miércoles, 22 de agosto de 2012

La cuestión del poder en Líbano


Líderes políticos rivales acordaron hoy la formación de una delegación de la Comisión Nacional de Diálogo para buscar el apoyo de los países de la región que asegure la liberación de los 11 peregrinos chiitas libaneses secuestrados en Siria. La sesión tenía como objetivo discutir las armas de Hezbollah en el marco de una estrategia de defensa nacional, pero las conversaciones sobre el tema se pospusieron debido a la ausencia de Nabih Berri, entre otros.

El presidente Michel Sleiman, llamó por teléfono a Berri al inicio de la sesión, donde le informó que los líderes políticos rivales no quisieron hablar sobre una estrategia de Defensa Nacional; en su lugar los asistentes discutieron la situación de seguridad en el país, incluida la ola de secuestros en Beirut y otras partes del país. El ministro del Interior, Marwan Charbel, se unió a la sesión de la tarde cuando el portavoz de Berri, Ali Hamdan, informó que "Berri no asistiría a la sesión de diálogo de hoy, debido a razones de seguridad y a los problemas que han acompañado la sesión".

Las cadenas de televisión libanesas MTV y LBC, transmitieron un video que muestra al secuestrador de los peregrinos secuestrados, que se hace llamar Abu Ibrahim, quien dijo que 4 de los 11 secuestrados fueron asesinados en un ataque aéreo del gobierno sirio a la ciudad de Azaz; Abu Ibrahim, que parecía estar herido, agregó que los otros siete se encontraban "en peligro" debido a los constantes bombardeos en la zona.

En efecto, aviones de combate sirios atacaron al bastión rebelde de Azaz, dejando caer bombas que arrasaron la mayor parte de un barrio pobre dejando decenas de muertos y cientos de heridos enterrados bajo montones de escombros. El bombardeo de Azaz, a unos 30 km. al norte de Aleppo, destrozó el sentido de control que los rebeldes habían tratado de proyectar desde que tomaron el área el mes pasado.

Según Mansour, los peregrinos libaneses secuestrados estaban seguros. Los informes contradictorios sobre el destino de los peregrinos estallaron la furia en las calles de Beirut y la Agencia Nacional de Noticias informó que los familiares de los peregrinos secuestrados bloquearon las carreteras, tanto desde y hacia el aeropuerto internacional de Beirut.

El clan chiita Al-Meqdad, que secuestró a más de 20 activistas de la oposición siria y un turco declaró el fin de la ola de toma de rehenes, debido a que ya tenían rehenes suficientes para presionar por la liberación de Hassan Al-Meqdad, un pariente en manos de los rebeldes en Damasco; el clan Al-Meqdad dice que está tratando de ejercer presión sobre el Ejército Libre Sirio (ELS) para que libere a Hassan Al-Meqda, sin embargo Maher Al-Meqdad, el portavoz del clan, dijo que "Si Hassan (Al-Meqdad) es asesinado, el primer rehén que va a matar es el turco".

El canal de televisión Al-Arabiya dijo que el Ejército Libre Sirio arrestó a miembros de Hezbollah, que cruzaban a Siria como parte de un grupo de 1.500 miembros, cuyos miembros dispersarían a Damasco, Aleppo y Homs, uno de esos hombres sería Hassan Al-Meqdad; Hezbollah ha negado Hassan sea un miembro del partido, al igual que el clan Al-Meqdad y la participación de operativos del partido en el conflicto sirio.

El clan Al-Meqdad ha llevado a cabo los secuestros con lo que ha calificado de "ala militar" de la familia, hombres armados que han aparecido junto a algunos de los rehenes en grabaciones de video difundidas por estaciones de televisión locales y ha desligado cualquier tipo de responsabilidad por parte de Hezbollah, grupo con quien mantiene estrechos lazos. El rehén turco fue entrevistado después de su secuestro por un canal de televisión libanés donde señaló que había llegado al país en un viaje de negocios; el Ministerio de Relaciones Exteriores turco dijo que estaba en contacto con la familia del secuestrado, quien lo nombró como Aydin Tufan Tekin.

El portavoz de la familia Al-Meqdad ridiculizó al Ministro del Interior, Marwan Charbel, que se espera trate de convencer a los Al-Meqdad para liberar a los rehenes en su poder. Charbel tiene previsto reunirse el jueves de esta semana con representantes del clan Al-Meqdad en un intento destrabar la liberación de los secuestrados en Líbano; sin embargo fuentes cercanas al clan desestimaron los intentos del Ministro de Relaciones Exteriores, Adnan Mansour, y del propio Ministro del Interior.

Aunque el Embajador saudita en Beirut, Ali Awad Asiri, negó que un ciudadano saudí fue secuestrado en la noche del miércoles en Líbano -al parecer en represalia por el secuestro de Hassan Al-Meqdad- Riad ordenó a sus ciudadanos que abandonen Líbano tan pronto como sea posible. Qatar, Kuwait y los Emiratos Árabes igualmente instó a sus ciudadanos a salir de inmediato, en medio de amenazas por parte del clan Al-Meqdad, y del caos que sacudió la ciudad el miércoles por la noche luego de los secuestros de los miembros del clan Meqdad.

Mientras tanto, el Primer Ministro libanés, Najib Mikati pidió la formación de un gobierno extraordinario para un momento extraordinario, con el fin de hacer frente a la ola de secuestros en el Líbano. Mikati expresó su frustración con la ola de secuestros y dijo que el gobierno está haciendo esfuerzos detrás de escena, para lograr la liberación de los rehenes libaneses.

El gabinete se reunió y acordó la formacion de una "célula de crisis ministerial" para dar seguimiento a los peregrinos libanés secuestrado en Siria; de acuerdo con el Ministro de Información Wael al-Daouq, la célula incluye el Ministro de Defensa Fayez Ghosn, Ministro del Interior, Marwan Charbel, Ministro de Asuntos Exteriores Adnan Mansur y el Ministro de Justicia Shakib Qortbawi. Según Daouq, Sleiman habló durante la sesión del gabinete sobre la evolución de la seguridad en Líbano tras el secuestro de Hassan al-Meqdad en Siria y los inexactos reportes de prensa sobre que los peregrinos libaneses secuestrados fueron asesinados.

Este caos que vive Líbano, en parte derivado de los coletazos del conflicto sirio y en parte por las tensiones sectarias pre-existentes, dejó al descubierto la debilidad del gobierno de Mikati frente a la fragmentación del poder en manos de los diferentes grupos religiosos y étnicos. La inestabilidad en Siria hizo que el poder depositado en Damasco ahora deba ser reasegurado por los diferentes referentes de los chiitas y opositores a los sunitas –por caso Hezbollah y Amal- que comienzan a cuestionar las políticas de Mikati hacia Siria.




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