Las importaciones de diesel del sector privados en Líbano aumentó en abril y mayo, tres veces desde el año pasado a 106.000 toneladas en abril, más de lo que se puede explicar por cualquier aumento en el consumo interno. Los datos indican que las facciones libanesas están en el contrabando del combustible en Siria, donde los suministros son extremadamente difíciles debido a las sanciones de Occidente. El aumento de las importaciones privadas ha continuado en mayo, con las importaciones libanesas diesel alrededor de dos veces más que en mismo periodo del año anterior, en torno a 51.000 toneladas.
Parte del problema es que Líbano ha tenido cortes de electricidad en centrales que son alimentadas con diesel y ahora estarían subsanados, sin embargo, hay sin duda que el contrabando en la frontera con Siria es una tendencia histórica. En parte este fenómeno se debe a que esas fronteras existen en el mapa y sólo los intercambios entre los libaneses y los sirios tienen lugar sobre una base diaria. Hay poca presencia estatal para impedir el contrabando y lo ello desestabiliza a Líbano.
Mohammad Raad, parlamentario de Hezbollah, advirtió sobre la posibilidad de una guerra civil sectaria en el país y dijo que el Diálogo Nacional y las armas de Hezbollah son igualmente esenciales; al mismo tiempo Raad pidió la cooperación de las distintas partes "para controlar y hacer frente a nuestros problemas de la mejor manera." El parlamentario oficialista dijo ignorar el caos de seguridad y la aparición de las armas, así como el pedido al ejército libanés para que salga de ciertas zonas.
Por su parte el líder del Partido Kataeb, Amin Gemayel, pidió a Siria que no alivie la presión de la crisis en su país mediante la provocación de disturbios en Líbano y dijo que Hezbollah no tardaría en darse cuenta de que sus armas ya no eran requeridas por Líbano. Gemayel dijo que Líbano no tenía ningún interés en involucrarse en la crisis de Siria "porque el conflicto es mucho más grande que nosotros" y señaló su preocupación ante los informes provenientes de la cuidad siria de Homs sobre que las casas cristianas y lugares de culto estaban siendo allanados.
El polémico jeque libanes, Ahmad Asir, encabezó ayer una protesta contra el régimen sirio en la ciudad de Sidón -tradicional bastión de Hezbollah- condenando a Damasco por la larga represión; los manifestantes marcharon en la plaza de los Mártires en medio de una fuerte presencia del ejército libanés y las Fuerzas de Seguridad Interna.
Las fuerzas de seguridad sirias han impuesto medidas estrictas de seguridad en la frontera sirio-libanesa en Arsal en el Valle de Bekaa y al noreste de la ciudad de Wadi Khaled para evitar que hombres armados y activistas humanitarios, incluso, crucen a Siria; fuentes cercanas señalaron que las fuerzas sirias también han doblado las medidas en las cimas de las montañas con vistas Baalbek y Rayaq.
Cualquier intento por parte de Hezbollah para mantener el tema de las armas lejos de la mesa de debate podría lugar a la obstrucción del Diálogo Nacional, advirtieron fuentes ministeriales ya que sería imposible llevar a cabo mas sesiones si el liderazgo de Hezbollah insiste en dejar el tema de las armas de resistencia fuera de la ecuación de las armas en general que subsisten en el país fueran del control estatal. Por otra parte, la situación en Siria hace que los políticos mantengan sus ojos puestos en Damasco, en particular luego de la retirada de los observadores de ONU.
La pregunta es ¿Siria o Hezbollah? Los políticos libaneses deberán comenzar a discutir inexorablemente la cuestión de las armas –no solo las de Hezbollah- sino también la estrategia de Defensa Nacional; ambos temas son las caras de una misma moneda y por lo tanto no se podrían tratar por separado si se quiere mantener una cierta lógica. Pero una estrategia de Defensa Nacional debería tener como objetivo principal el mantenimiento de la seguridad de las fronteras.
Los acontecimientos en Siria hacen dudar sobre si este es el momento para “sellar” la frontera y peor aún, repeler una incursión del ejército sirio en Líbano como ya ocurrió en el pasado; Hezbollah, por su parte, se siente vulnerable por la situación en Siria y el avance sunita en la región. De la respuesta a la incógnita antes planteada dependerá la continuidad del Dialogo Nacional.
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