El ex jefe de Seguridad de Líbano, Gral. Jamil al-Sayyed dio su testimonio hoy en el caso del ex ministro Michel Samaha; el abogado personal de Al-Sayyed, Sakhr Hashem, dijo que no se ha tomado la decisión de arrestar a su defendido quien previamente se había negado previamente tener ningún vínculo con el caso. Al-Sayyed dio su testimonio ante el juez Riyad Abu Ghida, en el Tribunal Militar, luego que informes de prensa indicaban que Al-Sayyed estuvo presente en coche Samaha cuando estaba transportando explosivos de Siria a Líbano.
Fuentes judiciales dijeron que Al-Sayyed también dio testimonio con respecto a grabaciones encontradas en el coche de Samaha en la que el ex general es citado diciendo que el líder del Partido Socialista Progresista, Walid Jumblatt "debería ser asesinado". Al-Sayyed señaló que "Ese día, estaba en Damasco con el ex ministro Michel Samaha para ofrecer condolencias por los acontecimientos que tuvieron lugar allí y como testigo ese día, informé al poder judicial de los detalles. No puedo confirmar si el ministro Samaha me usó como cobertura a mí o a los involucrados en el proceso judicial, pero su personalidad da la impresión de que es pacífico y no es hacer esas cosas."
Al-Sayyed agregó que "en cierto día, yo estaba en el mismo coche con Samaha. La investigación sobre este asunto, y no se trata de una reunión entre mí y Samaha ni sobre las grabaciones de ese día”.
Fuentes judiciales le dijeron diario libanés Al-Akhbar que Inteligencia de las Fuerzas de Seguridad Interna (FIS) tenía un informe sobre la participación de Al-Sayyed que incluye datos sobre las conversaciones telefónicas grabadas entre los dos hombres el día que los explosivos fueron transportados a Líbano. Del análisis de los datos de las telecomunicaciones realizado por la FIS, se demostró que los teléfonos móviles de ambos estaban al mismo tiempo en el mismo lugar a lo largo de la carretera internacional que une la frontera sirio-libanesa.
El interrogatorio a Samaha fue originalmente programado para la semana pasada, pero se había aplazado hasta el martes por la aparición de las grabaciones, y Abu Ghayda indicó que necesitaban tiempo para estudiarlas. Lo que no ha variado es que Samaha, permanece acusado de conspirar para llevar a cabo ataques terroristas en Líbano así como los asesinatos de figuras políticas y religiosas, sumado el transporte explosivos desde Siria, supuestamente con la anuencia del presidente sirio Bashar Al-Assad.
Las autoridades de seguridad habían adquirido "pruebas incriminatorias" contra Al-Sayyed la semana pasada, cuando una muestra de ADN fue analizada después de haber sido tomada del vehículo de Samaha y que pertenecía a Al-Sayyed; aunque el ex general se había negado a confirmar la información, señaló que las acusaciones estaban motivadas políticamente y criticó al jefe de la Seguridad Interior, Brig. Ashraf Rifi y al líder de la Rama de Información, Brig. Wissam Hasan, por “estar detrás de los informes y tratar de implicarlo en el caso Samaha para lograr beneficios políticos”.
No es la primera vez que Jamil al-Sayyed está en medio de controversias y sospechas. Cuando se investigaba el asesinato del ex PM Rafik Hariri, cuatro militares libaneses y oficiales de Inteligencia –Gral. Al-Sayyed, jefe de la Dirección General de Seguridad; Gral. de Brigada Mustafa Hamdan, Jefe de la Guardia Presidencial; Gral. l Ali Al- Hajj, Director de Fuerzas de Seguridad Interna y el Gral. de Brigada Raymond Azar, ex Jefe de Inteligencia Militar- fueron considerados pilares del gobierno sirio dentro del Estado libanés. Ello determinó que todos fueron arrestados en agosto de 2005 a petición del fiscal alemán Detlev Mehlis, que llevaba a cabo la investigación sobre el asesinato a pedido de ONU, y en una versión del borrador del informe Mehlis se considera que Al-Sayyed fue una de las personas que decidieron asesinar a Hariri junto a funcionarios de Inteligencia sirios de alto rango: Assef Shawkat, Maher Al-Assad, Hassan Khalil y Suleyman Bahjat.
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