Un extraño bombardeo a Israel con cohetes desde Líbano, profundizó la preocupación sobre la posibilidad que grupos militantes islamistas vinculados a Al-Qaeda, estén
abriendo un nuevo frente de confrontación con Israel en Líbano. El Ejército
israelí dijo que de 4 cohetes fueron disparados desde el sur del Líbano, 2 golpearon
comunidades israelíes sin causar víctimas, un tercero fue interceptado por el escudo
antimisiles "Cúpula de Hierro" y el cuarto cayó fuera del territorio
israelí.
SITE, un grupo norteamericano
que vigila los grupos militantes islamistas, informó que las Brigadas Abdullah Azzam -una organización vinculada a Al-Qaeda- se atribuyó el ataque con cohetes; Sirajuddin Zurayqat, un funcionario del grupo, publicó en su cuenta de
Twitter que los Batallones Ziad Jarrah estaban detrás del lanzamiento de los
cuatro cohetes. El lugar desde fueron lanzados los cohetes es sur de Líbano, un
bastión de Hezbollah, por ello es preocupante que un grupo rival del partido
chiita haya podido efectuar los disparos.
La Fuerza Aérea de Israel llevó a cabo en la madrugada del viernes un extraño ataque en una zona al sur de Beirut, cerca de una base perteneciente al Frente Palestino para la Liberación de Palestina - Comando General (FPLP-CG) -liderado
por Ahmad Jibril, un firme partidario del presidente sirio Bashar Al-Assad- un
día después que los cohetes fueron disparados desde el sur de Líbano. El
Ejército libanes, en un comunicado, dijo que un avión militar israelí violó la soberanía
de Líbano, disparando un misil a nivel del mar "en dirección a los túneles
en Naameh, donde se encuentra una base perteneciente a una organización
palestina que dejó una grieta de cinco metros, sin pérdidas de vidas o daños
materiales”.
El propósito de Israel fue enviar dos mensajes: el primero, aunque las cuevas de Wadi Naameh se encuentran
a varios kilómetros de Beirut y la explosión se oyó claramente en el palacio
presidencial; y segundo, está muy lejos de zonas pobladas y está construido
para soportar un intenso fuego, por tanto, el sitio fue seleccionado por su
capacidad de permitir a Israel enviarle un mensaje al gobierno libanés y
Hezbollah, y no al Frente Popular que había disparado los cohetes contra
Israel. ¿Por qué Israel no ataca a los propios lanzadores de cohetes? Porque
son una célula de 3 a 4 terroristas que ponen los cohetes y luego desaparecen,
además Israel se defiende tratando de prevenir un desbordamiento de los
conflictos intra-árabes sin importarle quienes lo hicieron materialmente.
Dos coches bombas explotaron fuera de 2 mezquitas de la ciudad de Trípoli, matando al menos a 42 personas e hirieron a más de 400, según fuentes de seguridad libanesas. Una de
las explosiones sucedió fuera de la mezquita Taqwa, que fue seguida por otra también
fuera de la mezquita de Salam, mientras los fieles terminaban las oraciones del
viernes. Ambos incidentes ponen de relieve el marcado deterioro de la seguridad
en Trípoli y la influencia directa que tienen en Líbano los acontecimientos
derivados de la guerra civil siria.
Fuentes de seguridad precisaron
que la primera explosión se produjo cerca de la mezquita de Taqwa a 13:50 hs
donde el jeque salafista, Salem Al-Rafei -firme opositor del presidente sirio Bashar Al-Assad- estaba dando un sermón. El coche bomba estaba en la calle Maarad
-cerca de la mezquita Salam- se produjo momentos después de la primera
explosión. El sermón en la mezquita Salam, había sido dado por Bilal Baroudi,
también un predicador salafista. Baroudi y Rafei, que resultaron ilesos en los
atentados, se reunieron más tarde en el día con figuras y los legisladores de Trípoli.
Las explosiones aparentemente coordinadas, son el mayor y más mortífero atentado en Trípoli desde el fin de la guerra civil libanesa, y motivaron que los funcionarios libaneses llamaran a la calma en una ciudad ha
visto algunos de los peores hechos de violencia entre grupos armados sunitas que
se han enfrentado con los combatientes de la minoría alawita - rama del Islam chiita
a la que pertenece la familia Al-Asad- residente en Tripoli. El ex jefe de Seguridad Interna, Ashraf Rifi,
cuya casa fue dañada por la segunda explosión, advirtió que Líbano se enfrenta
a una amenaza creciente y que "Todavía estamos en el comienzo de la
tormenta y tenemos que ser conscientes y tratar de proteger a esta nación. Esta
tormenta se ha convertido en un enorme y grave peligro."
Las autoridades locales le pidieron
al gobierno central que refuerce la seguridad en la ciudad. Mohammed Kabara, el
miembro del parlamento que leyó el comunicado, acusó al gobierno sirio de
llevar a cabo en Beirut y en Trípoli bombardeos para crear conflictos en Líbano;
por su parte, el prominente jeque salafista, Dai al-Islam Shahhal, también culpó al gobierno sirio para bombas en Trípoli y dijo que era "puro terrorismo".
La mayoría de la población
en Trípoli, como gran parte de la sociedad libanesa, espera más violencia
sectaria donde el escenario nacional estará dominado por la confrontación entre
sunitas y chiitas. Hezbollah negó la responsabilidad y condenó los atentados,
en un comunicado dijo que "Estas dos explosiones terroristas vienen de una
trama criminal que busca sembrar las semillas de la discordia entre los
libaneses y arrastrar al país a una lucha interna mediante el sectarismo y las
diferencias religiosas"; además, Hezbollah acusó a fuerzas extranjeras no
identificadas de respaldar a los ataques ya que “se benefician del caos y es parte
del plan internacional regional del mal que quiere romper nuestra región y
ahogarnos en océanos de sangre y fuego."
El Bloque parlamentario de Hezbollah, Lealtad a la Resistencia, dijo ayer en un comunicado que el reciente atentado en el suburbio sur de Beirut “fue obra de grupos Takfiris empleados por las agencias de Inteligencia regionales, que se benefician de la situación política
y que es alimentada por algunas fuerzas de la Coalición 14 de Marzo." En
ese mismo comunicado se acusa a la Coalición 14 de Marzo de intentar imponer un
camino estratégico y autoritario para Líbano "que sirven a los intereses
del eje regional sionista-americano"; el bloque parlamentario de Hezbollah
advirtió que los grupos Takfiris estaban entrando en el Líbano después de no pueden
alcanzar sus objetivos en Siria y que la decisión de Hezbollah les obliga a
enfrentarse con los Takfiris ya “que la supervivencia de Líbano depende que
Hezbollah se enfrente a los grupos yihadistas”.
El mayor temor dentro de la escalada es que la guerra cruzará las fronteras actuales y no se limitará exclusivamente a los ataques recíprocos entre Hezbollah y los salafistas regionales. El ataque al suburbio de Hezbollah de Ruwais es un
indicador que el conflicto en Líbano se encamina hacia el modelo iraquí en
Siria: operaciones militares de golpe y retirada acompañadas por coches bombas;
en Irak, la naturaleza de la guerra entre sunitas y chiitas se caracteriza por
su aleatoriedad y destrucción, ambos bandos se dirigen a las ciudades y barrios
rivales y los atacan con bombas. Las explosiones en Trípoli, a 70 kilómetros de
Beirut, se produjeron una semana después del incidente con un coche bomba que mató
al menos a 24 personas, en una zona de Beirut controlada por Hezbollah. Los
grupos salafistas que operan en Siria señalaron que el atentado fue en
represalias por la participación del grupo chiita en los enfrentamientos en Siria.
Con la decisión de Hezbollah
de apoyar al presidente sirio Al-Assad –en su papel de milicia iraní regional- contra
las fuerzas rebeldes sirias apoyadas por los sunitas Estados del Golfo, Arabia
Saudita ha decidido tratar al partido chiita como un "enemigo" y es uno
de los objetivos más importantes de Riad en su guerra con Teherán dentro del Levante:
los sauditas intentan aislar internamente a Hezbollah, mientras más aumente la
presión sobre los rebeldes en Siria. El aspecto más peligroso de la “guerra fría” entre Teherán y Riad es que parecen haber elegido al Levante como campo de batalla, salvaguardando al Golfo de posibles repercusiones que dañarían los
intereses geopolíticos, de seguridad y económicos.
La seguridad interna y la
situación política ya sugieren que Líbano no puede eludir las consecuencias derivadas
de los eventos regionales. Líbano ya no es sólo golpeado por la crisis de Siria
sino que también comienza a serlo por la lucha sectaria en Irak -que está
conectada al conflicto sirio- y este enfrentamiento, entre Irán vs. Arabia
Saudita, a veces es discreto pero muchas otras veces es abierto y adquiere la
forma de un coche bomba o grupos militantes que se enfrentan en las calles.
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