viernes, 24 de febrero de 2012

La Seguridad Nacional de Líbano


Sayyed Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, dijo que las recientes declaraciones del premier israelí sobre la posibilidad de atacar a Líbano eran parte de la guerra psicológica del Estado judío, e instó al gobierno del Primer Ministro libanés, Naijb Mikati, a estar más en sintonía con la preservación de la estabilidad. Refiriéndose a las observaciones formuladas por Netanyahu, en Suiza, Nasrallah dijo que esas declaraciones no tienen ningún efecto sobre Hezbollah.

Nasrallah también señaló que, independientemente de si Netanyahu hizo estas declaraciones o no, que son muy de la mano con la "mentalidad israelí" y acusó a Israel de tratar de eliminar aquellos con los que no está de acuerdo. Nasrallah afirmó la existencia de un supuesto proyecto israelí-estadounidense en la región para dividir a los países árabes, generar el caos y agregó que la estabilidad de Líbano iba a salvaguardar el país.

Sobre la política exterior libanesa de desvincularse de los asuntos sirios, Nasrallah dijo que esa política fue un compromiso hecho por el bien del gabinete libanés pero que en la realidad no se lleva a la práctica y además todos los libaneses tienen derecho a expresar su posición sobre la crisis siria, pero sin intensificar la situación, ya que Líbano es parte de la región pero su decisión está destinada a preservar al gobierno.

Sobre los acontecimientos en el Medio Oriente, Nasrallah precisó que la región está pasando por una fase crítica, ya que está siendo reestructurada y Líbano no es una isla en sí mismo por lo que la seguridad del país está vinculada a la seguridad regional. Esta declaración acerca de la vinculación de la seguridad del Líbano a la de Siria se produce después de ex presidente libanés y actual líder del Partido de la Falange, Amin Gemayel, rechazó un lazo entre la seguridad en el Líbano y Siria al señalar que era inaceptable que la falta de seguridad en Siria implicara lo mismo en Líbano.

En esta misma línea de discusiones sobre la seguridad nacional, Líbano presentó una queja contra Israel en la ONU sobre una cerca de alambre adicional a lo largo de la Línea Azul en el sur de Líbano. El Ministerio de RREE libanés procedió a través de su Misión Permanente en Nueva York para presentar una queja contra Israel por erigir una valla de 40 metros de largo alambre de púas en el 02/08/2012 en las proximidades de la Línea Azul en Adaisseh, produciendo el bloqueo de la carretera que conduce a la Línea Azul que pasa por un campo de minas.

El Ministerio también dijo que el cerco constituye una violación de la soberanía libanesa y la integridad territorial, así como de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad; en su denuncia, Líbano dijo el cerco constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacionales.

El Gral. Paolo Serra, jefe de la fuerza de mantenimiento de la paz de ONU (FPNUL), se reunió en Ras Al-Naqoura con altos funcionarios militares libaneses e israelíes como parte de los esfuerzos para reducir las tensiones y aumentar la seguridad en la frontera de los países. La reunión se centró en la discusión de medidas adicionales de seguridad a lo largo de la Línea Azul en el área de Kfar Kila, con el objetivo de reducir al mínimo la posibilidad de tensiones esporádicas o malentendidos

La calle libanesa está observando con ansiedad el conflicto sirio, ya que se agrava cada vez más, y despierta los temores de un posible contagio a Líbano a través de la frontera y reavivar las divisiones sectarias que alimentaron la guerra civil por años. Por el momento, las tensiones son políticas y si bien Líbano ha visto un renacimiento de los discursos propios de las facciones musulmanas y cristianas -así como los guerrilleros palestinos- de los días de la guerra civil, ello permanece en el plano de la retórica.

Los chiítas, en el sur, agrupados en Hezbollah no desean la caída del régimen sirio y saben que no es momento para enfrentarse con Israel debido a la inestabilidad general de la región al momento particular que sufre el partido debido a la posibilidad de perder a un aliado vital como Damasco.

Esta semana, el socialista druso Walid Jumblatt, se unió a una manifestación en el centro de Beirut contra el régimen sirio y aunque el ejército libanés tuvo que intervenir para evitar problemas con una contra-manifestación en apoyo de Al-Assad en las cercanías, todo transcurrió en paz. El Primer Ministro Najib Mikati ha tratado de evitar tomar partido en el conflicto y el Líbano fue uno de los pocos países que no votaran por la resolución de la ONU condenando a Siria; Hezbollah, principal aliado de Siria en el Líbano, tiene un lugar en el gobierno de la Coalición 8 de Marzo y es por ello que tal vez lo mejor que pueda hacer Líbano, por el momento, es mirar y esperar por el desenlace de los acontecimientos en Siria.



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