La opositora Coalición 14 de Marzo celebrará mañana su octavo aniversario, en medio de un esfuerzo por mantenerse como una opción de poder relevante en el período previo a las elecciones parlamentarias y sumadas las críticas de sus "lemas nobles" y una apuesta incorrecta sobre los acontecimientos en Siria; pero las desavenencias internas sobre el sistema de votación para las próximas elecciones han provocado un duro revés a los intentos del grupo liderado por el ex PM Saad Hariri para restarle influencia a los partidos internos y las potencias regionales que tienen intereses en Líbano.
El ex PM y jefe del bloque parlamentario del Movimiento Futuro, Fuad Siniora, dijo en un discurso en Sidón, hace poco que “La Coalición 14 de Marzo no está en buena forma. Pero a la larga estará más fuerte." Soueid Fares, coordinador de Secretaría General de la Coalición, sostuvo que el evento de la próxima conmemoración –en el complejo BIEL del centro de Beirut- pondría de relieve los temas de la unidad y la paz civil impulsados por el partido.
Saad Hariri, dijo que no va a volver a Líbano pronto porque la decisión de asesinarlo sigue en pie, ante una delegación libanesa de los Comités Económicos que lo visitaron en su residencia en la capital saudí, Riad. Hezbollah ha sido acusado de estar detrás de algunas de estas amenazas pero el partido chiita ha negado esas informaciones; hasta ahora tampoco se mostrado dispuesto a entregar a uno de sus miembros, Mahmoud Al-Hayek, quien fue acusado de intento de asesinato del diputado Harb de la Coalición 14 de Marzo; las autoridades judiciales también esperan que Hezbollah entregue a los cuatro acusados de asesinar al ex PM Rafik Hariri, que fue asesinado en 2005.
Antes de la reunión con Hariri, la delegación de los Comités Económicos se reunió con el Viceprimer Ministro, príncipe Muqrin bin Abdul Aziz, quien negó los rumores que Arabia Saudita planeaba tomar medidas contra los ciudadanos libaneses que viven en el reino o retirar su dinero de los bancos libaneses en protesta por el fracaso del Líbano para cumplir con la política de desvinculación de los asuntos sirios. Adnan Kassar, Jefe de los Comités Económicos, criticó después de la reunión a los "abusos baratos por parte de algunos libaneses hacia el Reino y el Rey Abdullah".
Los lazos entre las seis naciones del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y el Líbano son tensas especialmente después de las observaciones formuladas por el diputado cristiano, Michel Aoun, sobre el levantamiento de los chiitas en Bahréin; estas declaraciones provocaron malestar en los países sunitas del CCG, que vieron sus declaraciones como una injerencia en los asuntos internos de Manama. La semana pasada el CCG le envió una carta al presidente libanés, Michel Sleiman, expresándole su profunda preocupación por el fracaso del Líbano para cumplir con su declarada política de disociación en los conflictos regionales, en particular la crisis en Siria.
La debilitada situación política de la Coalición 14 de Marzo es consecuencia de la total falta de dirección política por diversos motivos. La apuesta fuerte del grupo a una inminente caída del régimen sirio y el consiguiente debilitamiento de los chiitas libaneses –especialmente de Hezbollah y sus aliados como Amal- allanaría su llegada al poder, pero Al-Assad sigue gobernando Siria luego de dos años de guerra civil y la resistencia ha eludido el peso político de apoyar al régimen sirio, con una inusual habilidad.
La ausencia de Saad Hariri es otro motivo de debilitamiento, ya que su presencia aseguraba una representación del sector sunita y los aliados cristianos mientras que ahora tienen un partido liderado a la distancia, ya sea desde Paris o Riad. Por último, el fuerte acercamiento de Hariri a los países del Golfo ha generado temores dentro de los grupos cristianos que temen por su propia suerte, en el caso de una caída del régimen sirio y un avance sunita, tal como sucedió en Iraq.
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