miércoles, 27 de julio de 2011

Nuevo atentado contra la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano


Singh Neeraj, portavoz de la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano (UNIFIL), señaló que cinco soldados franceses resultaron heridos –tres de ellos gravemente- por una bomba dirigida contra su convoy, a través de la ciudad de Sidón.

Aunque la mayoría de los vehículos de la UNIFIL están dotados de equipos que pueden bloquear las señales de teléfonos celulares y por lo tanto, evitar las detonaciones a distancia, la información preliminar sugiere que el último vehículo en el convoy francés había quedado fuera del alcance del sistema de bloqueo ya que se retrasó por unos minutos. La explosión dañó seriamente el transporte blindado de personal y dejó un gran cráter en la carretera; los investigadores militares y de seguridad acudieron al lugar para tomar huellas dactilares, y expertos en explosivos de la UNIFIL también acudieron al lugar.

El ataque contra la FPNUL es el segundo en lo que va de 2011. El pasado 27 de mayo, seis soldados italianos resultaron heridos -dos de ellos de gravedad-, junto con dos civiles cuando explotó una bomba al paso de una patrulla en la carretera cerca de Sidón. Ningún grupo se atribuyó la responsabilidad por el ataque de mayo y los investigadores no han logrado detener a sospechosos.

Hoy se conoció que el Senado italiano retirará a 700 soldados de la UNIFIL, la decisión es parte de un acuerdo para reducir el número de las tropas italianas de las misiones de paz internacionales desde 9250 a 2.028 en el año 2012; también afectará a las tropas en Libia y los Balcanes.

Se están realizando investigaciones para determinar las circunstancias que rodearon el ataque con una bomba –que se estima contenía 2 kilogramos de explosivos- que hirió a los soldados franceses, en un hecho que se cree, está relacionado con el atentado sufrido por los italianos en mayo. El presidente Michel Suleiman condenó el ataque y pidió a las autoridades a multiplicar los esfuerzos para descubrir a los responsables y sancionarlos.

Este atentado descubre varios aspectos de la realidad libanesa, aunque obvios, vale la pena repasarlos.

Por un lado, las FFAA libanesas no pueden cumplir con su misión de asegurar la tranquilidad interior, si tenemos en cuenta que el atentado de mayo debió poner en alerta a las instancias de Inteligencia para evitar un nuevo atentado o al menos encontrar a los sospechosos del primer incidente contra los italianos. Este hecho también confirma que los diferentes grupos armados libaneses siguen operando con amplia libertad, para instalar un dispositivo al paso de la caravana de UNIFIL en un lugar que supone está vigilado debido al antecedente de mayo. Y por último, los políticos libaneses no encuentran soluciones que le permitan asegurar la soberanía del Estado sobre las diferentes milicias que tienen su propia agenda política y tratan de imponerla con medios violentos.

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