El Primer Ministro Najib Mikati, en su primera visita oficial a Gran Bretaña como Primer Ministro desde que formó su Gabinete en junio, dijo que todas las partes en el Líbano reconocen los peligros que enfrenta el país en caso de no pagar sus más de u$s30 millones de cuota del presupuesto anual del Tribunal Especial para Líbano (TEL). Tras reunirse en Londres con el Primer Ministro británico, David Cameron, señaló que va a someter el tema de la financiación del TEL a votación en el Consejo de Ministros; una medida que probablemente resulte en el bloqueo del pago de la cuota de Líbano dado que Hezbollah y sus aliados de la Coalición 08 de Marzo cuenta con una mayoría de 30 votos en el gabinete de Mikati y pueden bloquear cualquier decisión.
El presidente Michel Suleiman, destacó la necesidad de trazar una línea de separación entre el compromiso de Líbano con el TEL y su trabajo. En declaraciones al diario Al-Liwaa, Suleiman dijo que si ha habido alguna falla o error, como ocurrió con el caso de la detención de los cuatro generales Líbano debe trabajar en la corrección de ese defecto; al ser consultado sobre la cuestión de la financiación Suleiman dijo que hasta ahora no tenía un plan definitivo para la resolución de la crisis pero tenía esperanzas de que los esfuerzos realizados para resolver el problema tendrían resultados positivos.
Farid Makari, vicepresidente del Parlamento, criticó las declaraciones de Mikati y se manifestó a favor de apoyar la financiación del TEL; pero agregó que el Primer Ministro trata de complacer a todas las partes y dijo que no cree en el enfoque de Mikati sobre la cuestión de la financiación del TEL.
El Primer Ministro británico, David Cameron, instó a Líbano a cumplir sus obligaciones con el TEL, e hizo hincapié en el apoyo de Londres para la soberanía libanesa. Durante las conversaciones con su par Mikati, Cameron destacó la importancia de la plena aplicación de la resolución 1701 y que Líbano y el Reino Unido; Cameron desea que Líbano se separe de Siria y comience a tener un papel más importante en el contexto de la primavera árabe como modelo de Estado con experiencia democrática en el mundo árabe.
Un alto funcionario de EE.UU. advirtió que la negativa de Líbano sobre la financiación del TEL socavaría seriamente las relaciones y podría llevar a Washington a tomar "algunas decisiones muy difíciles". La agencia calificadora de riesgo Moody, ha puesto de relieve el dilema del gobierno, diciendo que la financiación del Tribunal podría llevar a una crisis interna y, potencialmente, la caída del gobierno de Mikati y que la falta de desembolso de los fondos podría provocar sanciones financieras.
Por otro lado, Mikati sabe que Líbano no podría pedir ayuda de la ONU sobre otros asuntos -incluyendo la disputa con Israel sobre las fronteras marítimas- si no cumple con sus propias obligaciones ante la ONU; si se las arregla para obtener la decisión con la aprobación del gabinete –con mayoría de aliados a Hezbollah- aún está por verse su futuro político; aunque Mikati considere que el sentido común debería primar para el gabinete que lo apruebe, queda por resolver el tema de las tensiones dentro del propio gobierno devenidas por la situación en Siria.
Mientras el poder político libanés discute sobre la cuestión de la financiación libanesa del TEL, el Tribunal sigue funcionando y se apresta para celebrar el juicio en el transcurso de 2012. El Fiscal del TEL, Daniel Bellemare, consideró que era prematuro iniciar el juicio en ausencia, en respuesta cuando el mes pasado se le preguntó al juez de la Sala sobre si el juicio contra los cuatro miembros de Hezbollah podría avanzar en rebeldía.
El presidente Michel Suleiman, destacó la necesidad de trazar una línea de separación entre el compromiso de Líbano con el TEL y su trabajo. En declaraciones al diario Al-Liwaa, Suleiman dijo que si ha habido alguna falla o error, como ocurrió con el caso de la detención de los cuatro generales Líbano debe trabajar en la corrección de ese defecto; al ser consultado sobre la cuestión de la financiación Suleiman dijo que hasta ahora no tenía un plan definitivo para la resolución de la crisis pero tenía esperanzas de que los esfuerzos realizados para resolver el problema tendrían resultados positivos.
Farid Makari, vicepresidente del Parlamento, criticó las declaraciones de Mikati y se manifestó a favor de apoyar la financiación del TEL; pero agregó que el Primer Ministro trata de complacer a todas las partes y dijo que no cree en el enfoque de Mikati sobre la cuestión de la financiación del TEL.
El Primer Ministro británico, David Cameron, instó a Líbano a cumplir sus obligaciones con el TEL, e hizo hincapié en el apoyo de Londres para la soberanía libanesa. Durante las conversaciones con su par Mikati, Cameron destacó la importancia de la plena aplicación de la resolución 1701 y que Líbano y el Reino Unido; Cameron desea que Líbano se separe de Siria y comience a tener un papel más importante en el contexto de la primavera árabe como modelo de Estado con experiencia democrática en el mundo árabe.
Un alto funcionario de EE.UU. advirtió que la negativa de Líbano sobre la financiación del TEL socavaría seriamente las relaciones y podría llevar a Washington a tomar "algunas decisiones muy difíciles". La agencia calificadora de riesgo Moody, ha puesto de relieve el dilema del gobierno, diciendo que la financiación del Tribunal podría llevar a una crisis interna y, potencialmente, la caída del gobierno de Mikati y que la falta de desembolso de los fondos podría provocar sanciones financieras.
Por otro lado, Mikati sabe que Líbano no podría pedir ayuda de la ONU sobre otros asuntos -incluyendo la disputa con Israel sobre las fronteras marítimas- si no cumple con sus propias obligaciones ante la ONU; si se las arregla para obtener la decisión con la aprobación del gabinete –con mayoría de aliados a Hezbollah- aún está por verse su futuro político; aunque Mikati considere que el sentido común debería primar para el gabinete que lo apruebe, queda por resolver el tema de las tensiones dentro del propio gobierno devenidas por la situación en Siria.
Mientras el poder político libanés discute sobre la cuestión de la financiación libanesa del TEL, el Tribunal sigue funcionando y se apresta para celebrar el juicio en el transcurso de 2012. El Fiscal del TEL, Daniel Bellemare, consideró que era prematuro iniciar el juicio en ausencia, en respuesta cuando el mes pasado se le preguntó al juez de la Sala sobre si el juicio contra los cuatro miembros de Hezbollah podría avanzar en rebeldía.
Esta posibilidad se deriva de dos situaciones. Primero el gobierno de Líbano, tiene estrechos vínculos con Hezbollah –quien además forma parte del gobierno- y ha fracasado hasta ahora en el arresto de Salim Ayyash, Badreddine Mustafa, Anaissi Hussein y Assad Sabra, buscados por el asesinato de Hariri en febrero de 2005 y otras 22 personas. La segunda es que la posibilidad de que los acusados no fuesen atrapados estaba contemplada desde el momento en que se conoció la acusación y por ello se estableció la instancia del juicio en ausencia.
Bellemare se ha mostrado a favor de darle más tiempo al gobierno de Mikati, aunque resulta evidente que no se ha hecho lo suficiente para llevar a cabo las detenciones porque las autoridades libanesas han querido o no ha podido hacerlo. El gobierno de Saad Hariri colaboró con el TEL, pero el hecho que la coalición encabezada por Hezbollah sea ahora quien ocupa el lugar de Hariri ha cambiado el escenario y por ende el TEL ha perdido el apoyo interno.
Bellemare se ha mostrado a favor de darle más tiempo al gobierno de Mikati, aunque resulta evidente que no se ha hecho lo suficiente para llevar a cabo las detenciones porque las autoridades libanesas han querido o no ha podido hacerlo. El gobierno de Saad Hariri colaboró con el TEL, pero el hecho que la coalición encabezada por Hezbollah sea ahora quien ocupa el lugar de Hariri ha cambiado el escenario y por ende el TEL ha perdido el apoyo interno.
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