El ministro de Defensa libanés, Elias Murr, en una reunión con el embajador de Irán en Líbano, Qazanfar Roknabadi, anunció su disposición a viajar a Irán para proseguir la consolidación de las relaciones de defensa y la cooperación con Teherán. El anuncio se produjo después de la invitación del ministro de Defensa iraní, Gral. de brigada Ahmad Vahidi, a visitar Teherán; en agosto Vahidi habia renovado la disposición de Teherán para equipar al ejército libanés con las herramientas necesarias militares y armas.
El secretario general de Hezbollah, Seyed Hassan Nasrallah, dio la bienvenida a la decisión del gobierno libanés para pedir la cooperación de Teherán en el equipamiento del Ejército del país. Nasrallah instó al gabinete libanés a pedir a Irán y los países árabes que proporcionen equipos para el Ejército del Líbano, subrayando que Hezbollah iba trabajar duro, a través de su amistad con Irán, para equipar al ejército libanés con armamentos sin condiciones.
En una reunión llevada a cabo el lunes en el complejo militar de la ciudad de Jounieh - al norte de Beirut - entre una delegación de la Embajada de los EE.UU. y el Ejército libanés tuvo como meta evaluar las fases completas del programa de ayuda militar de EE.UU. asignados al ejército libanés, especialmente en el campo de la formación y la logística.
Si bien no se conocieron mayores detalles del encuentro o compromisos alcanzados, el Jefe del Estado Mayor Gral. Shawqi al-Masri agradeció a las autoridades de EE.UU. por su continuo apoyo del ejército libanés y despejó dudas sobre la misión del ejército al mencionar su deber con el cumplimiento de su defensa y las tareas de protección, ya sea para hacer frente al enemigo israelí o el terrorismo en la línea de las leyes internacionales.
El mensaje de esta reunión está dado por la reciente asunción en el cargo de la Embajadora Conelly y la idea que la administración Obama desea un cambio en la situación de Líbano y ve a su Ejército como un garante de para la estabilidad. Este razonamiento no resulta tan fácil en Washington, donde cualquier transferencia de equipos es asociada al temor de que puedan terminar en manos de Hezbollah, por ello mientras sigan las indecisiones las milicias seguirán teniendo un peso importante en la estabilidad libanesa.
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