El Comisionado Estatal del Tribunal Militar, Imad Al-Zein, acusó a seis miembros del clan Al-Meqdad y sirios, de pertenecer a un grupo armado y secuestrar de personas; los cargos incluyen el establecimiento de un grupo armado con el propósito de realizar actividades terroristas, el secuestro de personas y amenazas proferidas contra miembros militares y la tenencia de armas.
Al-Zayn interrogó a los seis sospechosos, tras lo cual se emitieron las órdenes de detención contra cinco de ellos, el sexto hombre permanecerá en custodia para ampliar su interrogatorio así como a los dos ciudadanos sirios que también fueron detenidos durante las redadas; todos fueron detenidos cuando el ejército libanés llevó a cabo redadas en varios barrios de los suburbios del sur de Beirut. El "Ala militar" del clan Al-Meqdad ha secuestrado a más de 20 sirios y al empresario turco Aydin Tufan Tekin el 15 de agosto, en represalia por el secuestro de Hassan Al-Meqdad perpetrado por el Ejército Libre Sirio (ELS) en Siria. El clan posteriormente liberó a un número de los sirios, pero afirmó que los que siguen en su poder los que son miembros del ELS.
Maher Meqdad, portavoz del clan, fue detenido la semana pasada y su caso está pendiente de remisión al Tribunal Militar; la irrupción publica del clan portando armas y secuestrando civiles despertó duras críticas de diversos sectores políticos y ello forzó al poder ejecutivo a la adopción de medidas enérgicas contra el clan. No es casual que después que el presidente Michel Sleiman pidió a las autoridades judiciales que dictasen las órdenes de detención en contra los secuestradores y pidió a los organismos de seguridad para detenerlos, dichas medidas se adoptaron con suma rapidez.
Los secuestros del clan Meqdad provocó la preocupación del presidente de Líbano y de gran parte de la sociedad ya que el poderoso clan chiita había prometido nuevos secuestros de más sirios en represalia por el secuestro de su familiar, Hassan Salim al-Meqdad; a ello se debe sumar que Maher Al-Meqdad anunció que debido a la suficiente “cantidad de sirios secuestrados” cesaban sus operaciones militares en el terreno. Este clan se volvió una amenaza para la seguridad interna libanesa equiparable a los grupos pro y anti Al-Assad que operan en Tripoli y suponían la participación directa de ciudadanos libaneses en el conflicto sirio, ya que el miembro secuestrado del clan estaba en Siria supuestamente colaborando con el régimen alawita.
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