sábado, 2 de abril de 2011

Hezbollah pide la intervención del gobierno de Líbano




Nawaf Musawi, funcionario de Hezbollah, instó al gobierno libanés a lanzar una campaña para contrarrestar los informes israelíes que señalaban el establecimiento -por parte de Hezbollah- de más de 1.000 instalaciones militares en el sur de Líbano, sentando las bases para un futuro asalto contra el Líbano. Musawi pidió que las instituciones oficiales del Líbano responder a las fugas israelíes sobre los planes militares y de seguridad para atacar el Líbano mediante campañas en los medios de comunicación, políticos y diplomáticos para impedir que Israel fabrique los hechos y se informe al mundo acerca de las masacres israelíes.

Los funcionarios libaneses aún no han comentado públicamente sobre los mapas difundidos por Israel, que se publicaron por primera vez el jueves en el diario The Washington Post.

A pesar de su llamado a las instituciones del Estado libanés, Musawi se abstuvo de confirmar o negar o las acusaciones de Israel, una táctica que Hezbollah ha empleado por mucho tiempo cuando se habla de su arsenal militar y capacidades. El informe de Israel está destinado a deslegitimar al Partido de Dios ante la comunidad internacional, poniendo de relieve las violaciones de Hezbollah a la Resolución 1701, que exige la zona sur del río Litani libre de armas.

Podría considerarse que los israelíes están considerando seriamente la posibilidad de atacar a Hezbollah. Las declaraciones de un alto comandante israelí al Washington Post que es del interés de Israel presentar esos detalles para "mostrar al mundo que la organización Hezbollah se ha convertido estos pueblos en las zonas de combate” puede ser una señal de ello.

Sin embargo, esto tiene pocas posibilidades de que ocurra pronto. En primer lugar, Hezbollah es ahora mucho más fuerte de lo que fue en 2006, y en aquella oportunidad el resultado fue desastre para las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI); de allí que hasta ahora el enfrentamiento se haya conducido por la disuasión y la retórica para evitar un conflicto que nadie quiere por lo impredecible de su resultado.

La Cúpula de Hierro, un sistema diseño para proteger a los civiles israelíes de los cohetes -a un costo enorme- todavía no está listo. El ministro de Defensa, Ehud Barak, indicó que más baterías se desplegarían en los próximos diez años e hizo hincapié en que la Cúpula de Hierro no es 100% efectivo; es posible que durante ese tiempo, los políticos israelíes no fuesen capaces de lanzar un ataque preventivo por el riesgo que ello implicaría para los civiles.

Además la situación regional no posibilitaría un ataque israelí y vería limitada la intervención de EE.UU. por el costo político que la misma tendría en este contexto. EE.UU. está bombardeando Libia, sería difícil de explicar un ataque sobre Líbano o Gaza misma si la situación se desestabiliza de manera generalizada.

La preocupación de Israel pasa más por los acontecimientos en Siria que por la disposición táctica de Hezbollah, que está más preocupado en consolidar su posición política en Líbano que desencadenar una guerra improductiva para su agenda. Los dirigentes israelíes conocen al régimen sirio y saben cómo negociar con el mismo; dentro del volátil escenario del Medio Oriente es la primera vez que los israelíes no están involucrados en una crisis y no saben cómo interpretar esta situación y esto genera incertidumbre.

No hay comentarios: