Nicholas Noe - foreignpolicy.com
29-07-2010
Con el anuncio de Sayyid Hassan Nasrallah esta semana, que los miembros de Hezbollah pueden ser procesados por el asesinato en 2005 del ex primer ministro libanés Hariri Raifk, una cosa es ahora (pública) clara, no importa lo que uno pueda pensar acerca de la integridad del Tribunal Especial para el Líbano (STL): el partido chiíta militante es una mezcla de enojo y de ppreocupación. Por supuesto, esto no es un desarrollo totalmente nuevo: el partido, al parecer, se ha estado preparando para tal eventualidad, al menos desde el verano de 2006, cuando los informes de los medios primero comenzaron a circular a este respecto (curiosamente, en el análisis de Hezbollah, estos informes vinieron sólo después de que Israel se vio incapaz de aplastar a su acérrimo enemigo en una batalla abierta durante la guerra de julio).
Ahora, sin embargo, el partido ha alcanzado fundamentalmente una diferente - y más segura - posición del poder político, diplomático y militar, por no hablar de coherencia ideológica. Por este motivo precisamente no hay que insistir demasiado en la preocupación de Hezbollah en relación o respecto a la actual (supuesta) pista del Tribunal Especial para el Líbano - a menos que sea un partidario y / o polemista y se tenga interés en influir en el curso de la lucha.
No es probable, por tanto, como algunos políticos libaneses y comentaristas han sugerido en los últimos días, que el Hezbollah está gravemente preocupada por su relación con una "exonerada" Siria.
29-07-2010
Con el anuncio de Sayyid Hassan Nasrallah esta semana, que los miembros de Hezbollah pueden ser procesados por el asesinato en 2005 del ex primer ministro libanés Hariri Raifk, una cosa es ahora (pública) clara, no importa lo que uno pueda pensar acerca de la integridad del Tribunal Especial para el Líbano (STL): el partido chiíta militante es una mezcla de enojo y de ppreocupación. Por supuesto, esto no es un desarrollo totalmente nuevo: el partido, al parecer, se ha estado preparando para tal eventualidad, al menos desde el verano de 2006, cuando los informes de los medios primero comenzaron a circular a este respecto (curiosamente, en el análisis de Hezbollah, estos informes vinieron sólo después de que Israel se vio incapaz de aplastar a su acérrimo enemigo en una batalla abierta durante la guerra de julio).
Ahora, sin embargo, el partido ha alcanzado fundamentalmente una diferente - y más segura - posición del poder político, diplomático y militar, por no hablar de coherencia ideológica. Por este motivo precisamente no hay que insistir demasiado en la preocupación de Hezbollah en relación o respecto a la actual (supuesta) pista del Tribunal Especial para el Líbano - a menos que sea un partidario y / o polemista y se tenga interés en influir en el curso de la lucha.
No es probable, por tanto, como algunos políticos libaneses y comentaristas han sugerido en los últimos días, que el Hezbollah está gravemente preocupada por su relación con una "exonerada" Siria.
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