miércoles, 13 de junio de 2012

Líbano reforzará la vigilancia de sus fronteras


El Primer Ministro libanés, Najib Mikati, reiteró su promesa de continuar su lucha contra el tráfico ilegal de armas a través de la frontera entre Líbano y Siria o que esa zona sea utilizada como un conducto para el contrabando de equipos o insurgentes hacia Siria; del mismo modo, Mikati dijo que no permitirá la creación de una zona gris o un ambiente donde el terrorismo o el extremismo pueda operar. Los comentarios de Mikati se produjeron a la salida de una reunión en Yarze, con el Ministro de Defensa, Fayez Ghosn y el comandante del Ejército libanés, Gral. Jean Kahwagi, después que la reunión del Diálogo Nacional aprobó la iniciativa para dotar a las FFAA libanesas de más equipos.

Sumado a lo antes mencionado, existe una sucesión de secuestros que han golpeado a Líbano a lo largo de su frontera, por ejemplo el domingo cuatro alawitas sirios y un chiita fueron raptados en la frontera con Siria después de un libanés sunita fue secuestrado en la misma región; los secuestros “ojo por ojo” se han incrementado en la región de Wadi Khaled –de mayoría sunita- entre los dos países, donde las tensiones han sido grandes entre los partidarios y opositores al régimen sirio.

La decisión del poder político libanes de dotar al ejército de los medios operativos necesarios para sus operaciones responde a una deuda histórica que se remota a la ocupación siria, ya que esas FFAA se encargaban de la seguridad fronteriza y esto ha generado una incapacidad crónica en Líbano para resolver los crecientes conflictos en el propio país. Sumado a esto, las fronteras son utilizadas desde antes de las revueltas en Siria como ruta de contrabando, este fenómeno se mantiene solo que ha variado la mercadería transportada.

La afirmación de Mikati viene como respuesta a los varios incidentes vinculados con la crisis en Siria y que han dado lugar a los recientes episodios que incluyeron violentos enfrentamientos entre los diferentes grupos sectarios libaneses y que dejaron decenas de personas asesinadas. Pero aunque existe un miedo grave compartido por todas las partes en Líbano sobre que la violencia en Siria se puede diseminar a través de la frontera, el verdadero problema son las armas que se encuentran en poder de los libaneses para ser utilizadas en Líbano.

La ausencia del Estado libanés por diferentes motivos a lo largo de las últimas décadas ha propiciado la existencia de partidos políticos como Hezbollah que intentando suplir ese rol estatal, no solo con la asistencia social, sino con armas y una agenda de política exterior. Es por eso que ahora esas armas fuera del poder estatal responden a un sistema de alianzas que no son compartidos por el Estado libanés y sectores políticos; puede incrementarse el tráfico de armas a los rebeldes sirios pero el verdadero peligro para Líbano no son las armas que pasan por su frontera hacia Siria sino las que se quedan y dictan la forma en que deben conducirse las decisiones estatales.


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