miércoles, 22 de febrero de 2012

Líbano no es amigo de Siria


En cumplimiento de su política de disociación, Líbano no asistirá a la Conferencia "Amigos de Siria" que se celebrará en Túnez el viernes 24 de febrero, según lo anunció el canciller Adnan Mansour tras reunirse con el Primer Ministro, Najib Mikati, para informarle de la invitación que había recibido del Ministro de Relaciones Exteriores Túnez, Rafik Abdessalem, para asistir a la conferencia. La declaración se produjo un día después que Ahmad Hariri, Secretario General del Movimiento del Futuro, instó al gobierno a asistir a la Conferencia que estará dirigida principalmente a pedir un cambio político en Siria.

Este grupo parlamentario había condenado enérgicamente la continuación de las "masacres y crímenes" cometidos por las fuerzas del gobierno contra el pueblo sirios en las ciudades del país, en particular la guerra "criminal contra la población civil en Homs cuyos edificios están destruidos y cuya población es asesinada por las armas pesadas". El bloque también le había pidió al gobierno libanés que proporcione ayuda humanitaria a los miles de refugiados sirios que huyeron de la violencia hacia Líbano, en especial al norte y en el Valle de la Bekaa.

El presidente libanés, Michel Sleiman, le pidió a los libaneses que mantengan la estabilidad en el país en la faz de la ola de levantamientos populares que barren Siria y otros Estados árabes. En declaraciones, Sleiman expresó su esperanza que Líbano será capaz de mantener la estabilidad actual y extraer lecciones de lo que está sucediendo alrededor con el fin de reforzar el rendimiento y la práctica democrática; también hizo hincapié en la necesidad que es necesario de un Estado de bienestar personal de más allá de sus acciones sectarias.

Walid Yumblatt, líder del Partido Socialista Progresista, participó en una protesta expresando la solidaridad con el pueblo sirio por el centro de Beirut junto a miembros de la Coalición 14 de Marzo y políticos como Akram Chehayeb y Wael Abu Faour. Jumblatt dejó la Coalición 14 de Marzo en 2009 y apoyó a la Coalición 8 de Marzo en su esfuerzo para nominar al Primer Ministro Najib Mikati en 2011, pero en las últimas semanas ha comenzado a expresar su oposición al régimen sirio y ha declarado en repetidas oportunidades que la revolución del pueblo sirio va a ganar.

Mientras tanto, el subjefe del Consejo Ejecutiva de Hezbollah Sheik Nabil Qauk, lanzó un duro ataque contra la Coalición 14 de Marzo, acusándolos de armar a la oposición siria y de usar de los disturbios en Siria como un intento por recuperar el poder en Líbano. Qauk, durante un mitin de Hezbollah en la ciudad de Adloun, señaló “¿Dónde está el lema de "Líbano Primero"? Han pisoteado esta consigna y ahora han convertido en su lema a "Siria primero" porque es a través de Siria que quieren volver al poder; ellos negocian en consignas en el pasado pero ahora que hacer frente a las y a la incitación en Siria."

Las fracturas políticas sobre la posición de Líbano respecto de Siria comienzan a manifestarse. Mikati aceptó la renuncia del Ministro de Trabajo, Charbel Nahhas, un funcionario cercano a Michel Aoun y aliado sirio en Beirut; si bien se anunció que la renuncia se debió a que Nahhas se negó a firmar el decreto sobre las prestaciones de transporte acordado entre los Comités Económicos y la Unión General de Trabajadores.

Por otra parte muchas de las tensiones religiosas sirias se están comenzando a proyectar en Líbano, pre-existentes a las manifestaciones en Siria, y son un alarmante signo de preocupación debido al pasado de guerra civil que sobrevuela el país.

En una reciente protesta contra el régimen de Al-Assad, organizado por los partidos salafistas de Trípoli, los asistentes marcharon por las calles con banderas negras que llevan la declaración islámica de fe y gritando "Allahu Akbar". Muchos refugiados sirios y activistas sirios se presentaron, pero cuando trataron de unirse a la marcha y desplegaron las banderas sirias de la oposición, los organizadores de la marcha insistieron en que sólo se mostrarán los símbolos islámicos, a pesar de la protesta que está siendo calificado en contra del régimen sirio.

El otro problema que enfrentará Líbano si cae Al-Assad, será un reacomodamiento de las alianzas dentro del país con el consiguiente cambio del balance de poder. Una señal de las preocupaciones que esa posibilidad despierta son las declaraciones de Nawwaf Musawi, parlamentario de Hezbollah, al indicar que la oposición liderada por la Coalición 14 de Marzo no sería capaz de recuperar el poder, incluso si el régimen del presidente sirio fuese derribado por el levantamiento popular; Mohammad Raad, jefe del bloque parlamentario de Hezbollah, fue más allá al indicar que estaban en dura confrontación con parte de la tiranía regional e internacional.



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