miércoles, 26 de junio de 2013

El fenómeno Al-Assir frente al temor sunita


El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, programó tres sesiones legislativas consecutivas para la próxima semana, destinadas a estudiar y aprobar los 50 proyectos de ley, incluidos en la agenda parlamentaria. Berri, que habló durante su reunión semanal con los parlamentarios, señaló que estaba considerando la posibilidad de modificar la composición de la comisión encargada de buscar una nueva ley electoral, para la que incluiría tanto a legisladores como a ministros; el funcionario chiita también dijo que el período de cada vez más "delicado" por el que pasaba el país exige la formación de un gobierno lo más pronto posible.

La representante de RREE de la UE, Catherine Ashton, dijo que "Unión Europea reitera su compromiso con la paz en Líbano, la unidad, la soberanía y la independencia. La UE apoya firmemente todas las instituciones nacionales en sus esfuerzos por preservar la paz y la seguridad", e instó a todas las partes a mostrar moderación y respetar plenamente los compromisos asumidos en la Declaración de Baabda”.

El Movimiento del Futuro y la Coalición 14 de Marzo sostienen que el arsenal de Hezbollah proporciona una excusa para que muchos tomen las armas y formen grupos paramilitares. El ex PM Fouad Siniora, dijo que el ejército no puede tomar el control de del complejo en Abra y aplastar a los actos criminales de Asir para luego permanecer en silencio respecto a los apartamentos en el suburbio de propiedad de Hezbollah; Siniora puntualizó que los libaneses esperan que el Ejército trate a todos por igual y esperan que la ley se aplique a todos por igual.

El "fenómeno Al-Asir” surgió del deseo sunitas para hacerle frente a lo que ellos consideran es la intimidación chiita de Hezbollah, agravada por el hecho que su líder natural el ex PM Saad Hariri ha estado fuera del país por más de dos años debido a razones de seguridad. En medio esta ausencia, la influencia de los grupos religiosos sunitas que defienden el principio que "las armas sólo deben ser enfrentados por las armas" creció y los discursos de Al-Asir fueron bien recibidos por muchos sunitas y de hecho, el Movimiento Futuro fue culpado desde su base por no apoyar Al-Asir.

En las últimas semanas, los medios de comunicación han dado pasos acelerados para caracterizar Al-Asir y su grupo como diabólico, incluso acusándolos de terrorismo. En el marco de esta campaña, un video fue transmitido en el que aparece Al-Asir acusando a los cristianos de apostasía. Tras varias advertencias emitidas por el Comando del Ejército libanés, Al-Asir no detuvo sus movimientos y esto llevó a un enfrentamiento en un retén del ejército en Abra; la operación militar que siguió obtuvo el apoyo del Movimiento del Futuro, de la Coalición 14 de Marzo y todos los libaneses, a pesar de la división de las armas de Hezbollah y su papel en el Líbano y Siria.
En esta oportunidad, la toma del complejo en Abra fue relativamente sencilla –a pesar de las decenas de muertos- ya que Al-Asir tenía un total de 600 combatientes, pero la mayoría eran simplemente aficionados que obtuvieron las armas y que no participaron en enfrentamientos previos. Las autoridades de seguridad libanesas se están inclinando a no arrestarlos bajo el argumento que son víctimas de la retórica encendida de Al-Asir. Eso puede ser suficiente para convencerlos de abandonar el extremismo y volver a sus vidas normales.

Al-Asir peleó contra Hezbollah y el Estado, por lo que tenía pocas posibilidades de ganar. Sidón es un paso estratégico para Hezbollah, que une los barrios del sur predominantemente chiitas de Beirut con la fortaleza del partido en el sur del país. Las amenazas de Al-Asir de a cerrar la ruta se hizo intolerable para Hezbollah, más aun cuando el clérigo sunita podría haberse beneficiado de la asistencia de los grupos salafistas del campo de refugiados palestinos Ain Al Hilweh. La fuga de Al-Asir puede calmar momentáneamente las tensiones sectarias en Sidón, ya que los grupos salafistas que salieron a las calles en apoyo del clérigo sunita, lo hicieron de manera desorganizada y fueron fácilmente contenidos.

Lo cierto es que la situación de la seguridad en Líbano se está deteriorando rápidamente, especialmente luego de los enfrentamientos entre salafistas y soldados libaneses, ya que estos ataques están socavando la estabilidad política interna. Adicionalmente los combates marcan peligroso giro dentro de la dinámica política libanesa ya que ahora el Ejército está tomando parte en los duelos sectarios y ello profundizará las fracturas derivadas de las tensiones religiosas.

Este panorama se complica debido a la falta de un liderazgo estatal, que imparta directivas claras y sean acatadas por todas las partes involucradas; por otro lado, el papel político de Hezbollah -como un actor y parte del gobierno libanés- es una realidad y será inevitable que algunos sectores sunitas dejen de confiar en el gobierno central, debilitando la figura del Estado. El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, ha invitado recientemente a los que se oponían al partido a luchar contra ellos en Siria, no en el Líbano. Muchos enemigos del partido chiita tomarán su oferta.


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