lunes, 28 de marzo de 2011

Líbano mira a Siria mientras espera su gabinete

El Primer Ministro designado, Najib Mikati, ha mantenido contactos con las partes de la Coalición 8 de Marzo, aumentando las esperanzas de la formación de un nuevo gobierno en cuestión de días, según fuentes cercanas al líder libanés. Según la fuente, Mikati, se ha reunido por separado con Nabih Berri, diputado Hassan Khalil, un asesor político de Berri, y Khalil Hussein, un asesor político de Hezbollah, para discutir los obstáculos que imposibilitan la formación del gobierno.

La clave de todo parece ser la cartera del Ministerio del Interior y la aparición de un tirón de última hora sobre una cartera sunita. Se supone que un gobierno de 30 miembros que se hará público el sábado, pero la demanda de Hezbollah que Faisal Karami -hijo del ex primer ministro Omar Karami- sea nombrado como uno de los representantes sunitas en el gobierno fue rechazado por Mikati, que tenía su propia elección para la cartera.

Sobre el Ministerio del Interior, la idea es adjudicar la cartera a Suleiman Franjieh, que está aliado con el Movimiento Patriótico Libre (MPL), de Michel Aoun. Las exigentes demandas de Aoun, sobre una mayor participación de los cristianos en el gobierno, incluyendo la cartera del Ministerio del Interior, han influido en el estancamiento del gabinete; Aoun y el presidente Michel Sleiman están compitiendo por el ministerio y Sleiman quiere mantener a Ziyad Baroud como ministro del Interior.

El gabinete y las intervenciones exteriores

En medio de creciente tensión en la región del Oriente Medio, los ministros de Relaciones Exteriores de Irán y Líbano han intercambiado puntos de vista sobre las relaciones mutuas y principales acontecimientos regionales e internacionales. El Ministro de Exteriores libanés, Ali Shami, se encuentra en Teherán como enviado especial del presidente para asistir a la segunda Celebración Internacional de Nowruz, donde se reunió con su par Ali Akbar Salehi y se abordó el interés bilateral en mejorar las relaciones.

Líbano ha observado de cerca el malestar creciente en Siria, uno de los principales actores que han influido política y militarmente sobre el Líbano durante los últimos 29 años, hasta que sus tropas se vieron obligadas a abandonar el país en 2005, tras el asesinato de Hariri. Muchos culparon del ataque a Siria, que ha negado cualquier vínculo con su muerte.

De hecho, el presidente Al-Assad mantiene contactos con todos los sectores políticos libaneses y su opinión es consultada antes de realizar una movida política. Se puede especular que el retraso en la formación de un gobierno liderado por Hezbollah se debe a la preocupación que Siria tiene en sus problemas internos. Aunque el Primer Ministro designado, Najib Mikati, es visto como un moderado que tiene buenas relaciones con Siria y Arabia Saudita y es un buen amigo del presidente sirio Al-Assad.

Por otro lado, si el régimen sirio se debilita también lo harían los sectores libaneses aliados, lo que pondría en juego nuevamente a los grupos pro-occidentales y es por ello que nadie quiere resignar posiciones hasta ver como continúan los hechos en Siria. Hezbollah también se vería afectado ya que cuenta con los sirios para un hipotético enfrentamiento con Israel, aunque se verían fortalecidos en el plano político al reducirse la influencia siria dentro del sistema libanés.

Si la situación en Siria se continúa deteriorando más aun y no hay una estabilización a partir del anuncio de medidas de apertura -como se espera que lo haga el presidente Al-Assad esta semana- el impacto sobre Líbano será mayor. Es por ello que Mikati, estado luchando por formar un gobierno de unidad nacional que incluya a miembros rivales de Líbano, aunque Hariri ha anunciado que no se unirá a un gobierno respaldado por Hezbollah.

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