La UE acordó el lunes poner al brazo armado de Hezbollah en su lista negra del terrorismo, una decisión impulsada por las crecientes preocupaciones sobre los roles del grupo libanés en un atentado contra un autobús en Bulgaria y en la guerra civil de Siria. Gran Bretaña y los Países Bajos han presionado mucho a sus pares de la UE para imponer sanciones al grupo chiita; hasta ahora, muchos gobiernos de la UE se había resistido a presiones por parte de Washington e Israel a la lista negra del grupo, advirtiendo esa medida podría generar inestabilidad en el Líbano y añadir más tensiones en Medio Oriente.
Los efectos prácticos inmediatos de la nueva designación no estaban claros, pero simbólicamente eran al menos, una vergüenza para Hezbollah, y muchos libaneses expresaron su preocupación ya que la designación dañaría las relaciones internacionales del Líbano y empeorarían las tensiones internas, por lo que propio el presidente de Líbano, Michel Sleiman, le pidió a la UE que "reconsiderar su decisión." Las sanciones se esperan que incluyan la congelación de activos y prohibición de viajar sobre algunos individuos, sin embargo, las sanciones son un cambio de política y sientan un precedente que con el tiempo podría poner en peligro las operaciones de recaudación de fondos de Hezbollah; Europa ha sido un importante conducto financiero para Hezbollah, en momentos que ha sido implicado en ataques contra israelíes en el extranjero, mantiene un arsenal de cohetes apuntando contra Israel y ha llevado su ayuda al gobierno de Siria en sus esfuerzos para aplastar el levantamiento popular.
La estación de televisión de Hezbollah, Al-Manar, dijo que la decisión de la UE tendría un efecto mínimo y citó un reciente discurso del líder del partido, Sheik Hassan Nasrallah, diciendo que "Si Europa ve que Hezbollah es tan importante para cambiar las ecuaciones regionales entonces estamos más que orgullosos. En cuanto a su lista de organizaciones terroristas, tengo una cosa que decirles: pueden remojar la lista y beberse el agua..."
La confianza de Nasrallah radica en la dificultosa implementación práctica de la nueva política de la UE sobre Hezbollah. Aunque el partido tradicionalmente recibe financiamiento de Irán, adicionalmente ha construido en décadas una extensa red de recaudación de fondos mundial y que abarca tanto actividades comerciales legítimas e ilícitas; el alcance exacto de la red y de los fondos que ésta genera se desconoce pero se especula que puede generar decenas de millones de dólares cada año. Gran parte de esos fondos, se gastan en extenso aparato de bienestar social de Hezbollah -que incluye hospitales, clínicas, escuelas así como las fundaciones benéficas- y debido a que sólo se proscribe el "ala militar" de Hezbollah, pero ahora la UE tendrá que determinar en qué categoría -militares o bienestar social-político- estarán los activos en poder de Hezbollah dentro de la UE.
Líbano ha sido el campo de batalla, desde su independencia, donde los actores regionales se comunican con coches bombas, en una especie de semiótica de las corrientes regionales. Tanto Siria, Israel, Irán y Arabia Saudita han sido los principales actores externos en la historia de Líbano, con capacidad para influir en la política doméstica y los dictados de las decisiones de los grupos sectarios; una posible respuesta es que Irán, patrón de Hezbollah y enemigo de la sunita Arabia Saudita, ha hecho el siguiente juicio: la caída de los Al-Assad es inevitable y los teócratas chiitas de Teherán está tratando de consolidar el control en Líbano, así como en Irak, donde sus aliados chiitas gobierno de Maliki Al-Nouri ha reunido casi todas sus energías con ese fin.
Hezbollah tiene de su lado un fuerte poder armado, inclusive superior a un ejército regular, pero su legitimidad ha sido cuestionada por escándalos y fracasos, sus líderes deberían evaluar que eventualmente Al-Assad puede ganar la guerra civil pero las cosas no volverán a ser lo mismo y que con el tiempo podrían quedar del lado equivocado. La dinámica regional hace que los cambios se produzcan más rápidamente que la capacidad de adaptación, por lo que es posible sostener que Hezbollah y sus líderes tendrán un futuro sin Al-Assad pero que Al-Assad no tienen futuro sin el partido de resistencia.
El jeque Nabil Qaouk, un importante funcionario de Hezbollah, dijo durante una ceremonia fúnebre en la aldea sureña libanesa de Selaa que su partido no se dejará intimidar por las amenazas y no que puede ser aislado. Qaouk también dijo que Hezbollah "no permitirá ninguna herramienta de EE.UU. en Líbano para explotar su posición. Nos mantendremos firmes, no importa lo mucho que apuestan por una contienda o por tratar de llevar a cabo ataques en los suburbios del sur de Beirut y el valle de Bekaa y otras áreas de Líbano."
Que solo se haya designado al ala militar de Hezbollah, indicaría que la UE intenta mantener un canal de diálogo con otros sectores del grupo -los parlamentarios y funcionarios del gabinete- pero tal estrategia podría funcionar presupone que existen fracturas dentro del partido, algo que por el momento no se han manifestado. Otros sectores ven a la acción de la UE como un revés significativo para Hezbollah, ya que podría proporcionarle a EE.UU. nuevas bases jurídicas para el fortalecimiento de sus propias sanciones contra las actividades comerciales y de recaudación de fondos internacionales.
Aunque los ministros de RREE de la UE han acordado incluir a Hezbollah en la lista negra, el impacto será que ahora es ilegal que los simpatizantes de Hezbollah en Europa envíen su dinero o que los diplomáticos europeos se reúnan con los militantes de la resistencia. Pero en el fondo, Hezbollah no es una organización terrorista para los libaneses –al igual que para una parte de la sociedad árabe mundial- y esta decisión es un “castigo” por la controvertida participación del grupo en la guerra civil siria; Hezbollah es una parte funcional de la política libanesa y su veto significará que la UE no tendrá un canal directo de dialogo con los verdaderos gobernantes en Beirut.
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