jueves, 15 de agosto de 2013

Atentado sacude a Beirut


Un coche bomba mató al menos a 22 personas e hirió a más de 150 en el suburbio sur de Beirut, un bastión de Hezbollah, según estimaciones de  fuentes de seguridad locales. El ataque fue perpetrado con un coche bomba, ocurrido en la carretera principal entre Ruwaiss y Bir Al-Abed, un barrio de la periferia sur que el 09 julio también fue el blanco de una explosión similar, y que dejó un saldo de más de 50 personas heridas tras la explosión.

La explosión fue específicamente frente al "Mafhouz Stores", un centro comercial de lujo en del distrito chiita,  pero varios edificios y decenas de autos cercanos fueron dañados, mientras que las cámaras de televisión locales capturaron a cientos de civiles que intentaban escapar del humo y el fuego.

Un grupo sunita desconocido, autodenominado la "Brigada de Aisha, la Madre de los Creyentes (Liwa Aisha Umm al-Moemeneen)" se atribuyó la responsabilidad por el ataque mediante un video: "Esta es la segunda vez que decidimos la fecha y lugar de la batalla... y verás más, si Dios quiere. Enviamos un mensaje a nuestros hermanos en Líbano, le pedimos que se mantengan alejados de todas las colonias de Irán en el Líbano... porque la sangre es preciosa para nosotros. Pero Hassan Nasrallah es un agente de Irán e Israel, y le prometemos más (ataques)", dijo el portavoz enmascarado, flanqueado por dos hombres armados, en un vídeo.

El presidente libanés, Michel Sleiman, dijo que el ataque de hoy era un "acto terrorista" que llevaba las huellas dactilares de Israel; en una declaración emitida por su Oficina de Prensa, el presidente del Parlamento, Nabih Berri, también culpó a Israel por la explosión e instó a los libaneses a unirse frente a la amenaza de futuros peligros. El diputado de Hezbollah, Ali Fayyad, dijo a la cadena NBN que la explosión fue un "acto muy peligroso", pero destacó que Hezbollah y sus aliados no serán arrastrados al conflicto, independientemente que los autores sean Israel u organizaciones terroristas.

La seguridad en la parte central de la zona sur de Beirut, donde se encuentra el liderazgo y las oficinas de Hezbollah, ha crecido y es cada vez más estrecha. Por la noche, los militantes de Hezbollah establecieron puestos de control y las calles son barridas con perros detectores de bombas, adicionalmente se realizó un censo de todos los sirios que viven en los suburbios, con detalles como el lugar de residencia, el empleo y su dirección en Siria. Más recientemente, los hombres de Hezbollah han sido vistos portando armas durante el día -una inusual muestra de la fuerza- y horas antes de la explosión, los hombres de Hezbollah eran fácilmente visibles en los cruces principales, identificables por sus radios y brazaletes de color verde brillante.

El atentado de hoy fue la peor explosión en el sur de Beirut desde que con un camión bomba se intentó asesinar en 1985 al máximo clérigo chiita Mohammed Hussein Fadlallah, esa explosión en Beit Al-Abed dejó un saldo de 80 personas muertas. Líbano está dividido fuertemente a lo largo de líneas sectarias y entre partidarios y opositores del régimen de Assad. Los políticos dentro de la coalición respaldada por Occidente en el Líbano han criticado al grupo por su participación en Siria y pidió su desarme.

Hezbollah está jugando un papel militar clave en la guerra civil siria, mediante el envío de miles de combatientes para ayudar al Ejército sirio en los combates contra los rebeldes sunitas. La intervención de Hezbollah ha enfurecido a muchos sectores en el mundo árabe –especialmente en los sunitas- y ha estimulado las amenazas de venganza. Las zonas chiitas libanesas del norte del Valle de Bekaa han sido bombardeadas por cohetes disparados por rebeldes sirios desde el otro lado de la frontera. En mayo, los cohetes disparados desde las montañas al sur de Beirut golpearon los suburbios del sur de la ciudad.

Adicionalmente, el conflicto sirio también ha dado lugar a una serie de secuestros en Líbano por motivos políticos que han expuesto la fragilidad y la incapacidad del aparato de seguridad estatal. El secuestro más reciente, de dos pilotos de Aerolíneas Turcas, a sólo un kilómetro del aeropuerto y a la vista de un puesto de control del Ejército; el secuestro de los turcos fue para forzar una mediación de Turquía sobre unos rehenes libaneses chiitas en poder de los rebeldes sunitas sirios.

El conflicto sirio desborda y afecta directamente a Líbano. Los recientes acontecimientos indican que hay una táctica de terror para lograr beneficios políticos: los secuestros y los atentados intentan doblegar la participación de uno u otro bando dentro de la guerra civil siria. Pero en realidad solo proyectan más dudas sobre el Estado libanés y su capacidad para garantizar la estabilidad interna.


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