viernes, 19 de julio de 2013

Siria y Líbano comparten el mismo problema


El Ejército libanés acusó a 6 presuntos miembros del grupo Jabhat Al-Nusra de formar una banda armada con el fin de llevar a cabo actos terroristas en el Líbano. Una fuente judicial dijo que los hombres eran palestinos, sirios y libaneses, y la investigación indica que los seis hombres están afiliados a Jabhat Al-Nusra -un grupo radical islamista que lucha contra el régimen sirio- y todos fueron remitidos al Juez Militar de Investigación. A principios de esta semana, dos palestinos del campo de refugiados de Ain al-Hilweh fueron investigados en relación con un incidente de contrabando de armas en la ciudad fronteriza de Arsal, en el Valle de la Bekaa.

La agencia de noticias oficial de Líbano informó que los sospechosos habían sido detenidos mientras trataban de infiltrarse en Siria en una furgoneta que transportaba armas, detonadores, explosivos, municiones ligeras y granadas y fueron arrestados en un retén de seguridad en Arsal.

Hace tres semanas, el jeque Youssef Qaradawi, un influyente clérigo sunita, llamó a la yihad contra el partido chiita al que calificó de "Partido de Satanás" y desde abril cuando el Sayyed Nasrallah reconoció abiertamente la participación de su partido en la guerra civil siria, Líbano se convirtió en un blanco de los grupos radicales sunitas y salafistas. El gobierno libanés, que opera actualmente en calidad de interino, sigue una política de neutralidad frente al conflicto siria, pero carece del peso necesario para obligar a Hezbollah a que retire a sus elementos del frente sirio.

El aparato de seguridad libanés está en alerta máxima sobre posibles enfrentamientos entre los rebeldes islamistas y Hezbollah, luego que varios atentados tuvieron lugar en territorio libanés; los coches bombas, atentados y emboscadas han centrado en las áreas chiitas bajo control de Hezbollah en las últimas semanas y han marcado un punto de inflexión ya que dichas zonas se consideraban bastiones inexpugnables de la resistencia chiita.

Hasta el mes pasado el líder de Ahrar Al-Sham (Hombres Libres de Siria) un grupo rebelde salafista, solo era conocido por su nombre de guerra; pero en una entrevista con Al-Jazeera el 08 de junio, Hassan Aboud, reveló su verdadero nombre y señaló que su grupo cuenta con 10.000 a 20.000 combatientes y lidera el Frente Islámico de Siria, una coalición de grupos rebeldes afines, el más poderoso grupo que lucha contra el presidente Bashar Al-Assad. Desde finales de 2011, cuando el grupo apareció por primera vez en Idlib, una provincia del noroeste, se ha hecho un gran impacto en el campo de batalla. Fue uno de los primeros grupos en utilizar dispositivos explosivos improvisados y en atacar orientar las bases militares del régimen, con el fin de capturar armas.

Hasta ahora, el más prominente de los grupos islamistas ha sido Jabhat Al-Nusra –dispone de unos 7.000 combatientes- pero se ha enfrascado en una lucha de poder con el grupo “Al-Qaeda en Irak”, liderado por Abu Bakr Al-Baghdadi. Después de los líderes de Jabhat Al-Nusra -liderados por Abu Muhammad Al-Golani- se negaron a someterse a sus órdenes, el grupo se dividió: una rama más extrema se fusionó con sus pares iraquíes, que formaron el “Estado Islámico de Irak y Al-Sham”.

El punto es que los grupos salafistas como Estado Islámico de Irak y Al-Sham y Jabhat Al-Nusra se han comenzado a enfrentar entre ellos y contra los rebeldes seculares como el Ejército Libre de Siria. Esta lucha no se limita a las fronteras sirias, sino que se desbordó a Turquía –donde los grupos kurdos han controlado la situación- y a Líbano, donde Hezbollah y el Ejército han comenzado a manejar el asunto de manera decidida.

Un inquietante ejemplo de ello fue la toma del complejo del Sheik Al-Asir en Sidón. Un oficial de Inteligencia del Ejército libanés confirmó la presencia de combatientes extranjeros en el interior del recinto y que esa fue la causa de la gran cantidad de bajas sufridas por el Ejército en las primeras horas de combate. En el interior del complejo se encontraban elementos de Al-Nusra y Al-Qaeda y luego que los combatientes de Hezbollah se unieron a las tropas del ejército libanés pudieron ser doblegados; combatientes de Hezbollah señalaron que habían encontrado cuerpos de combatientes extranjeros e inclusive un francotirador abatido tenía un documento de identidad de la ciudad siria de Aleppo.


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