Miles de soldados leales al presidente sirio, Bashar Al-Assad y combatientes de Hezbollah se están preparando para entrar en la provincia de Aleppo, un bastión de los rebeldes, cerca de la frontera con Turquía. La fuerza combinada tiene previsto entrar a la región norte de la provincia, luego que ayer ejecutaron ataques por tres frentes diferentes.
Un comandante rebelde, que habló bajo la condición del anonimato por no estar autorizado a hablar con los medios de comunicación, dijo que había cerca de 2.000 combatientes de Hezbollah en la provincia de Aleppo, en su mayoría destinados en las ciudades chiitas del norte de la ciudad. El rebelde Ejército Libre de Siria dijo que las fuerzas de Hezbollah habían reunido en un suburbio de la ciudad el domingo y parecía estar preparándose para un ataque. Las demandas de presencia de Hezbollah en el norte de Siria siguen siendo una promesa de su líder, Hasan Nasrallah, asegurarle al presidente Al-Assad una más y es un indicio que el movimiento podría ser utilizado como una fuerza de choque en caso necesario; "La batalla de Alepo ha comenzado a muy pequeña escala, nosotros sólo acabamos de entrar en el partido", dijo el líder de Hezbollah en una entrevista realizada en Beirut este sábado, además aseveró "Vamos a ir tras los bastiones donde ellos creen que están a salvo. Van a caer como fichas de dominó".
Informes de enfrentamientos en Baalbek, sobre la frontera siria, no se han verificado de forma independiente pero las fuerzas de seguridad libanesas señalaban que al menos 15 murieron –entre ellos al menos un combatiente de Hezbollah- y los medios de comunicación libaneses citaron a funcionarios diciendo que los rebeldes se estaban preparando para lanzar cohetes cuando los enfrentamientos estallaron. Si se confirma, representarían algunos de los peores enfrentamientos directos en Líbano, desde el levantamiento de Siria comenzó hace más de dos años.
La semana pasada, el Gral. Salim Idris, líder del Comando del Ejército Libre Sirio, advirtió de las posibles consecuencias para Líbano si Hezbollah no se retiraba de la de la lucha en Siria, dentro de 24 horas, amenazando con “perseguir a Hezbollah hasta el infierno." En las últimas semanas, proyectiles y cohetes han caído de manera indiscriminada en zonas chiitas de Líbano, matando al menos a tres personas, lo que sugiere que los grupos rebeldes también están dispuestos a castigar a los civiles en los bastiones de Hezbollah: el viernes, más de una docena de proyectiles cayeron en las afueras de Baalbek y hombres armados dispararon contra un santuario chiita; y el sábado, un cohete cayó en el pueblo de mayoría chiita de Hermel.
Una fuente libanesa de seguridad precisó que choque entre Hezbollah y opositores no podría haber sido con combatientes de Jabhat Al-Nusra, ya que es el Ejército Libre Sirio (ELS) quien controla la frontera cerca de donde el enfrentamiento tuvo lugar supuestamente y no se sabe que los combatientes del grupo sunita sirio hayan cruzado la frontera hacia Líbano. La misma fuente señaló que Hezbollah está sembrando minas en la región de las aldeas de Ain Al-Jawzeh y Aqabet Dardara a Qornet Al-Tallaja en las montañas Baalbek, donde Hezbollah tiene bases militares, para evitar la infiltración del territorio sirio en esta región sensible.
Sheik Maher Hammoud, un religioso pro-Hezbollah, sobrevivió a un tiroteo en la ciudad de Sidón después que hombres armados lanzaron una andanada de disparos hacia el coche del jeque; al menos unos 20 impactos de balas dañaron el vehículo. Hammoud dijo que recibió llamadas del presidente, Michel Sleiman, del líder del Movimiento Patriótico Libre, Michel Aoun; en un comunicado, Fuerzas Libanesas también condenó los ataques contra ambos Hammoud y Braidi y pidió una investigación rápida de los incidentes, y advirtió que el Líbano está pasando por un "periodo peligroso". El Movimiento Futuro también denunció el ataque en Sidón.
Ali Awad Asiri, embajador saudita en Líbano, advirtió en declaraciones publicadas el lunes que vinculados enfrentamientos en el norte y este de Líbano, vinculados a la guerra civil en Siria, han provocado el temor por la violencia sectaria y dijo que es necesaria la restricción para proteger el país; Asiri reiteró el apoyo de Arabia Saudita para Líbano y dijo que su hará todos los esfuerzos necesarios para ayudar a "nuestros hermanos en Líbano." El enviado saudí también pidió a los partidos políticos a que "hagan lo que es mejor para Líbano y tomen medidas para calmar la situación por el bien de la estabilidad interna".
Unidades del Ejército fueron desplegadas en Trípoli el mes pasado, después de la última ronda de violencia estalló, ahora se pusieron en estado de alerta ya que la violencia ha vuelto; en diferentes momentos de la tarde de ayer, los militantes abrieron fuego contra una unidad del Ejército y personal de las Fuerzas de Seguridad Interna que transitaban la zona de Mallouleh. Walid Jumblatt, el líder socialista, dijo que había llegado el momento que los grupos políticos a dejen de apoyar a los grupos que luchan en Tripoli y también pidió cesen los derramamientos.
Por primera vez desde que el levantamiento de Siria estalló hace dos años, se produjeron enfrentamientos en las zonas montañosas de Baalbek, al Este de Líbano, entre Hezbollah y los rebeldes sirios. La guerra ha llegado al país y ahora será imposible que los políticos libaneses nieguen esta situación o la disfracen bajo la política de desentendimiento ensayada por el PM interino, Najib Mikati.
Los acontecimientos en Líbano están conectados a la guerra en Siria y ahora se han agudizado con la decidida participación de Hezbollah en la batalla en Qusayr y en los diferentes bastiones rebeldes sunitas; de la misma manera, los combates en Trípoli están relacionados con la guerra civil al igual que bombardeos y disparos contra Akkar, en el norte de Líbano. La prórroga del mandato del Parlamento, solicitada la semana pasada, está vinculada a Siria, como también lo es la parálisis del ejecutivo libanés -antes y después de la dimisión del gabinete en marzo-.
Que Israel utilice el espacio aéreo libanés para llevar a cabo ataques en objetivos sobre la zona de Damasco, está vinculado a la guerra civil siria, como también lo está el tema de los cohetes contra la ciudad de Hermel. Ambas partes, en el conflicto sirio, primero lanzaron amenazas y ultimátum que conciernen directamente a Líbano; ahora comenzaron a cumplir esas amenazas, en momentos que Líbano tiene una gran masa crítica de refugiados sirios y su ejército no tiene la capacidad material ni la conducción política para conducirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario