De acuerdo con recientes informes de prensa israelíes, los funcionarios militares de Israel están preocupados porque los incidentes en Siria estén forzando poco a poco a las autoridades sirias a colocar parte de su arsenal de misiles balísticos bajo la protección de Hezbollah, en Líbano. Las especulaciones han aumentado con un vídeo -subido a YouTube- donde se muestra a un convoy de vehículos militares, entre ellos cuatro transportes que llevan misiles Scud, conduciendo por una carretera supuestamente en la zona de Damasco.
Las acusaciones sobre que Hezbollah había adquirido el control de misiles Scud no es nuevo y por primera vez en abril de 2010, comenzaron a circular informes -aunque eran contradictorios- sobre si los misiles habían entrado de hecho a Líbano. Los avances de los rebeldes aparentemente comenzaron a cambiar la ecuación de los enfrentamientos, ahora con mayor capacidad y armas, al punto de tomaron brevemente a principios de este mes una base militar cerca de Al-Ghantou, en Homs, y las imágenes de video tomadas por los combatientes que mostraban varios SA-2 misiles antiaéreos en sus lanzadores a la intemperie; un contraataque posterior de las tropas sirias obligó a los rebeldes a retirarse, pero la inferencia es clara: las bases militares sirios -y las armas depositadas- ya no están fuera del alcance de la oposición armada.
Ahora que los ataques de los rebeldes se están acercando a los objetivos militares sirios, los líderes de Irán y Hezbollah están trabajando en planes para trasladar los misiles a través de Líbano sin exponerlos a un ataque israelí; un plan es contar con el grupo palestino Jihad Islami, en la Franja de Gaza, y explotar la transferencia de los Scud en caso de que detone una ofensiva militar contra Israel durante todo el operativo. Hace dos años, Israel lanzó un ultimátum -a través de Washington- que los misiles Scud serían destruidos si se trasladan las plataformas de lanzamiento a Hezbollah en el Líbano; desde entonces el grupo libanés ha mantenido su hardware más avanzado escondido en las bases militares sirias de Al-Hame y Zabadani, cerca de Damasco.
La preocupación llega en momentos que la Fuerza Aérea israelí se prepara para recibir nuevos interceptores de misiles Arrow 3, equipados con un software mejorado para interceptar misiles Scud de largo alcance y misiles balísticos; por lo que los funcionarios de Defensa israelíes tendrían la capacidad de impedir la transferencia atacando los convoyes en Líbano o si esto llegase a ocurrir, Israel tendría que decidir si hacer caso omiso de dicha transferencia para evitar que la situación degenere en una guerra con Siria y Hezbollah. En caso que Hezbollah decidiese usar los misiles contra Israel, el Estado judío dispondría de la capacidad de derribarlos con los Arrow.
Por otra parte, un ataque israelí contra Siria podría proporcionarle a Al-Assad la oportunidad de usar a Israel como chivo expiatorio y desviar la atención sobre la represión; pero por otro lado, la entrega de misiles Scud D a Hezbollah sería un aumento significativo de las capacidades de la organización ya que los Scud D tienen un alcance de unos 700 km. y puede transportar ojivas no convencionales.
En los próximos meses, el Ministerio de Defensa israelí planea llevar a cabo su prueba de la primera intercepción de Arrow 3, y se determinará sus capacidades concretas para lidiar con los misiles de largo alcance, como Irán balísticos Shahab y Sajil y misiles Scud D de Siria. El sistema Arrow es superior al sistema dual de defensa de Israel, complementada por “Cúpula de Hierro” de cohetes de corto alcance y David´s Sling, que está en desarrollo para ser usado contra cohetes de mediano alcance y misiles de crucero.
Un pequeño número de oficiales de la CIA están operando en secreto en el sur de Turquía, ayudando a los rebeldes sirios a través de la frontera y decidiendo sobre quienes recibirán las armas para luchar contra el gobierno sirio, según funcionarios estadounidenses y oficiales de Inteligencia árabes; las armas, incluyendo rifles automáticos, granadas propulsadas por cohetes, municiones y algunas armas antitanques, están siendo canalizadas principalmente a través de la frontera con Turquía a través de una red oscura de los intermediarios como los Hermanos Musulmanes de Siria y pagados por Turquía, Arabia Saudita y Qatar.
La llegada de nuevos un flujo importante de armas y municiones a los rebeldes ha cambiado la naturaleza de la respuesta del gobierno sirio: los ataques por aire cada vez son más feroces y los asaltos de artillería por el gobierno tienen la intención de contrarrestar la mejora de la coordinación, las tácticas y el armamento de las fuerzas de la oposición. Pero la iniciativa la mantiene el régimen de Al-Assad, ya que cuando quiere tomar algún lugar pone la configuración adecuada de fuerzas en el terreno y puede hacerlo; lo ha variado la ecuación es que ahora la oposición está elevando el costo de ese tipo de operaciones forzando al régimen sirio a emplear más equipos como los helicópteros de ataque.
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