jueves, 3 de julio de 2014

El Califa de Líbano



Una de las primeras órdenes del Califato Islámico fue la denominación de los emires que gobernarán sobre los diferentes emiratos. El Estado Islámico, anteriormente el Estado Islámico de Irak y Al-Sham (ISIS), parece haber hecho justamente eso a principios de esta semana, ya que los medios de comunicación locales informaron que Abdel-Aziz Mohammad Abdel-Salam Al-Urduni fue nombrado emir de Líbano. Hay muy poca información disponible al público sobre Al-Urduni, un hombre envuelto en más misterio que el líder del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, quien ahora es el califa Ibrahim.

Las fuerzas de seguridad y el Ejército han tomado fuertes medidas alrededor de la prisión de Roumieh -la más grande de Líbano- luego que se desbarataron los planes de 2 reclusos y una red de terroristas que elaboraron un plan para escapar de la instalación. Decenas de presos islamistas se mantienen recluidos en Roumieh a la espera del juicio por su presunta participación en los enfrentamientos entre el grupo terrorista Fatah Al-Islam y el Ejército libanés en el campo de refugiados palestinos de Nahr Al-Bared en 2007.

Las fuerzas de seguridad libanesas han lanzado una ofensiva contra los yihadistas sunitas y dicen que han desbaratado media docena de células terroristas, mientras que el Primer Ministro, Tamman Salam, insiste en que las autoridades pueden contener grupos terroristas. Fuentes de seguridad señalan que los yhadistas ya están reclutando activamente en los campos de refugiados palestinos, especialmente en Ain Al-Hilweh -cerca de Sidón-, donde Al- Baghdadi sabe que obtendrá nuevos reclutas libaneses.

El emir libanés publicó un "Mensaje a la Humanidad" en el que declaró su intención de castigar a los judíos y chiitas; liberar a los prisioneros sunitas en la prisión libanesa de Roumieh y hacer la guerra contra Hezbollah en el Líbano. Aunque el comunicado parece más una respuesta a las expectativas de sus seguidores sobre la orientación de la nueva política hacia Hezbollah -y chiitas en general- esta nueva política se parece mucho a la anterior política de castigar a los apóstatas y matar a los no creyentes. En un mensaje de audio el líder de ISIS, Abu Bakr Al-Baghdadi, llamó a los musulmanes a viajar a Irak y Siria para ayudar a construir el Estado Islámico argumentado que era un deber; especialmente, Al-Baghdadi hizo un llamado especial a jueces, médicos, ingenieros y personas con experiencia militar y administrativo.

Los yihadistas vinculados a grupos como el Estado Islámico menudo adoptan un apellido que identifica a sus raíces, a pesar de que no siempre es el caso: Al-Baghdadi, por ejemplo, se cree que nació en Samarra y no de Bagdad. En informes previos se conjeturaron que Al-Urduni, el jordano, podría ser un palestino con nacionalidad jordana que creció en un campo de refugiados de Líbano, aunque los analistas expresaron dudas. Los refugiados palestinos son en su mayoría de Galilea y una pequeña minoría de Jordania no están registrados en la UNRWA.

El punto es que si las afirmaciones de los gobiernos de Iraq y Siria sobre las bajas del ISIS están cerca de ser exactas, el grupo yihadista está perdiendo varios cientos de combatientes al día y no parecen capaces de sobrevivir a ese nivel de desgaste en el mediano o largo plazo.

Aunque el ISIS fue bien recibido por los otros grupos rebeldes cuando entre al conflicto sirio en 2013, este apoyo fue cambiando hasta volverse en rechazo total. Las otras facciones islámicas y los rebeldes moderados se volvieron contra el ISIS debido a sus métodos brutales como los secuestros y asesinatos de rivales, por sus propias ambiciones de crear un enclave islámico transnacional y la naturaleza extranjera de sus combatientes. Los rebeldes sirios no quieren que un checheno, por ejemplo, vaya a Siria a darle órdenes o a matar civiles para beneficio de su propia causa.

Un número significativo de células terroristas llegaron a Líbano probablemente relacionadas con la decisión del ISIS de destruir la situación de seguridad en Líbano y vincular al país con sus áreas de actividad yihadista en Siria e Irak. Se estima que el ISIS tiene la esperanza de duplicar su capacidad y mover sus elementos con mayor facilidad a través de las zonas sirias adyacentes a Arsal, desde donde se puede aprovechar el hecho que muchos ciudadanos árabes pueden entrar fácilmente al país. El peligro de agitar los sentimientos yihadistas en Líbano radica en la amplia gama de grupos militantes y líderes que viven en el tejido social libanés: el palestino Ahmad Abdel-Karim Al-Saadi, líder del grupo Al-Ansar Osbat; Abdel-Rahman Attieh, alto funcionario del grupo Jabhat Al-Nusra; el sheik salafista Osama Mansour; Shadi Mawlawi o los jordanos Abdel Malak-Youssef Othman Abdel-Salam y su hermano Nizar.

La instauración del alifato del ISIS marca la primera vez que el califato se ha "restaurado" por alguien desde que Kemal Ataturk lo abolió casi hace 90 años. De acuerdo a los clérigos salafistas, se requiere que el califa para gobernar un territorio en todos los sentidos de la palabra, y no de una manera provisional. Argumentan que el ISIS, reafirmó sus derechos al califato sobre la base que controla vastas franjas de territorio, además de contar con los fondos, un ejército y una población bajo su control, a pesar de que el ISIS no tuvo en cuenta el hecho de que cada época debe tener un concepto diferente de lo que debe ser un Estado. 

Lo que es seguro es que la declaración del califato en Líbano pone todos los grupos islámicos militantes en una posición incómoda y para Hezbollah, prácticamente es una declaración de guerra.





No hay comentarios: