El embajador sirio en Líbano, Ali Abdel-Karim Ali, arremetió contra Qatar, acusándolo de avivar las llamas de la crisis siria mediante el envío de armas y dinero a los extremistas para socavar la seguridad de Siria. Ali también dijo también que el discurso del Emir de Qatar, en la reunión anual de la Asamblea General de ONU expresó su "decepción" más que "el poder"; en su discurso, el Emir Sheikh Hamad bin Khalifa Al-Thani, dijo que los países árabes deben intervenir en Siria para cumplir con sus "nacionales, deberes humanitarios, políticos y militares" en la cara del fracaso del Consejo de Seguridad para actuar.
Ali sostuvo que “Ya no es un secreto que Qatar financia los medios de comunicación y ha cooperado con la Inteligencia de Turquía, Francia y EE.UU. para distorsionar los hechos sobre la crisis siria. La actividad política ha pasado por alto Qatar durante la fase reciente, tal vez esto es lo que molestó al Emir de Qatar y lo llevó a hacer sugerencias", dijo Ali.
Consultado sobre la participación de un funcionario sirio de alto rango en caso ex ministro libanés Michel Samaha, Ali dijo: "El caso Samaha está dirigido a la explotación de los medios en vez de buscar la verdad. Yo no quiero entrar en una cuestión que no se ha aclarado todavía, pero puedo decir que Siria es inocente de cualquier incidente objetivo contra la seguridad de Líbano." Samaha, un político libanés cercano al gobierno sirio, ha sido acusado de planear ataques terroristas en el país y transportar explosivos de Siria a Líbano; en ese mismo caso están involucrados el jefe de la Inteligencia siria, Gral. Ali Mamlouk, y otros oficiales del ejército sirio.
Ali Abdul Karim Ali dio la bienvenida al Diálogo Nacional y a las propuestas del gobierno libanés para que el ejército desempeñe sus funciones en el mantenimiento de la seguridad en las fronteras y persiga a todos los que alteren la estabilidad. Ali fue categórico al señalar que "Está en el interés de Líbano evitar el contrabando de armas a Siria y mi país no está vinculado en el destino de la seguridad de Líbano" y sostuvo que todos los agujeros de seguridad deben abordarse con el fin de impedir que Israel y las potencias extranjeras que están trabajando para albergar los extremistas en Líbano se aprovechen de esas deficiencias.
A diferencia de Libia -donde la OTAN tomó la delantera después que la Liga Árabe abandonó al Cnel. Muammar Gaddafi- Arabia Saudita, Egipto, Qatar y otros Estados árabes que están exigiendo la salida del presidente sirio, Bashar Al-Assad han sido abandonados a su suerte por occidente; Obama reiteró su demanda en la Asamblea General de ONU que el sirio "dictador" debe retirarse del poder, pero no propuso ninguna opción para lograrlo, si bien se espera una postura más dura luego de las elecciones de noviembre –en caso que fuese reelecto- pero mientras tanto el escenario sigue igual. Una intervención militar directa en Siria, por parte de los países árabes, sigue siendo muy poco probable; pero son los “medios indirectos” –operaciones encubiertas, asistencia militar, Inteligencia- los que preocupan. En julio, se supo que Arabia Saudita y Qatar habían inducido a Turquía para establecer un secreto "centro neurálgico" en Adana para entrenamiento de los rebeldes sirios supuestamente con el apoyo tácito de la CIA.
Si bien algunos países como Líbano han ensayado una “política de desvinculación” en el conflicto sirio, las externalidades del mismo comienzan a implicarlos en los eventos sirios; la presión de los grupos políticos-religiosos pro y anti Al-Assad locales son una fuente de inestabilidad sumados a los refugiados y los intereses de las potencias regionales. Por caso acciones como la caída de proyectiles de mortero “por error” ayer en las Alturas del Golán, ocupadas por Israel, son un factor de desestabilización interna que obligan al Estado libanés a adoptar medidas para las cuales no tiene ni la capacidad ni el poder suficientes.
Es por ello que el Primer Ministro libanés, Najib Mikati, dijo hoy que apoya cualquier tipo de papel árabe en Siria pero que no apoya una intervención árabe. Mikati también aclaró sobre los comentarios vertidos por el comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán, Gral. de Brig. Mohammad Ali Jafari, sobre la participación de miembros de la unidad de élite -la Fuerza Quds- en Siria y Líbano para proporcionar "consejos", que la “embajada de Irán nos ha tranquilizado y que los guardias revolucionarios no están presentes en Líbano".
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