viernes, 8 de abril de 2011

Libano y las injerencias externas



Saad Hariri, Primer Ministro interino de Líbano y líder de la opositora Coalición 14 de Marzo, dijo en una conferencia de prensa que Irán debería dejar de interferir en los asuntos de los estados árabes y sembrar la discordia entre sus pueblos; también indicó que se deben respetar los principios de buena vecindad, en respuesta a las críticas vertidas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán. Esta declaración fue rápidamente rebatida por el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, que respondió a los ataques antes de Hariri diciendo que la posición de Hariri sobre Irán es engañosa y agregó que la misma no es del interés de Líbano y que amenaza la estabilidad de la región".

Mehmanparast aconsejó a Hariri que desarrolle una correcta comprensión de las lecciones de los levantamientos populares de masas árabes en el Oriente Medio, con el fin de evitar depender de Occidente, especialmente los EE.UU. y el sionismo. Hezbollah, desde Líbano, también emitió una declaración condenando las declaraciones de Hariri y lo acusó de alinearse con las políticas de división de los EE.UU. en la región.

El contexto en el que Hariri hizo estas declaraciones, el Foro Económico Líbano -Arabia Saudita en Beirut, ayudaría a entender el porqué de esta escalada retorica fuera del discurso medido que había estado desarrollando Hariri hasta el momento. El hecho que Hariri haya manifestado su intensión de no a dejar el Líbano convertido en un protectorado de Irán y afirmando que la política de Teherán en la región ya no era aceptable, puede explicarse dentro del esquema del conflicto regional chiita – sunnita o iranio – saudita, pero también responde a una dinámica propia del conflicto interno donde los partidos de la Coalición 14 de Marzo han perdido poder e influencia a manos de la Coalición 8 de Marzo liderada por Hezbollah.

Desde la caída de su gobierno en enero, Hariri y sus aliados han tenido duros cruces verbales con Hezbollah, acusándolo de usar sus armas para influir en la vida política en el Líbano y no para defender al país de Israel –como lo asegura Hezbollah- además de exigirle a la resistencia islámica que pongan sus arsenales bajo el control del Estado.

Por otro lado, la visita de Gates, Secretario de Defensa de EE.UU., a Arabia Saudita también influyó en el estado de ánimo de la región. Gates criticó duramente a Irán, y señaló que existían pruebas que los iraníes están tratando de explotar la situación en Bahrein y también y EE.UU. estaba en conocimiento que los iraníes están dispuestos a crear problemas en otras partes.

Al respecto, en un comunicado tras su reunión en Riad, los Ministros de Exteriores de los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) condenaro la "constante injerencia" de Irán en los asuntos de los estados del CCG, en alusión a Bahrein y Kuwait. La posición de la CCG se produjo unos días después de la Comisión de Seguridad Nacional del Parlamento iraní había dicho en un comunicado que Arabia Saudita estaba "jugando con fuego" por el envío de tropas a Bahrein para sofocar las protestas públicas, donde la mayoría chiíta exige reformas políticas a la elite sunnita en el poder.

Mientras tanto, el Primer Ministro designado -Najib Mikati- sigue haciendo progresos en sus intentos de formar un nuevo gobierno, aumentando las esperanzas sobre la posible conformación del gabinete para finales de la próxima semana. Mientras Mikati continúa sus consultas con funcionarios de Hezbollah y del Movimiento Amal, Hezbollah está conduciendo negociaciones directas con el líder del Movimiento Patriótico Libre, Michel Aoun, en un intento por solucionar la brecha entre Aoun y el presidente Michel Sleiman sobre la cartera clave del Ministerio del Interior.

Mikati está llevando adelante una agenda de negociaciones muy ajetreada y dinámica entre las diferentes partes con intensiones de mantener el sistema institucional y democrático, pero mientras que el escenario regional no presente una cierta estabilidad y los actores internacionales expresen sus apoyos hacia los referentes libaneses, será muy dificil que se logre el establecimiento de un gobierno en Líbano.

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