martes, 13 de agosto de 2013

El gobierno de Líbano y la impotencia de no gobernar


El parlamentario libanés, Mohammad Qabbani, jefe del Comité de Obras Públicas y del Comité de Transporte del Parlamento, asistió a una reunión con el ministro del Interior interino, Marwan Charbel, y el personal de seguridad aeroportuaria en el Aeropuerto Internacional Rafik Hariri. Durante la reunión, se acordó que es necesaria una decisión política para proteger el aeropuerto y que es una línea roja para todos los partidos políticos y los ciudadanos; al finalizar el encuentro, Qabbani dijo que la reunión se refirió a dos cuestiones: la seguridad en el aeropuerto y las zonas circundantes a la luz del secuestro de dos pilotos de Aerolíneas Turcas y adelantó que se estudiaron medidas que podrían proporcionarle al aeropuerto una mejor protección en su perímetro incluyendo los puestos de control, así como aumentar el número de personal de seguridad y la reapertura de otro aeropuerto.

El ministro de Relaciones Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, llamó al canciller interino libanés, Adnan Mansour, y le "expresó su profunda preocupación por el secuestro y lo que pueda resultar en términos de repercusiones negativas para las relaciones bilaterales entre los dos países." Por su parte, Mansour afirmó el rechazo del Líbano a los secuestros en su territorio, expresando entusiasmo de su país en mantener sólidos lazos con Turquía y su esperanza que Turquía podría ejercer esfuerzos para encontrar una solución al caso de los rehenes libaneses en Siria.

El embajador turco en Líbano, Inan Ozyildiz, cuestionó la responsabilidad de su país en el secuestro de los peregrinos libaneses chiitas en Siria, diciendo que Turquía no tiene ni siquiera una embajada o consulado en el país vecino. En una entrevista al periódico As-Saffir el funcionario turco declaró que "Nuestras negociaciones para liberar a todos los peregrinos fracasaron debido a la complejidad del caso. ¿Qué va a ganar en Turquía retrasar su liberación? ¿Qué se propone lograr si están siendo perjudicados sus intereses?; al comentar sobre el secuestro de los dos pilotos turcos, el embajador señaló que el caso está en manos de la seguridad libanesa y las autoridades políticas, además destacó que está en contacto con todas las autoridades de seguridad, entre ellos el jefe de Seguridad Gral. Abbas Ibrahim, para dar seguimiento al caso.

Una de las primeras repercusiones del secuestro de los pilotos turcos fue la noticia suministrada por el portavoz de las Fuerzas Provisionales de ONU en Líbano (FPNUL), Andrea Tenenti, quien anunció que Turquía planea retirar sus 250 efectivos pertenecientes a una Compañía de Ingenieros de la misión de paz de la ONU en Líbano; según fuentes diplomáticas la decisión no tiene que ver con el secuestro y ONU dijo que la decisión de la retirada de las tropas se hizo mucho antes del secuestro.

Lo curioso del caso es que el mandato de la FPNUL se extendió a principios de julio y en ese momento, Turquía no manifestó su intención de retirarse, que además forma parte del contingente de ONU desde 2006. Sin embargo Turquía mantendrá su componente naval en FPNUL con unos 100 a 300 efectivos.

El canciller Davutoglu, en una conversación telefónica con su homólogo iraní, Ali Akbar Salehi, instó a Teherán para que ayude a Ankara aencontrar y liberar a los dos pilotos turcos secuestrados en Líbano. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Seyed Abbas, dijo que "En una conversación telefónica con el Sr. Salehi, el Sr. Davutoglu pidió la asistencia de la República Islámica en la búsqueda de los dos pilotos turcos secuestrados en Líbano"; el funcionario iraní además subrayó que Irán condena la toma de rehenes y el secuestro de personas bajo cualquier condición, con cualquier meta y objetivo y, en cualquier lugar lo considera como un acto inhumano.

El portavoz del Ministerio de RREE turco, Abbas Araghchi, precisó que Irán tiene la capacidad para resolver este problema y encontrar los pilotos y todos los demás cautivos; Araghchi citó como ejemplo la liberación de los 48 iraníes secuestrados en Siria en 2012 y liberados en enero de 2013, después de los contactos se llevaron a cabo con "países amigos”. Los rebeldes sirios los capturaron considerándolos Guardianes de la Revolución, mientras que Irán dijo que eran peregrinos, y fueron liberados en un intercambio de más de 2.000 prisioneros del régimen sirio.

En el comunicado leído por el diputado Kazem Al-Kheir, el Bloque del Futuro del ex PM Saad Hariri, dijo que el secuestro del viernes "trae a la memoria el tiempo de pesadilla de secuestros ominosas organizadas por facciones terroristas, que giraba en torno a la órbita de Hezbollah, a los ciudadanos ya los extranjeros en la década de 1980", en referencia a los grupos islámicos que llevaron a cabo una serie de secuestros durante la guerra civil.  El Bloque también dijo que "El secuestro tuvo lugar en un bastión de Hezbollah -y frente a las agencias estatales- y quizás Hezbollah conoce el lugar donde se mantienen a los rehenes y que los secuestrados, por lo tanto, debería ayudar a liberar a los dos rehenes".

Ciertamente pocas cosas suceden en Líbano sin el conocimiento –o consentimiento- de Hezbollah, por lo que una operación de esta magnitud es mucho más que un secuestro planeado por una persona hemipléjica y ejecutada por familiares desesperados por el lento accionar del gobierno –ahora interino- que intentan negociar con la liberación de rehenes chiitas a manos de rebeldes sirios. La decisión de Turquía de invocar la colaboración de Teherán también es una señal de por donde pasan los verdaderos canales de negociación en la región; Hezbollah difícilmente haga algo sin consultarlo con Irán y el gobierno turco entiende que la real-politik no está en el gobierno libanés.


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