lunes, 13 de septiembre de 2010

Las encrucijadas de Líbano


Líbano se prepara para la posible acusación de operativos de Hezbollah por el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri en un escenario altamente volatil por la fragilidad de su sistema polítco y la economía tambaleante.

El gobierno de Saad Hariri trajo una nueva esperanza, lo que llevó al FMI a declarar que había una nueva ventana de oportunidad para las reformas económicas. Pero el éxito de las reformas previstas depende en gran medida sobre la cooperación entre los principales grupos políticos del Líbano - sunitas y chiítas - y ha habido muy poco de ello hasta el momento.

La influencia de actores internacionales sigue siendo una parte central de la ecuación libanesa. La última reunión de julio en Beirut entre el presidente de Siria al-Assad y el rey saudí Abdullah fue etiquetada como una señal de acercamiento entre dos antiguos adversarios. Pero uno de los objetivos era conseguir el apoyo de Hezbollah para un programa de recuperación al estilo del FMI, objetivo que no está claro si se cumplió o no.

Si bien los principales indicadores económicos del Líbano muestran una firme mejora como el aumentó del PBI de u$s 21 mil millones en 2004 a u$s 32 mil millones en 2009; la inflación sigue bajo control, la balanza comercial está equilibrada, y la tasa de desempleo está en niveles tolerables no todos los indicadores macroeconómicos son positivos.

Aunque el Banco Mundial clasifica a Líbano como una renta media-alta, el 28% de la población vive por debajo del umbral de pobreza y muchos de los sectores más pobres del Líbano son chiítas, lo que proporciona un base de reclutamiento para Hezbollah. El gasto fiscal se elevará a u$s 13,7 mil millones, la previsión inicial del déficit para este año fue de 10,7%. El Consejo de Ministros aprobó el 19 de junio el proyecto de presupuesto para 2010, que todavía tiene que ser ratificado por el Parlamento. Si es aprobado, se convertiría en el primer presupuesto ratificado desde 2005 debido a desacuerdos políticos, un mes de guerra con Israel en 2006 y al conflicto interno civil.

Aunque Turquía ha buscado el incremento del comercio exterior con sus vecinos mediante medidas económicas y políticas, Líbano no ha suscripto el acuerdo comercial después de siete años de negociaciones y esto se ha reflejado en la caída del comercio de Turquía y el Líbano de 2009.

El gobierno libanés busca la ayuda militar de EE.UU. y que todavía no ha recibido para estabilizarse y dotar a sus Fuerzas de poder. Pero en esta asistencia - equipo militar y un programa militar de entrenamiento - no se mencionan a los problemas económicos. El Estado libanés enfrenta una serie de problemas económicos y de infraestructura – productos del gasto de la reconstrucción – que si bien no son propios de la administración Hariri, ésta deberá resolver.

El gobierno de Hariri necesita mantener su mayoría de 71 miembros sobre los 128 asientos del Parlamento libanés y parte de ese apoyo se sustenta en el crecimiento económico del 8% proyectado para este año.

Para aumentar su base de legitimidad ha apuntado a una serie de medidas que buscan solucionar los problemas estructurales. La ministro de Economía, Raya Haffar Hassan (foto) anunció que el presupuesto 2011 ha destinado fondos suficientes para construir una central eléctrica con una capacidad de 700 MW, y agregó que esta planta de gas natural que es mucho más barato que el fuel oil o gas oil; el Ministro de Energía y Agua - Jebran Bassil - presentó un audaz plan para rehabilitar el sector eléctrico con problemas, a un costo de u$S 5 mil millones. Según el nuevo plan, la producción de electricidad se elevará a 4.000 MW, frente a los actuales 1.500 MW, en el plazo de cuatro años.


También se presentó un ambicioso presupuesto para 2011 - que tiene que ser aprobado por el Consejo de Ministros y el Parlamento – que no requiere un aumento de los impuestos ni del impuesto al valor agregado (IVA) y plantea un mayor gasto gubernamental en infraestructura que se espera impulsará el crecimiento económico en el Líbano. Para ello vana destinar u$s 1.1 mil millones a los presupuestos del Ministerio de Energía y Agua, de Obras Públicas y de Transportes.

El riesgo latente no está dado por incursiones de Israel, sino por la combinación de recomendaciones del FMI en materia impositiva junto a las demandas recurrentes de Hezbollah en función a las acusaciones que el Tribunal Especial pueda emitir sobre miembros de este partido y la capacidad de fuego que detentan.

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