lunes, 25 de febrero de 2013

Israel y Hezbollah: su papel en Siria


Los enfrentamientos y atentados en Damasco se han intensificado este mes, demostrando que los rebeldes -laicos e islámicos- han aumentado su capacidad operativa, incluso de penetrar las defensas del régimen en la ciudad; el atentado de la semana pasada adjudicado al grupo salafista Jabhat Al-Nusra podría ser una señal de lo que vendrá pero lo más importante es que Al-Nusra podría hacerse del control de facto en tres provincias sirias en la próxima etapa, debido a su capacidad para el establecimiento de acuerdos locales y la administración de la ayuda humanitaria.

Estos avances de los grupos sunitas-salafistas han tenido su correlato en el eje Irán-Hezbollah que condujo escaramuzas transfronterizas en las últimas semanas, señal que podrían conducir a la preparación de algo más grande. Walid Yumblatt, líder socialista libanés, dijo que "Hezbollah está luchando dentro de Siria bajo las órdenes de Irán"; Irán y Hezbollah, seguramente calculan que Israel y Occidente no interferirán si el grupo chiita aumenta su participación pero mantiene el conflicto dentro del dominio sirio. Sin embargo, tal medida podría inflamar a los regímenes sunitas y arruinar los esfuerzos de Irán por desarrollar sus lazos de amistad con los Estados sunitas en la región.

Esta tesis parece que es apoyada tácitamente por Hezbollah también ya que -a pesar de negar cualquier participación en los enfrentamientos sirios- reconoció que en varios pueblos chiitas en la zona de Al-Qusair sobre frontera de sirio-libanesa, los residentes se han visto obligados a defenderse contra ataques de los rebeldes sirios; pero los líderes del grupo negaron que la participación de civiles chiitas fue a petición de Hezbollah. En esos enfrentamientos 3 miembros de Hezbollah y 12 combatientes sirios murieron mientras que el bombardeo sirio en las zonas fronterizas libanesas, en particular la región de Wadi Khaled, ha provocado nuevos llamados de la oposición para el despliegue del ejército libanés y las fuerzas de paz de la ONU a lo largo de la frontera con Siria.

Prominentes figuras de Baalbek-Hermel instaron ayer a Hezbollah a que deje de luchar en Siria, argumentando que eso podría tener un impacto negativo sobre sirios y libaneses; en un comunicado de la Reunión Consultiva -grupo formado por las principales figuras sunitas y chiitas locales- se pidió que “las armas de Hezbollah sigan siendo dirigida contra el enemigo israelí en el sur, que tiene intenciones hostiles contra todos nosotros, en lugar de apuntar hacia el norte."

El Gral. My. Sami Turgeman, el saliente comandante del ejército israelí, dijo a la radio del Ejército de Israel que "Nuestra evaluación es que el régimen del presidente sirio, Bashar Al-Assad, caerá. Estamos en una carrera contra el reloj para mejorar nuestra respuesta a esa situación. Tenemos fuerzas preparadas y listas para la acción." Turgeman, que ahora estará al frente del Comando Sur de Israel, dijo que el ejército israelí estaba mirando de cerca si "armas estratégicas" eran transferidos a Hezbollah u organizaciones extremistas desde Siria.

Es probable que Hezbollah e Irán se estén absteniendo por estos motivos de una guerra sin cuartel en Siria, aunque el aumento del apoyo encubierto iraní con una mayor participación directa de Hezbollah se podría ver cerca del final del régimen sirio.

Si Al-Assad es depuesto, en el presente contexto los grupos islámicos salafistas han demostrado que son los únicos dentro de la oposición siria que poseen -al mismo tiempo- el poder para garantizar el orden y la capacidad para canalizar ayuda humanitaria; en el fondo los rebeldes sunitas repiten el mismo modelo que Hezbollah utilizó en Líbano a finales de la guerra civil. Y este es un verdadero problema, que supondrá una colisión chiita-sunita por el control de la región, en el mediano plazo.

En su mayoría el arsenal de Hezbollah es de fabricación iraní y siempre han sido repuestos a través de Siria, con la ayuda de Al-Assad, un aliado clave para la estabilidad de a largo plazo de Hezbollah; con el agravante que si Al-Assad cae, no solo el nuevo gobierno sirio rechazará ese papel, sino que podría convertirse en enemigo de la entidad chiita en Líbano apoyado por los Estados del Golfo.

Mientras tanto Israel continuará con su vigilancia del espacio sirio, evitando con ataques aéreos de precisión que Damasco transfiera armas estratégicas a Hezbollah, siendo un límite que no se debe cruzar. El 31 de enero, aviones israelíes atacaron un objetivo cerca de la frontera, Siria dijo que los misiles alcanzaron un centro de investigación militar en Jamraya -al noroeste de Damasco- pero informes de medios israelíes dijeron que el objetivo era un convoy de camiones que transportaban armas destinadas a Hezbollah; el 17 de febrero, Nasrallah emitió sus primeras declaraciones públicas tras el ataque israelí, diciendo a los partidarios que "Hezbollah está totalmente equipado, y todo lo que necesitamos es almacenada en el Líbano. Nosotros no necesitamos para transferirlo ni de Siria, ni Irán. El ataque fue demasiado reducido, demasiado tarde."


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