El Washington Post dio a conocer mapas que detallan no menos de 550 refugios, 300 centros de vigilancia y otras instalaciones 100 que el Estado judío considera que pertenecen a Hezbollah en el Líbano. La mayoría de los sitios marcados en el mapa, que apareció en el diario estadounidense el miércoles, se encuentran al sur del río Litani. Otro mapa, con una vista aérea de la aldea de Al Khiam en el sur de Líbano, señala diez depósitos de armas están marcados en la zona urbana; concretamente las instalaciones de almacenamiento de armas se encuentran en las proximidades de centros médicos y escuelas. Según el mapa, uno de los búnkeres de Hezbollah está situado en una mezquita.
La mayoría de las instalaciones se encuentran en el sur de Líbano, donde Hezbollah almacena la mayor parte de sus cohetes de medio alcance corto, en el interior de unos 200 pueblos y aldeas. Se estima que Hezbollah contaría con más de 40.000 cohetes y misiles, incluyendo varios cientos de misiles de largo alcance que pueden alcanzar blancos en Tel Aviv con una precisión superior.
La decisión revelar el mapa al Washington Post llegó varios meses después de que el Ejército israelí divulgó información clasificada de Inteligencia -en el verano pasado- sobre el pueblo Al Khiam, al sur de Líbano. Durante una reunión informativa, a los medios de comunicación israelíes, el Ejército israelí reveló imágenes de satélite de la aldea, situada al norte de Metula, detallando la ubicación exacta de las armas de Hezbollah y los puestos de comando.
En respuesta a la divulgación de los mapas, el Departamento de Estado señaló su preocupación por las actividades de Hezbollah, en particular en el sur del Líbano, así se conoce Es lógico que Israel comparte esta preocupación. La Casa Blanca negó recientemente un informe que indicaba que los EE.UU. está considerando un diálogo con Hezbollah. Los EE.UU. han dejado en claro que no ven a Hezbollah como un actor autónomo, independiente de las ambiciones de Irán y de la asistencia de Siria.
El tema de las transferencias de armas desde Siria a Hezbollah se ha planteado en el Congreso en varias ocasiones durante el año pasado. Desde el inicio de las protestas contra el gobierno en Siria, los funcionarios de los funcionarios de EE.UU. han enviado un mensaje ambiguo a Damasco, condenando la violencia pero reconociendo al presidente Bashar Al-Assad como un reformador. Los EE.UU. ha insistido, que no consideran que al presidente sirio de la misma forma que al líder libio Muammar Gadafi y han dicho que no tienen intención de intervenir en los disturbios por el momento.
Un comandante israelí de alto rango dijo al Washington Post que el interés de Israel en la prestación de esos detalles era mostrar al mundo que Hezbollah ha convertido estos pueblos en las zonas de combate. Al dar a conocer el mapa, parecería indicar que el ejército israelí está tratando de adelantarse a las críticas internacionales de una ofensiva contra la resistencia islámica en los sitios antes señalados, muchos de los cuales se encuentran en los pueblos y lugares residenciales junto a hospitales, escuelas y casas.
Esta posible preparación de la opinión pública internacional se debe interpretar en el marco de una hipotética creciente desestabilización de Siria –garante de la estabilidad libanesa- y una tentativa de Hezbollah de aprovechar la situación para consolidar definitivamente su influencia en el gobierno libanes y dentro del territorio, al que controla en su parte sur. La posesión de las armas por parte de Hezbollah también es motivo de debate y controversia dentro de los partidos políticos libaneses ya que se acusa a la resistencia islámica de usarlas para inclinar la balanza de poder a su favor en vez de utilizarlas para la protección contra Israel.
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