jueves, 2 de agosto de 2012

Líbano deporta a refugiados sirios


Maura Connelly, Embajadora de EE.UU. en Líbano, dijo el jueves que su país está profundamente preocupado por las recientes deportaciones de 14 sirios de la Seguridad General de Líbano a Damasco; en un comunicado, Connelly subrayó la importancia de proteger a todos los sirios, incluidos los disidentes y desertores, que han rechazado la violencia, de conformidad con las obligaciones humanitarias internacionales del Líbano.

Desde la Seguridad General se dijo en un comunicado que el motivo de la expulsión de los 14 hombres no era por motivos políticos sino que estaba basada en las violaciones y actos delictivos que los 14 sirios habían cometido durante su estancia en Líbano. Las observaciones Connelly se produjeron durante una reunión con Michel Aoun, líder del Movimiento Patriótico Libre, en su residencia de Rabieh al norte de Beirut, donde los dos discutieron la situación política y de seguridad en el Líbano, así como la situación en Siria.

Fouad Siniora, líder del Bloque Futuro, condenó la deportación a la que consideró un acto contra la conciencia ya que "No se acepta a entregar a los activistas en el régimen que mata a su gente... no importan las razones y las excusas que la Seguridad General dio como pretexto para entregarlos". Siniora, condenó también el final de la sentada organizada por sunita jeque Ahmad Al-Assir en Sidon; sin embargo, dijo que las demandas y las ideas de la sentada será siempre las demandas del pueblo libanés, y agregó que su Bloque seguiría trabajando para lograr esas demandas.

El partido Fuerzas Libanesas, condenó hoy la expulsión de los sirios activistas de la oposición "en medio de la ausencia de cualquier ley o el poder judicial que proteja los derechos de los ciudadanos que están bajo el control del actual régimen”. Fuerzas Libanesas considera que las excusas presentadas por la Seguridad General son erróneas ya que se deberían someterlas al poder judicial libanés y no del poder judicial sirio, especialmente en medio de la tragedia ocurre en Siria.

Walid Yumblatt, líder del Partido Socialista Progresista, se sumó a la condena por las deportaciones de los 14 sirios y acusó al Director General de la Seguridad General, Abbas Ibrahim, de ceder ante el régimen sirio y que "Ibrahim ha proporcionado una vez más prueba de su total sumisión al régimen en Siria". Jumblatt sostuvo que los deportados sirios no serán juzgados imparcialmente, sino que serán ejecutados sumariamente y cuestionó el rol de las agencia de seguridad libanesas responsable de los principales trabajos de seguridad e Inteligencia, que recientemente se han asociado con los servicios de seguridad sirios.

La cadena de televisión Al-Jadeed señaló que el ministro de Asuntos Sociales, Wael Abu Faour, expresó su consternación que ninguno de los ministros en cuestión fue informado de la cuestión de la deportación de los activistas sirios, pero el ministro del Interior dijo que todos estaba al tanto de todas las medidas adoptadas por los organismos de seguridad. La cadena de televisión dijo que Mikati les comunicó a los ministros durante la sesión que fue informado por el Gral. de División Ibrahim Abbas, jefe de la Seguridad General.

El Consejo de Ministros aprobó hoy un préstamo de la Tesorería a la Comisión Superior de Ayuda Humanitaria, la agencia estatal que ayuda a los refugiados sirios en Líbano, y se comprometió a apoyar a la fuerza policial del país en el desempeño de sus funciones; el ministro de Información, Walid Daouk, dijo que el préstamo será de LL2.000 millones. El Comité de Derechos Humanos anunció el mes pasado que había detenido la distribución de la ayuda a los refugiados sirios en el norte del Líbano debido a la falta de fondos, el Comisionado de la ONU para los Refugiados y el Cuerpo Médico Internacional han estado cubriendo los costos de la atención médica.

El número de sirios que buscan refugio en la Bekaa ha excedido la capacidad de la zona ya que la afluencia no solo se limita a aquellos que están registrados con las organizaciones internacionales; según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) el número de refugiados sirios puede ser 10 veces más que los que están registrados. La mayoría de los refugiados en Bekaa son pobres y en promedio llegan a 6 por familia, entre los principales problemas que se comienzan a vislumbrar son la falta de carpas y la llegada del otoño que bajará las temperaturas.

La ayuda internacional está disminuyendo y ello se traduce en la condición deplorable de cientos de familias sirias que se esfuerzan por encontrar una habitación o una casa y algunos están durmiendo en las llanuras áridas y en los campos agrícolas. En los últimos días se ha visto una gran afluencia de familias sirias que han huido a las casas de familiares en el centro y el norte de la Bekaa. Muchos sirios de las aldeas a lo largo de la frontera libanesa tienen lazos familiares y vínculos otros de esta zona.

El gobierno libanés no tiene definida una política hacia los refugiados sirios, más allá de la detención de aquellos activistas que son requeridos por los servicios de Inteligencia sirios a sus pares libaneses. La ola de refugiados no es homogénea y está dividida de acuerdo a sus recursos económicos, de allí que los refugiados sirios que se alojan en las zonas acomodadas de Beirut no tengan la misma realidad que los sirios que se alojan en Bekaa.

La mayoría de los refugiados sirios por el momento están viviendo en casas de familiares o alquiladas de acuerdo a capacidad económica, pero en el corto plazo comenzarán a demandar de los sistemas de salud, educación y seguridad. El Estado libanés está al borde del colapso económico, por lo que si no recibe una inyección de capitales de países árabes –por caso los sauditas- no podrá con los refugiados.



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