viernes, 10 de mayo de 2013

Siria y Líbano ¿Espacio para la confrontación entre Israel-Irán?


El presidente libanés, Michel Sleiman, precisó hoy que la "Declaración de Baabda y unaa estrategia de Defensa que coloque las armas de la resistencia a la voluntad del ejército protegerá a Líbano contra cualquier asalto israelí." Si bien a Declaración de Baabda, aprobada durante una sesión de diálogo nacional en junio de 2012, insta a Líbano para distanciarse de los conflictos regionales, las declaraciones del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, sobre que los envíos de nuevos tipos de armas servirían como la reacción de Siria ante los ataques aéreos de Israel en el vecino país la semana pasada, ha provocado un desequilibrio interno.

El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, sostuvo que Líbano debe adoptar una política de neutralidad, excepto hacia los Estados árabes y el conflicto con Israel. Sus comentarios se produjeron después de reunirse con una delegación del Partido Kataeb, que están tratando de incorporar la política de disociación de la agitación regional en la Constitución; aunque los diferentes partidos libaneses acordaron en 2012, durante una sesión de Diálogo Nacional, la adopción de la política de disociación con respecto a la agitación regional -particularmente en relación con Siria- en la práctica, poco se ha cumplido con lo acordado.

Después de ataques aéreos de Israel cerca de Damasco, del pasado fin de semana, el presidente sirio, Bashar Al-Assad, advirtió que los Altos del Golán se convertían en un "frente de resistencia" -sugiriendo que había dado luz verde a los grupos de la resistencia para lanzar ataques de represalia-, la declaración fue reforzada por Nasrallah, quien prometió apoyar los esfuerzos "para liberar el Golán sirio". Sharif Shehada, parlamentario sirio, dijo que “Si el enemigo israelí cree que puede destruir a Siria, déjenme decirles que Siria y Hezbollah pueden destruir Israel. Cuando el presidente Al-Assad dice que Siria se ha convertido en una nación de la resistencia, está seguro de lo que está diciendo".

Israel ha advertido en repetidas ocasiones que no permitirá que Siria le transfiera armamento avanzado a Hezbollah, diciendo que esto sería cruzar una línea roja, en repetidas oportunidades se ha expresado la preocupación que las existencias de armas sofisticadas iraníes –almacenadas en Siria- podrían caer en manos de Hezbollah y otros grupos militantes anti-Israel si el régimen de Damasco peligra. Por su parte, Nasrallah dijo que los ataques aéreos israelíes tenían como objetivo la eliminación de Siria de la ecuación del conflicto árabe-israelí, ya que Siria y su aliado estratégico, Irán, fueron las principales fuentes de la fuerza de los movimientos de resistencia en la región.

Una fuente cercana a Hezbollah dijo que era poco probable que el partido busque venganza por el bien de su aliado sirio. En primer lugar, esta venganza arrastraría el llamado eje de la resistencia a una guerra que no sirve sus objetivos en este momento, sobre todo desde que Siria está comprometida en la lucha contra "grupos terroristas" y las facciones de oposición. En segundo lugar, los libaneses están divididos sobre la cuestión de las armas de Hezbollah y su razón de ser, así como por su participación en la guerra de Siria. En el caso de una nueva guerra con Israel, la opositora Coalición del 14 de Marzo culparía Hezbollah de provocar y de ser responsable de las consecuencias de una guerra como la de 2006 con Israel.

Los últimos ataques aéreos de Israel contra Siria, no sólo detuvieron momentáneamente la entrega de armas a Hezbollah, sino que le dieron un aviso a la administración Obama e Irán: Israel tiene la voluntad y los medios para actuar unilateralmente en aras de proteger sus intereses regionales en Medio Oriente. Los ataques israelíes sirven como un recordatorio, en particular a Irán, que el Estado judío tiene una Inteligencia capaz de mantener en silencio el seguimiento de sus enemigos, las capacidades operativas para ejecutar misiones complejas y la voluntad nacional para hacerlo si es necesario; las operaciones también le demostraron a Washington que las operaciones efectivas pueden llevarse a cabo sin mayores riesgos, forzando al presidente Obama a reconsiderar su política hacia Siria.

Aunque Israel ha señalado que va a responder con ataques aéreos a cualquier envío de armas para Hezbollah, en el fondo está diciendo que no va a tolerar la bomba atómica iraní y que si Washington no lo impide, Tel Aviv lo hará. De igual manera, la presencia de Hezbollah en los Altos del Golán no es una mera simpatía por la causa siria, sino que cumple con su verdadero propósito: ser una vanguardia de Irán en la frontera de Israel.

Cada parte atiende su propio juego, enmascarándolo bajo la premisa de un “ataque preventivo justificado” o bajo la “protección frente a cualquier incursión internacional”, cuando en realidad lo que moviliza a las partes es el interés en la marcha del conflicto para determinar si presente status quo continua o no, luego de la caída de Al-Assad.


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