El Primer Ministro designado, Najib Mikati está acercándose a la formación de un nuevo gobierno tras el acuerdo alcanzado por los principales partidos, dentro de un esquema de un gabinete de 30 miembros. Fuentes cercanas a Mikati indicaron que los esfuerzos para formar un gobierno han llegado a una etapa muy avanzada y el Primer Ministro designado estaría satisfecho con los resultados de sus contactos con las distintas partes que han subrayado la necesidad de una rápida formación del Gabinete.
La confianza de Mikati radica en que el proyecto de 30 miembros tiene, en principio, el acuerdo de las partes principales -el MPL, Hezbollah, Amal y el Partido Socialista Progresista, liderado por Jumblatt- y el gobierno espera que sea anunciado a finales de la semana. Bajo esta propuesta de gabinete, 11 carteras serían asignadas al presidente Michel Sleiman, Mikati y al bloque de Jumblatt; mientras que las 19 carteras restantes serían compartidas por Michel Aoun, Hezbollah y Amal.
Sin embargo, junto a los duros conceptos de Hariri contra de Hezbollah e Irán, se han sumado diversos lideres políticos que ven recortada su porción de poder a manos de la Coalición 8 de Marzo y -más concretamente- en beneficio de la resistencia islámica.
El parlamentario Ahmad Fatfat, del Bloque del Futuro de Saad Hariri, dijo que era poco probable que el nuevo gabinete vea la luz pronto, ya que hay algunos obstáculos que frenan el proceso de formación dentro de la nueva mayoría. Fatfat acusó, en la Radio La Voz de Líbano, al líder de Hezbollah –el jeque Nasrallah- de favorecer las posturas de Irán y el interés en los árabes y le preguntó por qué Hezbollah apoya levantamientos en el mundo árabe al tiempo que critica las protestas en otros estados, en referencia a las manifestaciones anti-presidenciales en Irán.
El ex primer ministro libanés, Fouad Siniora, dijo ante la Unión de Asociaciones de Familias de Beirut, que Líbano está atravesando un difícil período de desafíos, que requieren la adopción de una posición de unidad y un retorno a las constantes nacionales; y enfatizó el rol que desempeñó Arabia Saudita en la reconstrucción de los edificios destruidos o dañados durante la guerra, agradeciendo al Reino en nombre de los libaneses.
Dory Chamoun, parlamentario y jefe del Partido Nacional Liberal, dijo que no estaba sorprendido de que Hezbollah defendiese a Irán y sus prácticas inmorales en el Líbano y el mundo árabe; además considera que Hezbollah no representa la política libanesa y que está tratando de esconderse detrás de la legitimidad. Al comentar sobre las acusaciones de Hezbollah de que el Primer Ministro interino Saad Hariri quiere convertir al Líbano en un protectorado estadounidense-israelí, dijo que el hecho que otros tengan planes para convertir en una provincia iraní a Líbano no tiene derecho a acusar a otros de un acto similar.
Después de la final de la Segunda Guerra del Líbano, Hezbollah y varios otros grupos concentraron sus esfuerzos en el fortalecimiento de su influencia en el interior del país. Recuperando su potencial militar, la resistencia libanesa tomó medidas para desarrollar la infraestructura civil libanesa lo que le ha generado el apoyo popular. Por ello no resultó una sorpresa que, luego de la caída del gobierno de unidad nacional de Hariri, Hezbollah validara ese pedazo de poder cimentado por el apoyo de la gran parte de la sociedad y proyectó su influencia con la designación de Najib Mikati, eludiendo a la elite sunita tradicional.
La llegada al poder de Hezbollah puede romper el frágil equilibrio entre los diversos grupos étnicos y religiosos que viven en el Líbano. Los acontecimientos políticos actuales pueden comenzar a cambiar el equilibrio de fuerzas y replantear la cuestión de la división cuantitativa de los poderes en base a los credos; pero el mayor de los peligros que enfrenta Líbano es que vuelva a ser el campo de batalla donde los actores regionales resuelven sus intereses.
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