viernes, 14 de octubre de 2011

La Embajada de Siria y los secuestros en Líbano





Ali Abdul Karim Ali, Embajador sirio en Líbano, negó los informes que sostenían que la embajada estaba involucrada en el secuestro de miembros de la oposición siria que han desaparecido en el Líbano, llamando a tales acusaciones "infundadas". En declaraciones tras una reunión con el ministro de Exteriores libanés, Manssour Adnan, el Embajador Ali señaló que le parecían extrañas las afirmaciones del Jefe de la Fuerza de Seguridad Interna (FSI) Libanesa, Gral. Ashraf Rifi, que responsabilizaba al personal sirio con los secuestros.

El embajador de Siria, acusó a algunos funcionarios libaneses y a diputados de intentar socavar su país, concretamente dijo que el desempeño de algunos funcionarios en contra de Siria exige una reconsideración. Por su parte, Mansour señaló también que la policía libanesa en las últimas semanas había detenido a varios traficantes que enviaban armas a Siria.

Las acusaciones contra el Gral. Ashraf Rifi de participar, junto con personal de la FSI, en el secuestro de figuras de la oposición siria en el Líbano se basan en pruebas concretas e irrefutables, según se afirmó durante una reunión de la Comisión parlamentaria de DDHH donde concretamente se hizo referencia a dos casos de secuestros de alto perfil.

Las fuentes dijeron que los miembros de la FSI estuvieron involucrados en el secuestro de tres hermanos sirios de la familia Jasem -en febrero- después de que dos de ellos fueron a recoger a su hermano, Jasem Merii, de una estación de policía al este de Beirut; Human Rights Watch dijo que Jasem fue marcado por agentes de Inteligencia militar en Beirut después de haber sido visto repartiendo volantes que llamaban a un cambio democrático en Siria. El otro caso es la desaparición -en mayo- de Shibli Aisamy, un disidente y ex alto funcionario del partido Ba´ath sirio de 86 años de edad, quien fue secuestrado en Aley.

Fuentes de seguridad indicaron que tanto la FSI y las autoridades judiciales habían llevado a cabo los interrogatorios por separado, con el jefe de la unidad de guardia sirio embajada libanesa -1er. Teniente Salah Hajj- después de haber recibido la información que implicaba a la delegación de Siria en el Líbano. Salah Hajj es el hijo del General Mayor Ali Hajj -ex jefe de la FSI- que se lo vinculó junto a otros tres generales libaneses durante cuatro años por su presunta participación en el asesinato de Hariri en 2005.

Por el contrario, Rifi dijo la FSI había recogido "información peligrosa" que apunta a la participación de la Embajada de Siria en la desaparición de Shibli Aisamy, también dijo que personal de la Embajada y de la FSI estuvieron involucrados en el secuestro de los tres hermanos Jasem. La evidencia presentada por Rifi se basó en los documentos, agentes del servicio secreto, imágenes, vídeo desde cámaras de vigilancia instaladas en el estacionamiento de la Embajada de Siria y a lo largo de las calles que rodean la embajada, así como testimonios de los testigos.

Rifi añadió que la FSI no pudo recuperar Sader, o arrestar a sus captores, debido a que la FSI no pudo llevar a cabo la operación de búsqueda y rescate en los suburbios del sur de Beirut, declaración que atrajo duras críticas de los diputados de Hezbollah. El parlamentario Nawwar Sahli negó que la FSI no tenga acceso a los suburbios del sur de la capital, diciendo que el área estaba abierta a cualquier persona; de hecho el bloque de Hezbollah le preguntó a Rifi si estaba expresando su opinión personal o era en nombre del Ministerio del Interior.

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