bloque Futuro, dijo que el Primer Ministro Najib Mikati iba a renunciar si el presidente sirio Bashar al-Assad así lo decide. Fatfat señaló que las declaraciones que Mikati renunciará si el gobierno no aprueba los fondos para el Tribunal Especial para Líbano (TEL) es una broma y que ofenden a la inteligencia del pueblo libanés ya que el intercambio de mensajes entre Hezbollah y Mikati en los medios de comunicación es parte de un papel previamente establecido de distribución de plan destinado a mejorar la imagen de éste en los ojos de la comunidad internacional.

Jean Ogassapian, también del Bloque Futuro, dijo que su Movimiento nunca va a intervenir en la evolución de la seguridad de Siria; Ogassapian también dijo que el Primer Ministro Mikati prometió al pueblo libanés y la comunidad internacional comprometerse con las obligaciones internacionales, pero aún no ha hecho ningún paso claro en esta dirección.

Por otro lado, el ex patriarca maronita, cardenal Nasrallah Sfeir, dijo que no visitó a Siria durante su mandato porque la visita habría significado la adhesión a las políticas de Siria. Sfeir también reiteró su apoyo a la justicia internacional, y agregó que la justicia no puede lograrse sin tener que pagar su precio, en una clara alusión a la necesidad que Líbano gire los fondos al TEL.

Líbano sigue influenciado por las encrucijadas del Medio Oriente, mientras que Siria desea mantener un nivel de injerencia sobre Beirut acorde a sus posibilidades -ahora limitadas por su situación interna- los partidos políticos libaneses cercanos a Hariri salen a criticar cualquier movida del Primer Ministro Mikati contraria a sus intereses, mientras que desde la coalición gobernante, liderada por Hezbollah, se busca consolidar la influencia interna.

Es por ello que ante la debilidad siria y al aumento de la presión de los sectores sunitas pro-occidentales y sauditas, se ha incrementado las visitas y apoyos de funcionarios iraníes para Líbano. Aunque todavía no resulta del todo claro cómo terminarán las manifestaciones en Siria, muchos en Beirut ya buscan un nuevo aliado.

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