Fuentes de la Coalición 8 de Marzo aseguraron que el liderazgo sirio ha empujado a sus aliados, en el Líbano, para acelerar la formación del gobierno, ya que es esencial para ayudar al país de cara a los desafíos internos y externos que se aproximan. La fuente dijo que a pesar de que Siria estaba preocupada por los levantamientos internos, veía a la formación del gobierno en el Líbano con urgencia.
Hace más de tres meses que Mikati trata de formar un nuevo gobierno en reemplazo de Saad Hariri, tras intensas negociaciones sobre el reparto de los ministerios se estima que el único obstáculo importante es la designación del Ministerio del Interior, que está siendo reclamada por el presidente Michel Sleiman, y el líder del Movimiento Patriótico Libre, Michel Aoun.
Las acusaciones y disputas han dificultado más aun las negociaciones. Aoun acusó a Mikati de que no tener ninguna intención de formar un gobierno y reiteró su exigencia de que la cartera del Ministerio del Interior se asignará a un miembro de su bloque. Sleiman, por su parte, informó que se mantiene firme en sostener a Ziyad Baroud en el puesto; se estima que los esfuerzos se estaban orientando hacia "un candidato de compromiso" para el Ministerio del Interior, aceptable para ambas.
A esta ecuación, ya de por sí difícil de resolver para Mikati, se sumó la ola de protestas en Siria y las implicancias sobre Líbano no se hicieron esperar. El Ministro de Obras Públicas interino, Ghazi Aridi, dijo que a pesar de los disturbios en Siria, el liderazgo sirio apoya la estabilidad en el Líbano y la formación de un gobierno.
Nabih Berri, líder del Parlamento, ha dicho que el retraso en la formación del gobierno fue parte de "una conspiración" contra el Líbano y Siria. El jeque Abdel-Amir Qabalan, vicepresidente del Consejo Superior chiita, llamó a la formación de un gobierno de salvación nacional para salvar al país de las amenazas de inestabilidad como consecuencia de la ola de levantamientos populares que sacude al mundo árabe.
El líder del Partido Socialista Progresista, Walid Jumblatt, advirtió que la Coalición 14 de Marzo pagaría el precio de cualquier caos resultante en Siria, y describió a algunos de los miembros de la coalición como "adolescentes" que trataban a los acontecimientos en el vecino Líbano sobre la base de las suposiciones equivocadas.
El líder druso -un antiguo crítico abierto del papel de Siria en el Líbano- también instó a sus nuevos aliados en la Coalición 8 de Marzo de no para inflar el papel de Coalición 14 de Marzo en el fomento de los disturbios en Siria, ya que las acusaciones contra ellos no eran lo suficientemente fuertes. Jumblatt, también se refirió a Hezbollah –miembro de la Coalición 8 de Marzo- respaldad por Damasco, y defendió las armas de la resistencia islámica argumentando que nadie en Líbano puede desarmar a la resistencia, ni tampoco Israel, por lo tanto, es inviable e ilógico llevar a cabo una batalla absurda con Hezbollah sobre ese tema.
Jumblatt vaticinó que al final, todos tendrán que volver a la realidad, y los chiitas y sunitas en el Líbano deberán convivir uno al lado del otro, por lo que cualquier intento de caos será difícil de pagar por las partes.
Hace más de tres meses que Mikati trata de formar un nuevo gobierno en reemplazo de Saad Hariri, tras intensas negociaciones sobre el reparto de los ministerios se estima que el único obstáculo importante es la designación del Ministerio del Interior, que está siendo reclamada por el presidente Michel Sleiman, y el líder del Movimiento Patriótico Libre, Michel Aoun.
Las acusaciones y disputas han dificultado más aun las negociaciones. Aoun acusó a Mikati de que no tener ninguna intención de formar un gobierno y reiteró su exigencia de que la cartera del Ministerio del Interior se asignará a un miembro de su bloque. Sleiman, por su parte, informó que se mantiene firme en sostener a Ziyad Baroud en el puesto; se estima que los esfuerzos se estaban orientando hacia "un candidato de compromiso" para el Ministerio del Interior, aceptable para ambas.
A esta ecuación, ya de por sí difícil de resolver para Mikati, se sumó la ola de protestas en Siria y las implicancias sobre Líbano no se hicieron esperar. El Ministro de Obras Públicas interino, Ghazi Aridi, dijo que a pesar de los disturbios en Siria, el liderazgo sirio apoya la estabilidad en el Líbano y la formación de un gobierno.
Nabih Berri, líder del Parlamento, ha dicho que el retraso en la formación del gobierno fue parte de "una conspiración" contra el Líbano y Siria. El jeque Abdel-Amir Qabalan, vicepresidente del Consejo Superior chiita, llamó a la formación de un gobierno de salvación nacional para salvar al país de las amenazas de inestabilidad como consecuencia de la ola de levantamientos populares que sacude al mundo árabe.
El líder del Partido Socialista Progresista, Walid Jumblatt, advirtió que la Coalición 14 de Marzo pagaría el precio de cualquier caos resultante en Siria, y describió a algunos de los miembros de la coalición como "adolescentes" que trataban a los acontecimientos en el vecino Líbano sobre la base de las suposiciones equivocadas.
El líder druso -un antiguo crítico abierto del papel de Siria en el Líbano- también instó a sus nuevos aliados en la Coalición 8 de Marzo de no para inflar el papel de Coalición 14 de Marzo en el fomento de los disturbios en Siria, ya que las acusaciones contra ellos no eran lo suficientemente fuertes. Jumblatt, también se refirió a Hezbollah –miembro de la Coalición 8 de Marzo- respaldad por Damasco, y defendió las armas de la resistencia islámica argumentando que nadie en Líbano puede desarmar a la resistencia, ni tampoco Israel, por lo tanto, es inviable e ilógico llevar a cabo una batalla absurda con Hezbollah sobre ese tema.
Jumblatt vaticinó que al final, todos tendrán que volver a la realidad, y los chiitas y sunitas en el Líbano deberán convivir uno al lado del otro, por lo que cualquier intento de caos será difícil de pagar por las partes.
Mientras el escenario regional se recalienta por las manifestaciones en Siria, la arena política libanesa es un hervidero de declaraciones y acusaciones cruzadas, muchas de ellas sin fundamentos concretos. El Ministro interino de Estado, Jean Ogassapian, le pidió a Mikati que renuncie ya que no había razón para no formar el gobierno y -desde su visión- el principal problema radica en la falta de voluntad de la otra parte para formar el gobierno y su deseo de paralizar las instituciones constitucionales.
Alan Aoun, sobrino de Michel Aoun, señaló que la decisión de formar el gobierno está en manos de quien está coordinando el proceso de formación y por ende no se entiende la indecisión. Aoun agregó que la demanda del Ministerio del Interior es para lograr una autoridad decisiva para apoyar las reformas.
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